“Los clientes de productos HVAC&R, ya sea a nivel industrial, comercial e individual, se han vuelto más exigentes en cuanto a la confiabilidad que brinda un equipo en aspectos de protección y eficiencia energética. De ahí la importancia de las instituciones certificadoras que se encargan de garantizar una serie de requisitos de seguridad y aprovechamiento energético”.
Ing. David Garza Castaño
Las últimas dos décadas del siglo pasado se caracterizaron por la presencia de un “boom” tecnológico a nivel mundial como nunca antes se había dado en toda la historia de la humanidad, pues los avances de la tecnología comenzaron a minar de forma sorprendente toda la vida de las personas, quienes fácilmente se fueron acostumbrando a un estilo de mayores comodidades, lujo y confort, gracias a los diferentes inventos e innovaciones que cada día se hacen más eficientes e indispensables.
Ante este panorama de mejora continua, surge la necesidad de garantizar que los productos para el bienestar de las personas, cumplan con una serie de parámetros de seguridad y adecuación a las normas de protección, salud e integridad de los consumidores, instalaciones donde se encuentra localizado, así como resguardo y preservación del medio ambiente.
Aunado a la seguridad y protección que tiene que brindar un producto tanto al consumidor, instalaciones como al medio ambiente, esta garantía de resguardo no sólo priva para el mero artefacto como tal, pues las condiciones actuales del mundo, también exigen profesionales altamente capacitados con habilidades especializadas.
Por esto, los organismos certificadores también se encargan de proveer de una validación de los conocimientos y habilidades de un individuo, respecto a una serie de conocimientos estructurados, lo que permite verificar si las nociones que posee, cumplen con los requisitos mínimos necesarios para llevar a cabo de manera eficiente alguna función o actividad dentro de una empresa u organización.
En este sentido México no escapa de esta realidad y en los últimos años empresarios, inversionistas y organizaciones se han preocupado por realmente validar la experticia utilizada en la creación de productos, servicios, sistemas y procesos HVAC&R, de tal manera que los mismos cumplan con los cánones, normas y recomendaciones mínimas establecidas por entes nacionales o internacionales dedicados a la normalización, para garantizar seguridad y a su vez satisfacción a quienes lo utilicen.
Pese a que actualmente la certificación de personal y productos, pudiera tildarse como una “moda”, para los fabricantes y proveedores de este tipo de artefactos, resultan de mucha utilidad, pues están identificados con sellos de organismos certificadores, los cuales son reconocidos, incluso por consumidores finales, quienes se sienten más seguros y satisfechos al saber que adquieren un artefacto certificado con muy pocas probabilidades de generar un daño físico al usuario, perjudicar al medio ambiente y además es ahorrador de energía, lo que contribuye con el bolsillo del consumidor.
Actualmente México se encuentra en un panorama favorable con relación al ofrecimiento de “óptimos” productos HVAC&R, pues en la República se cuenta con organismos certificadores como ANCE, UNCE y FIDE, apoyados por reconocidas instituciones como AMERIC y ASHRAE; brindando así garantías de buen desempeño de un producto específico y del mismo modo la obtención de un servicio técnico de calidad, lo que asegura perdurabilidad en la vida útil del equipo y la protección de los recursos naturales.
Si durante las pruebas de laboratorio de evaluación de un equipo, los resultados son favorables y no existe discrepancia alguna entre estas evaluaciones y las especificaciones técnicas del producto, tanto cliente como organización certificadora firman un contrato y se procede a emitir el certificado que garantiza seguridad y eficiencia energética del artefacto.
Certificar no es sólo colocar sellos
Para reconocer a un producto certificado solamente basta con mirarlo detenidamente y fijarse en cuál lugar de su acabado se encuentra el sello de la institución certificadora, marca que transmite el cumplimiento de lineamientos y normas que van acorde con los estándares de normalización nacionales o internacionales que garantizan la utilidad máxima de un equipo, sin daños al medio ambiente.
