Los sistemas de humidificación son útiles en la conservación de materiales y alimentos; también ayudan a disminuir enfermedades respiratorias. Sin embargo, antes de realizar una inversión, es necesario tomar en cuenta las necesidades y condiciones atmosféricas de cada espacio.
María Verónica Rosón.
Un 45% de humedad relativa reduce o elimina los efectos electrostáticos.
El acondicionamiento del aire no sólo comprende la calefacción en invierno y la refrigeración en verano; también involucra al filtrado, es decir, la remoción de partículas en suspensión; circulación, el movimiento del aire interior; ventilación, el ingreso de aire exterior al sistema, y la humidificación y deshumidificación, aumento o disminución de la cantidad de agua en la masa de aire para mantener una adecuada humedad relativa.
Habría que preguntarse si cuando se habla de humidificación, se hace referencia al aporte de vapor de agua o agua pulverizada; si es lo mismo y si, por ende, se obtendrán iguales resultados. La realidad es que no es lo mismo humidificar de forma isotérmica (inyectando vapor saturado, ya en estado gaseoso) que de forma adiabática (inyectando agua, en forma de pequeñas gotas, casi imperceptibles para el usuario, aún en estado líquido).
Los resultados son completamente distintos y las aplicaciones, en general, están claramente separadas. Son pocas las ocasiones en que se puedan usar indistintamente cualquiera de estas dos opciones; aunque así fuera, es fundamental conocer cuáles son las ventajas y desventajas de cada una de estas dos grandes familias de humidificadores. De la misma forma, dejar clara la definición de aire atmosférico es indispensable para tomar la mejor decisión.
Aire atmosférico o aire húmedo
El aire atmosférico es una mezcla binaria de componentes: aire seco y vapor de agua. El peso de éste último es inferior al 2 por ciento del peso del conjunto, incluso en los climas más húmedos.
Su presencia tiene una importancia fundamental, ya que tiene un efecto considerable sobre el confort humano y la mayoría de los procesos industriales. Además de estos dos componentes, el aire atmosférico contiene un gran número de contaminantes, tales como polen, humo y otros gases que se encuentran en porcentajes más elevados en el aire cercano a las fuentes de contaminación.
Por estar compuesto de vapor de agua y aire seco, también se le conoce como aire húmedo. La cantidad de vapor de agua contenido en la misma depende de las condiciones de temperatura y presión. Por lo tanto, variando esos parámetros, el aire puede incorporar vapor de agua o desprenderlo a través de la condensación.
Cuanto más caliente está el aire, puede contener mayor cantidad de humedad. Por ejemplo, el aire a 30ºC puede contener 12 veces más humedad que a 2ºC. Este es el porqué el término se denomina humedad relativa en su descripción: el porcentaje es relativo a la temperatura.
Acondicionamiento de aireCon respecto a este término, el Instituto Argentino de Electricidad Aplicada estableció, en 1993, su alcance como el resultado de la combinación en grado adecuado, bajo control automático y sin ruidos molestos, de las funciones a continuación especificadas para proporcionar, en invierno, en verano o durante todo el año, la atmósfera interior más saludable y confortable para la vida de las personas y el mejoramiento de los distintos procesos industriales. | Operaciones para el acondicionamiento del aire | |
Invierno | Verano | |
Calefacción | Refrigeración | |
Humidificación | Deshumidificación | |
Filtrado | Filtrado | |
Circulación | Circulación | |
Ventilación | Ventilación |
Por qué el aire seco es un problema
Cuando la temperatura exterior cae por debajo de la interior, como en invierno, el resultado es que el aire frío y húmedo que ingresa, al calentarse, se seca. Este aire con tan baja humedad relativa es lo que causa los conocidos resecamientos de nariz y garganta, las descargas electrostáticas, resquebrajamientos de la madera y de otros materiales.
