Administrar los recursos y hacer eficientes los procesos de cualquier edificio es indispensable para reducir el consumo energético, así como el impacto medioambiental; un sistema de automatización integral lo hace posible.
Melissa Rodríguez
Según el estudio elaborado por la Oficina de Planificación y Sostenibilidad a Largo Plazo, de Nueva York, dicha ciudad, con 950 mil edificios, es responsable de la mayoría de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) de Estados Unidos, atribuyéndole el 79 por ciento de las emisiones de gases contaminantes de la Gran Manzana.
El estudio demuestra que el uso de materiales contaminantes en edificios ocasiona un deterioro en la salud de sus habitantes y al medioambiente. De igual forma, la construcción, rehabilitación y demolición de los mismos, también genera contaminación.
En el territorio nacional, especialistas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) refirieron que, una vez construidos, los edificios continúan impactando ambiental y económicamente a la sociedad.
Por ello, la aplicación de criterios de sostenibilidad son ahora los principios para que los complejos puedan subsistir a través de técnicas como la maximización en la utilización de sus recursos, gestión del ciclo de vida de los inmuebles, sistemas, equipos y la reducción del consumo energético.
Los especialistas indican que la elección adecuada de los aspectos que integran los edificios es un paso importante hacia la sostenibilidad. Por lo cual, es necesario evaluar los procesos productivos desde una perspectiva tecnológica que contribuya a mejorar y dinamizar el uso y los procedimientos de cada uno de los componentes de un edificio.
Jorge Luis Hagg, gerente de Desarrollo de Negocios y Productos, en la unidad de negocios building en Schneider Electric, México, dice a Mundo HVAC&R que “se ha demostrado lo poco amigables que pueden llegar a ser los edificios constituidos sin ninguna consideración medioambiental, económica y eficiente o que no son modernizados de acuerdo con las exigencias actuales”.
No obstante, una gran proporción de empresas se están preocupando por equipar sus edificios con una amplia variedad de sistemas computarizados para controlar y administrar el clima, la energía, la iluminación, la seguridad, etc. “El reto es lograr que estos sistemas se comuniquen a través de diversos protocolos, que se conectan y convergen entre sí”, dice Jorge Hagg.
De esta forma, el concepto de automatización ha surgido como una concepción global de sostenibilidad, mientras que su grado de integración a los edificios es paralelo a las exigencias de las comunidades organizacionales.
Según Jorge Hagg, esta nueva especialización de control centralizado ha permitido constituir la tendencia de los edificios inteligentes en los últimos años; en donde un edificio inteligente representa aquella edificación tecnológicamente avanzada, dotada de dispositivos de última generación y mecanismos de gestión que ayudan a la construcción a administrar y controlar lo intereses económicos y ambientales de quienes se encuentran fuera y dentro de ellos.
La función de la automatización “es trabajar como un sistema nervioso central del edificio, mediante una plataforma tecnológica que permita el control y la administración de la seguridad, la climatización, datos e iluminación que faciliten al usuario la utilización de todos los servicios”, dice Jorge Hagg.
“La automatización contribuye para que las ciudades puedan ahorrar más energía, disminuyan las emisiones de CO2, frenando así el cambio climático, y que aumenten la productividad de las instalaciones eléctricas de sus edificios e infraestructuras públicas, reduciendo el costo por servicios, y potenciando el desarrollo sostenible de los países”, comenta Jorge Hagg.
Asimismo, ha permitido desarrollar proyectos para mejorar las instalaciones de nuevas edificaciones y prepararlas para necesidades futuras. Tal es el caso de Smart Struxure, una solución de Schneider Electric, que pretende automatizar los componentes de las nuevas edificaciones, de manera que, quien opere el complejo, pueda ser más productivo en otras actividades y se desentienda de la ejecución del mismo en términos generales.
Smart Struxure ofrece a propietarios de edificios y administradores de instalaciones un sistema de automatización de edificios vía web que unifica diversos equipos de sistemas y mecanismos de control en una sola interfaz de navegación; pueden ser monitoreados y controlados en cualquier momento, vía remota, presencial o a través de un software.