Aunque para la obtención de una certificación en materia de HVAC&R en México, el fabricante debe cumplir un riguroso y minucioso procedimiento, el renombre que pueda tener la compañía diseñadora de un equipo, así como el hecho de haber obtenido anteriores certificaciones, no quiere decir que el fabricante deba “dormirse en los laureles” y gozar de las rentas que les asegura la venta de un producto certificado.
Lo anterior se debe a que cada vez que se le introduce algún cambio sustancial a cierto producto, el mismo debe pasar nuevamente por un proceso de obtención de la certificación y aunque no le sea incorporada modificación alguna, el certificado sobre un equipo no es eterno, por lo que una vez cumplido un plazo específico, el fabricante deberá acudir nuevamente ante el organismo con el cual obtuvo una certificación anterior, para que la misma sea renovada una vez comprobado el útil desempeño del artefacto y haber cumplido a cabalidad el procedimiento para alcanzar el tan anhelado sello de certificación.
Es por esta razón que si un fabricante logra que su producto merezca el aval de un organismo certificador, no debe “bajar la guardia” en cuanto a continuar desarrollando mejoras para su equipo, porque las instituciones certificadoras existen para garantizar la permanente seguridad y protección que brindan productos, servicios, sistemas y procesos HVAC&R; hecho que paulatinamente está siendo reconocido por el cliente común, el cual al observar que si el objeto a adquirir no posee el aval de una organización certificadora, toma la decisión final de no comprarlo, porque no le ofrece garantías hacia su integridad física y los que están cerca de él, y tampoco brindan seguridad para sus instalaciones.
En nuestro país la tendencia de los empresarios ha sido a incrementar cada vez más la certificación en todos los equipos que producen, por lo que ya no tiene vuelta atrás el cumplimiento de normativas que salvaguardan al medio ambiente y a los usuarios.
Instituciones Certificadoras
Hoy por hoy los fabricantes tanto nacionales como internacionales de equipos HVAC&R a nivel industrial, comercial y particular han notado la relevancia de ofrecer productos y servicios certificados, ya que ésta es la exigencia del mercado. Para ello México cuenta con organismos certificadores, basados en los más estrictos lineamientos de normalización, incluso apoyados por reconocidos entes internacionales dedicados también a la certificación.
Entre los más destacados por su trayectoria y minuciosa rigurosidad al emitir certificaciones, pudiera citarse en primera instancia a la Asociación de Normalización y Certificación A.C. (ANCE), la cual nació en diciembre de 1992, logrando convertirse en el primer organismo acreditado en México para llevar a cabo actividades de Certificación de Producto, en un período de tan sólo un año.
Con el transcurrir de los años el sello ANCE se ha convertido en una referencia obligatoria de calidad de los productos del sector eléctrico distribuidos en el territorio nacional, pues desde ventiladores y cables de uso personal, hasta refrigeradores y aire acondicionado utilizados por las industrias, portan esta importante distinción, gracias a que cuentan con una operatividad destacada que los lleva a la creación de productos que cumplen con los requisitos de resguardo de la seguridad del usuario, instalaciones y medio ambiente.
ANCE resalta como una de las asociaciones reconocidas gracias a que a lo largo de su trayectoria se ha destacado por su crecimiento en el ámbito de la extensión de sus actividades, pues no sólo están acreditados para certificar productos, sino que también abarcan otras áreas como: Certificación de Sistemas, Unidad de Verificación, Normalización, Laboratorio de Pruebas, Operaciones Internacionales, Capacitación Externa, Distintivo H y Calidad Suprema (Agroalimentaria).
Ante esta expansión de ANCE como institución certificadora en diferentes áreas, el hecho de solicitar y obtener un certificado por parte de esta asociación, implica para el fabricante no sólo un reconocimiento, sino una enorme responsabilidad, pues debe esforzarse en obtener el sello ANCE para todos sus productos, así como las nuevas ediciones de los equipos y servicios que con anterioridad cumplieron con una serie de parámetros y normativas en las cuales se basa ANCE para otorgar su certificación.