Conceptos Generales | |
Calefacción | Se refiere al calentamiento del aire; la refrigeración, a su enfriamiento |
Procesos de humidificación | Se aumenta la cantidad de agua en la masa de aire, y en la deshumidificación o secado, se le extrae vapor de agua |
Filtrado | Es la remoción de partículas, y la ventilación es aire exterior que entra al sistema opuestamente a la recirculación del aire del interior |
Vapor de agua | El vapor de agua contenido en el aire no es tangible, no se puede ver, no tiene color, sonido ni olor. Por esto es el aspecto menos entendido del acondicionamiento |
Humedad | La humedad es simplemente el vapor de agua contenido en el aire, y se expresa mediante los conceptos de humedad relativa, humedad absoluta, humedad específica y humedad de saturación. La relativa es la cantidad de agua contenida en el aire a determinada temperatura, comparada con la cantidad máxima de vapor de agua que puede contener el aire a esa temperatura cuando está saturado |
HR: Humedad relativa HA: Humedad absoluta Ws: Humedad específica de saturación W: Humedad específica |
HR = (HA / Ws) x 100 W = masa de vapor de agua/ masa de aire seco [gr/kg] HA = masa de vapor de agua / volumen de aire [gr/m3] Ws = cantidad máxima de vapor de agua /masa de aire seco |
Ejemplo: A 23ºC un metro cúbico de aire puede contener hasta 21 g de vapor de agua. Si un metro cúbico de aire contiene 21.2 g de vapor de agua, se dice que está al ciento por ciento de humedad relativa. Si ese mismo metro cúbico de aire contiene 10.6 g a 23ºC, esto se compara con la cantidad máxima de vapor de agua que puede contener a esa temperatura: 10.23 g / 21.2 g = 0.50 (50%)* *El aire posee una humedad relativa del 50% |
Deterioro de los materiales higroscópicos
Si se toma una madera del exterior, que se ha estabilizado con el contenido de vapor de agua del aire exterior, y se la coloca en el interior de un edificio calefaccionado con una humedad relativa menor, la madera comenzará a entregarle vapor de agua al aire seco del edificio.
A medida que la madera empieza a perder humedad por sus extremos, éstos empiezan a contraerse y separarse, provocando su resquebrajamiento. Este mismo daño puede ocurrirle a papeles, telas, algunos plásticos, porcelanas, frutas y vegetales y otros materiales que tienen la habilidad de absorber o entregar vapor de agua. Tales materiales se denominan higroscópicos, que absorben agua. Estos materiales siempre buscan alcanzar el equilibrio con el ambiente.
La humedad y la temperatura determinan la mayor parte de los deterioros que amenazan a los materiales gráficos, fotográficos, textiles y a casi todos los objetos de colección que se conservan en archivos, bibliotecas y museos. Por lo tanto, la clave para la protección de los materiales higroscópicos es la estabilidad del ambiente.
Es sumamente perjudicial permitir que la humedad relativa cambie muy rápidamente o que tenga varios saltos a lo largo del año. Esta es una de las razones por la cual el control (o la estabilización) de la humedad relativa se está convirtiendo en una parte tan importante de la calidad del aire interior.
Problemas con la electricidad estática
Las cargas electrostáticas son generadas cuando hay rozamiento entre materiales con resistencia eléctrica alta. La acumulación de tales cargas puede tener una variedad de resultados: chispas desagradables por causa de la fricción entre dos materiales (al tener puestas medias y caminar sobre fibras de la alfombra); dificultad en el manejo de hojas de papel, fibras, y otros; destrucción de datos almacenados en discos y cintas magnéticas que requieran ambientes específicamente controlados, y situaciones peligrosas en presencia de gases explosivos, como en hospitales, laboratorios o salas de limpieza industrial.
Una carga electrostática en nuestro cuerpo puede llegar a ser de 20 mil voltios, y cuando un objeto de metal es tocado, se descarga, usualmente acompañado de una chispa. Este efecto, aunque desagradable, no es peligroso, pero puede perjudicar equipos electrónicos, tales como computadoras y monitores.
Al aumentar la humedad relativa del ambiente, se reduce la acumulación de cargas electrostáticas, pero el nivel óptimo de humedad depende hasta cierto punto de los materiales involucrados.
Una humedad relativa del 45 por ciento reduce o elimina los efectos electrostáticos en muchos materiales, pero la madera y algunos materiales sintéticos pueden requerir una humedad relativa aún mayor.
Influencias de la humedad en la salud y el confort
• A mayor humedad, mayor confort
El efecto completo de la humedad relativa sobre todos los aspectos del confort humano todavía no ha sido establecido, ya que es algo muy complejo, y el ciento por ciento de satisfacción es difícil de alcanzar.
