Por: Ing. Enrique Muñoz Díaz y Dr. Ricardo Gánem Corvera
Es bien sabido la necesidad cada vez más imperiosa de utilizar sistemas de acondicionamiento de aire que sean amables con el medio ambiente; es decir, que no emitan elementos dañinos a la capa de ozono, ni que sean contaminantes; más aún, se requieren equipos que tengan un consumo óptimo de energía, además de ser silenciosos. En los últimos años, se agrega un nuevo requerimiento: que sean agradables a la vista de las personas, sobre todo si hablamos de equipos residenciales.
Muchas de las demandas para estos equipos se han intentado cubrir con los avances tecnológicos, tenemos en el mercado sistemas muy eficientes energéticamente, con refrigerantes alternos que no dañan la capa de ozono y además de tamaño compacto y con muy poca emisión de ruido. Sin embargo, muchos de estos equipos emplean una fuente de energía que finalmente se basan en recursos no renovables como los derivados del petróleo y a la vista aún no son agradables para muchas personas, sobre todo en los equipos residenciales.
En este sentido, hace poco tiempo aparecieron sistemas de varias marcas (una de ellas es LG con su línea “Art Cool”) que se preocupan por dar a los usuarios de los sistemas residenciales no sólo un producto eficiente y que cumpla con la normatividad vigente, sino además que sea un elemento de decoración.
Estas marcas cuentan con varios tipos, incluso aquellos que simulan una pintura en la pared de algún artista famoso, o un sistema de iluminación en el techo o simplemente una pieza decorativa genérica. Y todo esto para varios estilos de decoración.
A esto hay que añadir que las plantas de potencia tienen una capacidad limitada como se pudo comprobar de una manera dramática durante la ola de calor del 2003 en Europa. El inusitado incremento de sistemas de aire acondicionado produjo una fuerte carga para la red eléctrica en muchos países.
Lo anterior hace especialmente atractivos los sistemas de aire acondicionado activados por Energía Solar. Estos sistemas funcionan mediante el “Ciclo de absorción, generación y bomba de calor”. La ventaja principal de este ciclo con respecto al ciclo de compresión de vapor consiste en el reemplazo del compresor por una bomba que requiere mucho menos energía para llevar a cabo un mismo cambio de presión. Por otro lado, el ciclo necesita de una fuente de calor para su funcionamiento que puede ser el sol (en lugar de gas natural).
Desde el punto de vista arquitectónico, hay que disponer de un lugar adecuado para colocar los colectores solares y los sistemas de almacenamiento. Los primeros se colocan generalmente en el techo y los segundos pueden esconderse en el sótano o en algún lugar bajo tierra. Por ello, los sistemas de aire acondicionado pueden hacerse casi invisibles si se usan tecnologías de conservación de energía. De hecho, ahora se pueden hacer construcciones de consumo energético “casi-cero” como lo hizo la compañía “Ideal Homes” en Oklahoma, Estados Unidos con lo que se requieren métodos efectivos de aislamiento térmico de las paredes exteriores y del techo, ventanas de doble cristal y de baja emisividad que casi no pierden energía por radiación y de selladores adecuados que no permitan el intercambio no controlado de aire entre el interior y el exterior de la construcción. Usando estos selladores se tiene tan sólo un 5 % de fugas hacia el exterior comparado con un 20 o 25 % que se tiene en los sistemas convencionales. Si se usan, además, conductos flexibles para el aire acondicionado tendremos menos ruido que en los sistemas convencionales y los conductos podrán esconderse mejor.
Gracias al uso de este tipo de ventiladores se puede balancear, de una mejor manera, las presiones en los conductos del sistema. Si a esto añadimos el uso de sistemas fotovoltaicos tendremos una casa, o edificio, que, en ocasiones, producirá más energía de la que consume.
Si se pudiera unir el concepto de un sistema de acondicionamiento de aire con base en la energía solar como fuente y que fuera estéticamente agradable para los usuarios, seguramente se tendría un gran éxito comercial, además de estar en mejor relación con la naturaleza. Y es que, como dicen los que saben sobre la satisfacción del cliente: un producto o servicio no tiene porqué hacer sentir mal a un consumidor; es más, si además de resolverle su necesidad primaria lo haces sentir bien, mucho mejor.
[author image=”http://www.mundohvacr.com/wp-content/uploads/2010/02/75-96-EnVoz-1.jpg” ]Ing. Enrique Muñoz Díaz y Dr. Ricardo Gánem Corvera
Profesores del Departamento de Ingeniería Electrónica y Mecánica en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México.[/author]