Por otro lado, en Latinoamérica México se ha convertido en uno de los principales promotores de la importancia de la protección del medio ambiente, así como el ahorro energético a nivel particular, comercial o industrial.
Es por ello que actualmente en la República se cuenta con el sello de garantía otorgado por el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), el cual es un programa de identificación de productos eficientes sobresalientes en el ahorro de energía eléctrica a los que, después de comprobar su alto nivel de eficiencia, se otorga una licencia para portar esta etiqueta.
Los demás organismos certificadores tanto nacionales como internacionales, el hecho de portar el sello FIDE, le brinda la posibilidad al usuario de identificar fácilmente un equipo verdaderamente ahorrador de energía, en contraste con aquellos productos existentes en el mercado que por no poseer esta etiqueta pueden ser descartados por el consumidor, ya que no les ofrece alto grado de eficiencia energética.
En este sentido la labor del FIDE además de garantizar productos verdaderamente eficientes desde el punto energético, contribuye a la educación de los usuarios de tal manera que a la hora de adquirir un producto, además del precio, se debe de tomar en cuenta si el equipo es o no ahorrador de energía, porque a la postre su utilización significará un costo más elevado del inicial, pues se verá reflejado en los informes de las compañías eléctricas.
No cabe la menor duda que la certificación de un producto HVAC&R constituye una garantía de seguridad y resguardo al medio ambiente, pero un hecho que transmitiría mucha más confianza al usuario de este tipo de equipos, porque conoce la eficiencia del artefacto, también cuenta con un servicio de mantenimiento brindado por técnicos altamente capacitados, cuyas habilidades quedan verificadas bajo una certificación.
Para lograr esta validación de conocimientos, México cuenta con el Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (CONOCER), que es una organización conformada por empresarios, trabajadores, capacitadores, educadores e instancias del Gobierno Federal, el cual tiene la función de impulsar el desarrollo continuo de los trabajadores, mediante la evaluación y la certificación de sus conocimientos, habilidades y destrezas, tomando como base los estándares de calidad que deben cubrir en su desempeño.
La certificación otorgada a un producto HVAC&R por su seguridad y eficiencia energética no solamente se limita a los artefactos, pues las condiciones actuales del mundo, también exigen profesionales altamente capacitados con habilidades especializadas, por lo que técnicos e ingenieros también pueden hacerse acreedores de una certificación gracias a la prestación de un servicio de calidad.
Asimismo, otra tarea importante a la que se dedica CONOCER es a orientar la educación y la capacitación hacia las necesidades de los mercados productivo y laboral.
Desde el año 1995 CONOCER toma participación en el Proyecto de Modernización de la Educación Técnica y la Capacitación (PMETYC), en conjunto con Secretarías de Educación Pública y del Trabajo y Previsión Social, así como sectores empresariales, laborales y educativos; es así como han contribuido a transformar los procesos de formación y capacitación del país, determinando de esta forma una nueva relación en el triángulo empresa-trabajador-escuela.
Dentro del PMETYC, CONOCER ha llevado la batuta en la regulación y operación del Sistema Normalizado y de Certificación de Competencia Laboral, el cual tiene como propósito fundamental promover la creación de Normas Técnicas de Competencia Laboral, las cuales establecen los criterios para realizar una actividad productiva, siendo éstas definidas por Comités de Normalización.
El Sistema de Certificación de Competencia Laboral trabaja mediante Organismos Certificadores que otorgan el certificado de competencia laboral a estudiantes, trabajadores y desempleados; del mismo modo también está integrado por los Centros de Evaluación y Evaluadores independientes que verifican que los candidatos a certificar sean realmente competentes.
La labor de CONOCER ha sido loable, generando resultados positivos pues en materia de la refrigeración y el aire acondicionado han capacitado numerosos técnicos, quienes al acudir hasta sus puestos de trabajo, ponen en práctica las correctas aplicaciones aprendidas que fueron avaladas por la certificación.