En lo referente al confort térmico, el problema es que si se focaliza exclusivamente sobre la temperatura, algunos ocupantes sentirán demasiado frío en verano y otros, mucho calor en invierno. El diseñador puede reducir estos problemas controlando la humedad, además de la temperatura, en forma separada. Generalmente se considera que para contrarrestar una baja humedad relativa se necesita una temperatura más elevada.
Una humidificación adecuada reduce la evaporación en la superficie de la piel, las personas sentirán más calor cuando la humedad aumenta (permitiendo reducir la temperatura), disminuyendo de esta manera los gastos de energía requerida para calefaccionar y el gradiente térmico entre la temperatura exterior y la interior.
• A menor humedad, mayor riesgo de enfermedad
Una baja humedad relativa aumenta la evaporación desde las membranas de la nariz y garganta, deshidratando las mucosas del sistema respiratorio, además de resecar la piel y el cabello.
El aumento de afecciones del sistema respiratorio durante los meses de invierno está generalmente vinculado a una humedad relativa baja. Estudios epidemiológicos han descubierto que el promedio de enfermedades respiratorias de los ocupantes de edificios con humedad relativa de entre 40 y 60 por ciento son muy inferiores comparados con aquellos de ocupantes de edificios con humedad relativa muy baja.
Otro problema, en la actualidad, son los lentes de contacto blandos. Como estos lentes son higroscópicos, absorben y evaporan vapor de agua del ojo. En una atmósfera muy seca, estos lentes se secarán muy rápido, curvándose, y creando una situación incómoda.
También, al secarse, esta superficie crea una película muy fina que evita que los párpados limpien el lente al parpadear.
Esta película facilita el crecimiento de proteínas y bacterias, lo cual tiene como resultado las infecciones del ojo. De hecho, un estudio sobre estas infecciones, ocasionadas por el uso de lentes de contacto, muestra un crecimiento muy marcado durante la época invernal.
Elegir el mejor sistema
Humidificar es algo muy simple, se debe aportar al ambiente determinada cantidad de vapor de agua como para mantener cierta humedad relativa, la cual varía drásticamente al cambiar la temperatura del aire que ingresa al recinto.
Hay dos grandes familias de humidificadores y cada una afecta de diferente manera la temperatura del aire. Utilizando humidificadores adiabáticos, el aire se enfría; con los humidificadores isotérmicos, la temperatura del aire permanece prácticamente constante.
Para que se produzca la humidificación es necesario que el agua absorba suficiente energía para evaporarse. Se necesitan unos 1 mil BTU para evaporar cada libra de agua, o unas 540 calorías por cada gramo de agua, sin importar si el agua está en un reservorio, sobre una superficie o en forma de pequeñas gotas suspendidas en el aire. Este calor esencial es llamado calor latente de vaporización.
En general, los equipos de humidificación se dividen en dos categorías, dependiendo de cuál es la fuente que provee la energía para vaporizar el agua. Los humidificadores adiabáticos utilizan el calor del aire que está siendo humidificado; mientras que los del tipo isotérmico, el calor que es agregado al agua empleada para la humidificación.
1.- Humidificación isotérmica
• El vapor saturado suministrado ya se encuentra en estado gaseoso debido a la energía provista por el humidificador (corriente eléctrica, gas, carbón, etcétera), y, por lo tanto, se mezcla con el aire sin ninguna dificultad
• Durante el proceso de la humidificación, a medida que la humedad relativa aumenta, la temperatura se mantiene constante
Sistemas isotérmicos
Éstos son frecuentemente utilizados en instalaciones familiares y comerciales. Tienen dos componentes principales: la unidad que genera el vapor y el dispositivo que distribuye el vapor en la corriente de aire. Estos humidificadores pueden ser:
- Eléctricos, por medio de resistencias
- A electrodos sumergidos
- A gas
- Calderas centrales generadoras de vapor
2.- Humidificación adiabática
• Durante el proceso de humidificación, a medida que la humedad relativa va en aumento, la temperatura disminuye
• Se entrega al ambiente agua atomizada y, aunque se encuentre extremadamente atomizada, aún su estado es líquido (la energía, para pasar del estado líquido al gaseoso, es suministrada por el aire con la consecuente reducción en la temperatura)
Sistemas adiabáticos
Estos dispositivos crean una gran superficie de interfase entre el aire y el agua en estado líquido, donde se forma una fina capa de vapor saturado, con una presión parcial igual a la presión de saturación a la temperatura del líquido. Se utilizan frecuentemente en aquellas instalaciones en donde el aire de alimentación deba ser enfriado y humidificado, o donde haya calor sensible en exceso en el aire de retorno que pueda ser utilizado para la evaporación.
