Ganador del premio IMEI como mejor edificio inteligente y sustentable en 2008, el Contact Center da muestra de la importancia de un diseño innovador en climatización y de cómo la sinergia entre las diferentes ingenierías logró hacer una construcción tecnológicamente eficiente en México
Diana Lozano
Para dar una idea del nivel de tecnología disponible en las instalaciones del Contact Center de Santander, ubicado en Querétaro, puede bastar con mencionar que le ganó tecnológicamente al edificio New York Times, en Nueva York. En total, la construcción del edificio duró dos años, desde que comenzó la excavación hasta que se entregó. Durante esta etapa, participaron diversas empresas; sólo para la ingeniería civil, se conjuntaron esfuerzos de cinco compañías. Se estima que, en ocasiones, había hasta 2 mil 500 personas trabajando en la construcción.
La arquitectura estuvo a cargo del grupo español Lamela; el concepto es una nave espacial. El edificio ofrece dos vistas: de día y de noche, ya que al oscurecer se aprecia un juego de luces, el cual aparenta que el inmueble está flotando. Entre la doble fachada hay sistemas de iluminación que, al encenderse, asemejan una construcción prehispánica.
El edificio se divide en tres silos: Norte, Oriente y Poniente. Ofrece servicios de recursos humanos, aulas de capacitación y comedores. Está compuesto por dos niveles de oficinas; cada nivel alberga mil posiciones de trabajo. Es un edificio con ocupación de 24 horas, los siete días de la semana, ya que desde estas instalaciones el Banco atiende gran parte del mundo; aproximadamente, laboran ahí 6 mil personas diariamente, por lo que asegurar su confort fue un reto.
La empresa responsable del proyecto, instalación y mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado y automatización fue DICO Q, Diseño en Controles Querétaro, S.A. de C.V., que con 25 años de trayectoria ofreció soluciones inusuales para una construcción de tal magnitud.
En la ejecución del proyecto de aire participaron 25 personas; para el de automatización, 15, conformando un equipo de expertos que, con el objetivo de disminuir los gastos eléctricos en lo que se refiere a aire acondicionado, instalaron una azotea verde y vidrios térmicos. Debido a que es un call center, todos los equipos tienen el mínimo nivel de ruido; incluso, ductos y algunas paredes también son acústicas.
Doble fachada, mejor confort
Las personas que laboran en el edificio tienen acceso a visitar el roof garden, el cual tiene varias funciones. Como espacio de esparcimiento es ideal, pero su principal función es mantener la temperatura estable y evitar que se generen altas concentraciones de radiación en el interior del inmueble.
“El PUE, medición para la eficiencia de los sistemas de aire acondicionado, es comúnmente utilizado en edificios con gran cantidad de tecnología. Se mide, generalmente, en centros de datos, en instalaciones donde no para el trabajo. Si este edificio se midiera, tendría un PUE de 1, que es lo soñado, lo que nadie ha conseguido, por las técnicas que empleamos”, explica Óscar Zepeda, ingeniero de Proyectos en DICO Q.
En esta línea de tecnologías, el complejo tiene doble piel: una compuesta por vidrios y otra formada por una maya metálica –placas perforadas con orificios de tres diferentes diámetros–. “Cada maya tiene un propósito. Las personas que estén fuera del edificio no perciben lo que sucede dentro, no se ve nada, pero las personas que laboran dentro del edificio sí pueden observar lo que sucede en el exterior. Con esta maya de metal, los rayos solares no pasan directamente y como los vidrios tienen capacidades térmicas fungen como asilamiento. Así, tenemos una aportación térmica de cero”.
La carga instalada de aire acondicionado para todo el edificio es de 900 toneladas; pero, generalmente en verano, sólo se usan entre 400 y 500 toneladas.
“Los vidrios fueron hechos en Inglaterra; la doble fachada es española; los ductos son italianos; pero toda la ingeniería, ejecución arquitectónica y mano de obra fue hecha por mexicanos. Únicamente hubo un par de supervisores españoles en la parte arquitectónica”, declara Óscar Zepeda, proyectista que rompió esquemas.
Comunicación inalámbrica
El Contact Center de Santander tiene cerca de 100 mil metros cuadrados de construcción, y aunque ya cuenta más de tres años de vida, el grupo de diseño para la automatización se adelantó dos años en tendencias tecnológicas: la iluminación, el riego en los jardines, el estacionamiento, entre otros servicios, se encuentran automatizados y se programa su funcionamiento.
Los espacios destinados a oficinas no están divididos por muros, son zonas abiertas; como el sistema de aire acondicionado es de volumen variable, va por secciones. Se inyecta el aire donde se requiere, a pesar de que sea área abierta. La comunicación que existe en los dos niveles es inalámbrica. Fue de los primeros edificios en el mundo que utilizó esta tecnología, cuestión que ayudó a ganar premios.