Es así como CONOCER, brinda apoyo técnico y metodológico a los organismos interesados en formar parte de la red de promotores de la cultura de la competencia laboral; promueve la formación de Comités de Normalización y apoya su funcionamiento; acredita a los Organismos Certificadores que, a su vez, acreditan a los Centros de Evaluación y Evaluadores Independientes; vigila que los procesos de normalización y certificación se cumplan debidamente, con calidad y transparencia.; garantiza y consolida los procedimientos para la evaluación y la certificación; también impulsa la competencia laboral en el país.
Procedimiento para certificación
Cuando cualquier fabricante, distribuidor o comercializador, en este caso de un producto HVAC&R, pretenda la certificación de un equipo con la finalidad de demostrar a los consumidores que lo ofrecido brinda seguridad y eficiencia energética; en primer término debe acudir a una institución certificadora la cual le pedirá que registre una solicitud de servicio de certificación de un producto específico.
Posteriormente el organismo certificador revisa todos los documentos y la información suministrada por el cliente, en el caso de que exista cierta inconsistencia, se otorga la oportunidad de efectuar las correcciones pertinentes.
En la siguiente fase se utilizan pruebas de laboratorio mediante el cual el organismo certificador comprueba que las especificaciones técnicas que posee el equipo, coinciden perfectamente con las evaluaciones realizadas.
Cuando los resultados son favorables y no existe discrepancia alguna entre las pruebas de laboratorio y las especificaciones técnicas del equipo, tanto cliente como organización certificadora firman un contrato y se procede a emitir el certificado que garantiza seguridad y eficiencia energética del artefacto.
De acuerdo al producto se otorga el certificado con una vigencia para un período que puede ir de un año en adelante, incluyendo en este tiempo la ejecución de una visita por parte del órgano certificador, el cual acudirá hasta la fábrica o punto de venta, escogido de manera aleatoria; posteriormente seleccionará una muestra representativa del equipo para aplicarle pruebas y comprobar que aún continúa cumpliendo con los parámetros de eficiencia y seguridad, gracias a los cuales le fue conferida la certificación.
En el caso de haberle efectuado alguna modificación al producto en el cual se haya alterado el cumplimiento de la norma, el organismo certificador solicitará que este hecho sea corregido porque de lo contrario podría ser revocada la certificación obtenida al final.
Pero en una situación favorable, bajo la cual las pruebas arrojen resultados satisfactorios, significará que tras el proceso de seguimiento, el certificado será renovado y el fabricante continuará comercializando su equipo con una etiqueta o sello que le otorga garantía de protección al individuo, sus instalaciones, medio ambiente, además de la utilidad energética.
Avanza tendencia certificadora
México podría catalogarse como un país latinoamericano afortunado, gracias a que las empresas fabricantes y distribuidoras de equipos HVAC&R han sentido la preocupación por certificarse y demostrar a través de una buena competencia, que sus productos son los que ofrecen mejores garantías de seguridad y eficiencia de la energía.
En este sentido la tendencia de los empresarios ha sido a incrementar cada vez más la certificación en todos los equipos que producen, por lo que ya no tiene vuelta atrás el cumplimiento de normativas que salvaguardan al medio ambiente y a los usuarios.
Aunque en México se han dado esfuerzos importantes por no sólo certificar productos HVAC&R, sino la capacidad y habilidades de técnicos, muchos expertos sostienen que aún falta un largo camino por recorrer en este aspecto, pues aún existen técnicos que prestan sus servicios de una manera que no está acorde con la norma, por lo que iniciativas de capacitación como las realizadas por AMERIC, se constituyen en un óptimo ejemplo para lograr personal capacitado a la hora de brindar servicios en equipos HVAC&R.
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Fuentes de consulta:
www.calmecac.com.mx
www.ance.org.mx
www.fide.org.mx
2 comentarios
buenas tardes tengo nada mas una pregunta no me prodian orientar ustedes donde puedo tomar una certificacion sobree esto?
saludos
Hola:
Buenas noches.
Serían tan amables de informarme en donde puedo iniciar los tramites para obtener certificación de un producto para reducir el CO2 en la emisión de gases de los vehículos automotores.
Sin más por el momento, gracias por su atención.