En estos sistemas el tamaño de la gota influye directamente sobre la eficacia del sistema, pues entre más chica sea la gota, más rápida va a ser su evaporación, disminuyendo de esta manera los riesgos de condensación. En estas situaciones, los costos de operación serán notablemente inferiores a los de una humidificación isotérmica.
Los humidificadores adiabátios más usados son:
- Centrífugos
- Atomizadores con aire comprimido
- Atomizadores con agua presurizada
- Ultrasónicos
Fuente de energía
Cuando la humidificación es adiabática el aire se enfría, ya que su propio calor sensible es utilizado para evaporar el agua que está absorbiendo. En el diagrama sicrométrico, este proceso sigue la línea de bulbo húmedo. A medida que el aire absorbe humedad, tanto la humedad relativa como la temperatura varían, pero el contenido de calor total (la entalpía) se mantiene constante. La temperatura del aire disminuye a medida que la humedad relativa aumenta, ya que el calor sensible se transfiere del aire al agua hasta que ésta se evapora.
La palabra adiabático describe justamente procesos como este, que avanzan por sí mismos, sin la necesidad de ningún aporte de energía exterior. Este fenómeno natural es muchas veces utilizado para ahorrar costos, refrigerando en climas calurosos y áridos.
En muchas partes del mundo, los edificios son enfriados y humidificados al mismo tiempo gracias a este principio. También podría utilizarse en climas fríos, donde se necesite humidificar edificios que tengan muchas ganancias interiores (equipamiento) y sea necesario refrigerar durante la estación invernal.
Opuesto a esto, los humidificadores isotérmicos utilizan el calor agregado al agua que será evaporada. Generalmente, se hierve el agua, y el vapor resultante es entregado al aire. El vapor contiene entonces el calor necesario para la evaporación del agua.
La palabra isotérmico describe un proceso que se desarrolla a temperatura constante, aunque un humidificador isotérmico generalmente levanta la temperatura del aire unos grados (esto se debe a la temperatura del vapor).
Para ser precisos, el proceso se debería llamar casi isotérmico, ya que hay una pequeña variación en la temperatura del aire, dependiendo de la temperatura del vapor. Pero para simplificar la comunicación, se describe a estos humidificadores con una sola palabra: isotérmicos.
Agua de alimentación
El tipo de agua con la cual se alimentará el sistema de humidificación afectará el desempeño del humidificador, el mantenimiento, la calidad del vapor y la eficiencia.
La molécula de agua (H2O) es bipolar, esto le da una facilidad especial para formar lazos y también permite que otros iones disociados se adjunten a esta molécula, por eso generalmente es descrita como solvente universal.
Casi todas las sustancias son solubles, hasta cierto punto, en agua. Esto explica la presencia en las aguas naturales de sustancias minerales (cloruros, sulfatos, nitritos y nitratos, carbonatos, sales de calcio y de magnesio) y sustancias orgánicas, cuya naturaleza y proporción varían según los recorridos de estas aguas.
Resumiendo, la calidad del agua de consumo urbano o agrícola viene definida por una serie de parámetros que identifican y particularizan las propiedades físico-químicas de cada tipo de agua según su procedencia.
La dureza es uno de esos parámetros. Este término se refiere principalmente a la cantidad de compuestos de calcio y magnesio disueltos en el agua, o de metales que no sean alcalinos. Estos minerales tienen su origen en las formaciones rocosas calcáreas, y pueden ser encontrados, en mayor o menor grado, en la mayoría de las aguas naturales. El calcio y el magnesio se presentan en las aguas duras bajo la forma de sulfatos o bicarbonatos.
Otro de los parámetros que identifican y particularizan cada clase de agua es la conductividad, que es la medida de la capacidad de un material para conducir la corriente eléctrica. Entonces, la conductividad eléctrica se define como la facultad que tienen las sales inorgánicas en solución (electrolitos) para conducir la corriente eléctrica.