“Me tocó tramitar los permisos de comunicaciones ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para poder usar la frecuencia en la que trabajan los sensores. Este tipo de comunicación inalámbrica fue pionera”, refiere el ingeniero de Proyectos.
El sistema de iluminación tiene sensores y funcionan de dos maneras, dependiendo de la luz natural. Las lámparas se gradúan en forma ascendente hacia la zona más oscura para que la iluminación esté a una misma intensidad en todo el piso.
Toda la iluminación es dimeable. El concepto del edifico es que tenga una aportación de luz natural fuerte. La iluminación en el día es de 30 por ciento; en las noches incrementa 40 o 45 por ciento. “Es una comodidad increíble para los usuarios; no tienen reflexión en los monitores. Tienen un mejor confort y, por ende, también ayuda al aire acondicionado. El cálculo de cargas térmicas fue con iluminación al ciento por ciento”.
Aire fresco en estacionamientos
Hay tres niveles de estacionamientos. Cada sótano es de 20 mil metros cuadrados, con capacidad para 650 automóviles. Los lugares están monitoreados y así se puede saber cuándo están ocupados. Esa información se envía al cuarto de control. Significa que cuando un piso está a toda su capacidad, se abren las plumas para acceder a otro nivel. Los sótanos están acondicionados con sistemas de extracción –jet fans de la empresa Soler & Palau–. En conjunto, en los tres niveles, hay 252 ventiladores.
Por la cantidad de personas que laboran en el edificio, se les ofrece servicio de comedor. En respuesta, la empresa DICO Q propuso un diseño para que éstas tuvieran sistemas que también se ajustan a las características de calidad de todo el inmueble. En ellas, se observan campanas de extracción.
Cuartos de máquinas
Hay tres cuartos de máquinas; en uno, hay dos manejadoras que dan servicio a los pisos. “El sistema de distribución de aire es una invención nuestra. En los libros de aire acondicionado no existe este tipo de diseño. Seis manejadoras ofrecen 50 mil CFM; son aproximadamente 80 toneladas. Todas dan hacia un anillo de distribución. El aire de inyección entra y sale de ese anillo; jugamos mucho con la presión.
“¿Cómo se montaron los ductos? Para colocar los ductos verticales, dos personas tuvieron que emplear una plataforma donde colgarse para ir colocándolos. Fue algo espectacular hasta cierto punto”, destaca Óscar Zepeda, ingeniero de Proyectos en DICO Q.
Es un anillo que recorre los tres silos. Una ventaja de este sistema de ductos es el tamaño de las placas. En lámina convencional, el tramo más grande que se puede hacer es de 1.20 metros; en éstos, es de 4 metros. Eso ayuda a que se tengan menos uniones; por ende, se tienen menos fugas.
En este punto es donde se muestra la efectividad del material con que están hechos los ductos: son ductos preaislados. “Es aluminio. Es como si se tuviera lámina más forro, lo que ofrece esa cavidad térmica. Este edificio iba a tener 350 toneladas de lámina; con el uso de este material, quedó sólo en 50 toneladas”.
La flexibilidad de este sistema es que dependiendo la carga térmica, si es baja, por ejemplo, con una manejadora se puede dar servicio al área que se requiera, en el nivel deseado. “Generalmente, un sistema se especializa en una zona específica que se desea climatizar; el sistema que instalamos no es así.
”El tamaño de los ductos es considerable. Hay dos cosas que fueron difíciles en la construcción. Una fue el anillo y otra, colocar las verticales. Los tamaños de los ductos y los espacios fueron complicados. Toda esta flexibilidad de poder torcer los ductos y hacer curvas y maniobra fue algo que realmente nos ayudó. En lámina, yo creo que no se hubiera podido hacer.
”La instrumentación que tiene cada manejadora es de laboratorio; tienen serpentín de agua helada, resistencias de calefacción, humidificación; tenemos dos ventiladores, uno que es de inyección y otro que funciona como extracción y ahorrador de energía.”
Al colocar las manejadoras también se previó su mantenimiento; por ello, existe el espacio necesario. El cuarto más grande de máquinas está estratégicamente cercano al de máquinas eléctricas; ahí llega todo y ahí se distribuye.
A pesar del tamaño considerable de la manejadora, no emite ruido alguno; incluso, el plafón es acústico para que no pase nada de ruido hacia las oficinas.
“En las noches, la ciudad de Querétaro es fría. Cuando hay menor temperatura en el exterior que en el retorno, el aire caliente del retorno lo tiramos afuera y tomamos aire frío para disminuir la carga de los enfriadores.”