De acuerdo con Jorge Hagg, toda aplicación para automatización empresarial, como Smart Struxure, ayuda a los edificios a administrar sus sistemas, procesos y equipos incorporados en cualquier espacio, de forma que los usuarios puedan tener una visibilidad clara de los patrones de consumo de energía de sus instalaciones, haciendo más fácil gestionar y optimizar el uso de la misma, al mismo tiempo que se identifican oportunidades para mejorar la eficiencia del complejo.
“En el caso de Smart Struxure, la aplicación le permite al usuario tomar control del edificio para evitar altos costos de energía, reducir consumo, optimizar el tiempo de ejecución del equipo, evaluar las tarifas de los servicios y tomar ventaja de la demanda de respuesta y los programas de tarifas en tiempo real”.
Ventajas operativas de los ejes de acción de la automatización
Jorge Hagg comenta que, a través de la integración y administración de este tipo de sistemas inteligentes, pueden obtenerse sumas ventajas; una de ellas, es que añade confiabilidad a la gestión del edificio, ya que los sistemas, que integran el mismo se controlan unificadamente a través de una sola aplicación. Además, frente a la falla de algún equipo o proceso, los demás continúan operando eficientemente.
“Detectar un incendio podría originar que se liberen las puertas, que los ascensores se dirijan a la planta baja, que se presuricen unas áreas y en otras se extraigan los gases (humo), optimizando la seguridad y la funcionalidad. Estas decisiones las toma el sistema en forma automática e instantánea, sin necesidad de la acción humana”, dice Jorge Hagg.
Respecto al control del confort interno, aire acondicionado, calefacción y ventilación, es posible lograr condiciones ideales de temperatura, humedad y calidad del aire. Para esta aplicación se utilizan controladores de zona que van individualmente instalados en cada habitación.
Con la automatización de un edificio se puede controlar la iluminación para adecuar el nivel de luminosidad, según las necesidades de los usuarios y las diferentes actividades que se lleven a cabo en el edificio.
De la misma forma que en la climatización, una luz encendida en una oficina vacía es un desperdicio de energía.
No obstante, estos sistemas pueden detectar cuando el ocupante abandona la habitación, y apagar automáticamente todas las luces.
En edificios con grandes ventanas es indispensable aprovechar la luz natural, por lo que los sistemas tienen la capacidad de identificar la cantidad de luz que entra a determinadas zonas del edificio y decide cuántas luces y en qué direcciones encender. Así optimiza el consumo de energía eléctrica.
“La capacidad de un edificio automatizado tiene un impacto directo en el valor comercial de toda organización, es decir, es un elemento diferenciador de las empresas”, dice Jorge Hagg.
A pesar de que la primera versión de Smart Struxure a nivel corporativo para nuevos edificios fue lanzada en Venezuela. A lo largo del segundo trimestre de 2013, Schneider Electric México lanzará una versión del software para pequeñas infraestructuras (locales, restaurantes, cafeterías, etcétera), con el fin de crear espacios agradables y personalizados. “Además de un perfecto rendimiento de las instalaciones (cocina, refrigeración, climatización, ventilación, iluminación) con el menor coste energético. Esos serán los primeros nichos de acción en México”, revela Jorge Hagg.
La solución que busca Schneider Electric con Smart Struxure es hacer más eficiente la operación de los clientes, ayudarles a que tanto sus instalaciones, como la gestión de energía eléctrica, sean más seguras y eficientes.
“Los resultados más importantes que se logran a través de la automatización son el ahorro energético (lo que se ve reflejado en la factura eléctrica), la extensión de la vida útil del inmueble y la productividad de los ocupantes, de manera que garantizarles una estancia con mayor seguridad y confiabilidad en el interior del inmueble se vuelve más productiva, y eso también repercute en gente más sana, mayor flujo de trabajo, empresas más productivas”, concluye Jorge Hagg.
Beneficios empresariales
- Aumenta el rendimiento de las operaciones, integrando todos los sistemas del complejo
- Mejora la rentabilidad, reduciendo costos de operación
- Ayuda a identificar prácticas más eficientes en las instalaciones
- Impulsa el flujo de trabajo y la administración de recursos
- Reduce el tiempo de inactividad causada por fallas en el equipo
- Acelera el mantenimiento y la solución de problemas
- Reduce costos de construcción y remodelación
- Apoya a los objetivos de Responsabilidad Social Corporativa