El agua pura prácticamente no conduce la corriente, sin embargo, el agua con sales disueltas conduce la corriente eléctrica. Los iones cargados positiva y negativamente son los que conducen la corriente, y la cantidad conducida dependerá del número de iones presentes y de su movilidad.
Los humidificadores isotérmicos, al generar vapor, estarían aportando al ambiente una solución totalmente estéril, ya que lo que se evapora es únicamente el agua pura, y los minerales, contenidos en la misma, quedarían depositados en los cilindros, bidones o cualquier otro depósito donde se produzca el pasaje de líquido a gaseoso. Esto es completamente independiente del agua de alimentación, y el resultado es el mismo: vapor estéril.
Eso no quiere decir que, sea cual fuese el sistema de humidificación isotérmico, se pueda alimentar con cualquier tipo de agua: esto no es así. Generalmente, depende del principio de funcionamiento del humidificador, por ejemplo, si trabajamos con electrodos sumergidos, el agua de alimentación deberá tener una dureza y una conductividad determinada, ya que el principio de funcionamiento de este tipo de humidificadores se basa justamente en aprovechar la conductividad de los minerales disueltos en el agua; entonces, la corriente eléctrica fluye a través del agua, gracias a su conductividad, el agua aumenta su temperatura hasta alcanzar el punto de ebullición, y así se produce el vapor.
En cambio, si se trabaja con humidificadores a resistencia, que produce el calentamiento del agua es justamente la resistencia eléctrica, se pueden alimentar casi con cualquier tipo de agua, incluso con desmineralizada, disminuyendo de esta manera los costos de mantenimiento.
No hay que olvidar que el costo inicial de estos equipos es relativamente alto, comparado con los de electrodos sumergidos; por lo tanto, sólo se justificará su uso en aquellas instalaciones donde no se pueda disponer de agua de red, o con las características necesarias para trabajar por electrodos sumergidos, o para minimizar los costos de mantenimiento en donde el agua disponible sea muy dura, o se disponga únicamente de agua tratada en toda la planta.
Con los humidificadores adiabáticos el agua y los minerales en suspensión serán atomizados o pulverizados al ambiente. El agua se evapora y los minerales se precipitan, y, aunque no sea realmente muy importante esta precipitación (menor que el polvo ambiente), hay distintos tipos de aplicaciones que no lo permiten (por ejemplo, ambientes limpios). En estos casos se puede optar por alimentar estos humidificadores con agua previamente tratada por osmosis inversa o directamente desmineralizada.
Distribución en ambiente o en conductos
En la distribución del vapor es muy importante saber cómo se comportan estas dos grandes familias, ya que no es lo mismo inyectar en un conducto de aire acondicionado vapor en estado gaseoso que agua, con los riesgos de condensación que esto implica. En el primer caso, prácticamente sin dificultad, el vapor se mezcla rápidamente con el aire, y cualquier condensación que se pueda producir en los distribuidores es fácil de remover simplemente con algún pequeño drenaje.
Por el contrario, al atomizar agua, habrá que tener muy en cuenta la sección del conducto y la velocidad del aire para calcular la cantidad máxima de toberas a colocar y su distribución, siendo sumamente aconsejable la utilización de un segundo sensor de humedad del cero al ciento por ciento humedad relativa en el conducto para chequear la saturación y minimizar los riesgos de condensación.
En el caso de atomizar el agua directamente en los ambientes, estos riesgos de condensación prácticamente desaparecen, mientras se controle la altura de colocación de las toberas y el libre recorrido de las partículas de agua hasta su completa evaporación.
Costos de operación y de mantenimiento
Como ya se mencionó, durante la humidificación isotérmica, el vapor saturado suministrado ya se encuentra en estado gaseoso debido a la energía que le provee el humidificador (corriente eléctrica, gas, carbón, etcétera). Por lo tanto, en los costos de operación se debe tener en cuenta este dato. Si trabajamos con corriente eléctrica, este valor rondará los 0.75 kilowatts por cada kilo de vapor producido. En cuanto a los costos de mantenimiento, éstos dependerán del sistema que se escoja.
Al utilizar humidificadores a electrodos sumergidos necesitamos de los minerales que contiene el agua, por lo tanto, no podemos usar agua tratada ni desmineralizada. El agua se evapora y estos minerales quedarán contenidos en los recipientes donde se produjo la evaporación y luego tendrán que ser removidos.