No importa el clima del exterior, dentro del complejo siempre es estable. Zepeda mostró en la pantalla de monitoreo datos de la temperatura en Querétaro; durante 30 días, la máxima alcanzó 40 grados centígrados y la menor, 12 grados. A pesar de ello, la temperatura en el interior se conservó en 23 y 24 grados.
Emprendedor por profesión y formación
Ingeniero Mecánico Eléctrico, egresado de la UNAM, siempre llamó su atención el sector del aire acondicionado. Aunque su trabajo es más de automatización, considera que son disciplinas que se complementan. “Quería ser psicólogo, pero por influencia de familia estudié ingeniería; sin embargo, me agrada mi profesión, estoy contento con mi trabajo, se ha convertido en mi gran pasión”, relata Óscar Zepeda, ingeniero de Proyectos, encargado del diseño y supervisión durante la ejecución de la obra.
El ingeniero Zepeda ya cuenta con 10 años de experiencia en el sector, ha participado en más de 25 proyectos. Tiene un tutor en el aire acondicionado que es el ingeniero Fernando Barrera, proyectista con más de 40 años en la industria. “Fui su auxiliar en los primeros proyectos y, por influencia de él, también incursioné en el aire acondicionado.
”Yo fui su alumno desde siempre para la parte de cálculo, para el manejo de software de diseño de aire acondicionado. Es una persona que comparte el conocimiento”.
Hace 10 años, aproximadamente, en una exposición, llamó su atención un material con que estaban fabricados unos ductos. Posteriormente se puso en contacto con la empresa fabricante, la cual es de origen italiano. DICO trajo a México ese material y lo distribuyó. “Al principio, la idea era únicamente comercializar el producto. Ahí nos dimos cuenta de la magnitud del mercado y creamos una rama de aire acondicionado en DICO. Hoy en día, ya está dividida la automatización y el aire acondicionado. Ya tenemos una infraestructura fuerte para ambas áreas”, expresa Óscar Zepeda.
La primera obra que se hizo en México, con este tipo de ductos, fue la casa Big Brother; desde entonces, los proyectos siguen. “Considero que el Contact Center de Santander es de mis proyectos más importantes. Este complejo se sopesa en metros cuadrados (28 mil metros cuadrados); la diferencia es que la lámina es en kilos. También se debe a la cantidad de equipos y materiales que empleamos”.
Si bien este edificio es uno de sus mayores logros, también ha significado un reto en su carrera profesional (el diseño se hizo en ocho meses). Por otro lado, hay que destacar que en la arquitectura se deben respetar muchas cuestiones de estética. “Ya había espacios predefinidos para el aire acondicionado, por lo que la maleabilidad de todos los ductos fue muy importante en verticales y en anillos, y el propio diseño que no existe en ningún libro de aire acondicionado. Ver que funcione como se planeó y sea de gran eficiencia es un orgullo.
”Fue importante la participación del director de obra electromecánica en la construcción del inmueble, ingeniero David Romero, porque nos dio la confianza de poder diseñar y poder plantear lo que nosotros podemos hacer, siempre con el compromiso de que todo tiene que ser lo mejor en cuanto a tecnología. Somos una empresa preocupada por la tecnología. Siempre buscamos que lo que instalamos sea lo mejor y lo que está actualmente funcionado en el mundo con excelentes resultados”.
Para Óscar fue un crecimiento haber participado en este proyecto: “En general, fuimos un equipo donde nos interrelacionamos todas las disciplinas: arquitectura, mecánica, eléctrica, hidráulica, automatización, aire acondicionado… entonces, al final, adquiero conocimientos de otras disciplinas que no eran mi área. Ese aprendizaje es invaluable. No hay universidad que enseñe tanto en tan poco tiempo.
”Hoy en día, seguimos siendo el mismo equipo de trabajo, desarrollamos edificios nuevos, la relación ha sido bastante buena. Un acierto muy grande de este equipo es que todos opinamos sobre algún aspecto desde el punto de vista de cada área; es decir, alguien trae algún problema o pendiente, juntamos a todas las disciplinas y cada una da su punto de vista desde su área. Así, los conflictos que se hayan suscitado se resuelven de la mejor manera, tratando de complacer a todas las disciplinas para que todos estemos de acuerdo y funcione mejor.”
Actualmente, Óscar Zepeda participa en el diseño de sistemas de climatización y automatización en el Centro de Datos de Santander. Se pretende que sea el primero con un Nivel Tier 4 en México. La primera etapa se terminará en agosto de 2013. “Me complace invitar a los ingenieros recién graduados a que visiten este tipio de edificios para transmitir los conceptos que aquí se tienen, para que se interesen aún más y sigan estudiando y proponiendo nuevos diseños para hacer construcciones sostenibles y amigables con el ambiente. Ya no hay que quedarnos con lo tradicional; debemos hacer uso de tecnología innovadora”.
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