Por lo general este tipo de humidificadores vienen provistos de cilindros descartables para hacer más fácil su mantenimiento, y, en el caso de sólo disponer de aguas muy duras, una opción interesante es contar con cilindros o tachos que se puedan abrir para llegar a los electrodos, y de esta manera permitir su limpieza mediante la utilización de algún medio mecánico. En el caso de humidificadores a resistencia, esto se puede mejorar al poder utilizar agua tratada.
Durante la humidificación adiabática, se entrega al ambiente agua atomizada y, aunque se encuentre extremadamente atomizada, aún su estado es líquido.
La energía para pasar del estado líquido al gaseoso es suministrada por el aire, no por el sistema de humidificación; esto significa que los costos de operación serán significativamente menores, siempre y cuando no tengamos que aumentar la capacidad de calefacción por la disminución de la temperatura producida.
En cuanto al mantenimiento de estos sistemas, si son eficientes y están bien diseñados, suele ser bastante sencillo, puesto que los minerales no quedan depositados en ningún recipiente, sino que pasan directamente al aire.
En el caso de trabajar con toberas, lo ideal sería hacer uso de aquellas que se limpian automáticamente, para así minimizar los gastos de mantenimiento y maximizar la vida útil de las mismas.
Incluso hay algunos sistemas que sólo permiten la utilización de agua tratada, generalmente por ósmosis inversa.
Aplicaciones
En aplicaciones pequeñas y medianas, se utilizan mayormente los sistemas isotérmicos, ya que generalmente esas unidades ofrecen menores costos de instalación, menor tamaño físico, menos controles y más simples.
En instalaciones más grandes, aplicaciones agrícolas y también para niveles de humedad más bajos, se utilizan generalmente humidificadores adiabáticos. Son más sencillos y económicos cuando hablamos de grandes capacidades. También hay unidades adiabáticas de dimensiones muy pequeñas para uso personal. Cada tecnología tiene sus ventajas y desventajas, dependiendo de las necesidades de cada instalación. En general, podemos clasificar las siguientes aplicaciones:
Sistemas isotérmicos
- Casas de familias (confort, problemas de salud, preservación de muebles)
- Hospitales (por su producción de vapor estéril e inodoro)
- Museos (para preservar valiosas obras de arte)
- Laboratorios
- Industrias de elaboración y conservación de alimentos
- Industrias textiles, tipográficas, farmacéuticas (de pequeñas dimensiones)
Sistemas adiabáticos
- Cámaras frigoríficas y de almacenamiento de productos frescos
- Imprentas
- Industrias textiles
- Automotrices
- Cabinas de pinturas
- Sistemas de climatización por enfriamiento adiabático (pensando principalmente en el ahorro de energía)
- Cualquier aplicación con temperaturas cercanas a los 0ºC o incluso por debajo, siempre y cuando exista algún sistema que evite el congelamiento del agua
Los costos de operación varían en cada sistema; por tal razón y como se especificó en el desarrollo del texto, la selección de la fuente de energía, el agua que se usará para su alimentación y la forma en que se distribuirá, así como las condiciones térmicas, son elementos que deben conocerse a cabalidad para elegir, según el espacio, una óptima humidificación.
Humidificadores, siempre vulnerables a la Legionella
Cualquier sistema de agua (transferencia de masa de agua en corriente de aire) creado y manipulado por el hombre, si no son convenientemente diseñados y mantenidos, son considerados de alto riesgo para la propagación de la bacteria Legionella Pneumophila, causante de la enfermedad legionelosis. Hoy en día no es una rareza, es una enfermedad mortal similar a la neumonía, contraída por inhalar aire húmedo, cuyo porcentaje de agua contiene la bacteria.
Son instalaciones de riesgo todas aquellas que, procurando condiciones de anidamiento adecuadas para ésta (fundamentalmente tienen agua estancada o retenida a temperatura de 24-45°C, y especialmente con presencia de suciedad), produzcan aerosoles que puedan ser inhalados por las personas. Recordemos que la bacteria sobrevive a los programas comunes de desinfección con cloro, usados para agua potable y, por lo tanto, se puede encontrar en los sistemas de distribución de agua industrial y doméstica.
Los sistemas de humidificación adiabáticos en los que no se produce recirculación del agua, y, que por lo tanto, trabajan a agua perdida, no poseen riesgo apreciable de multiplicación de la bacteria, ya que no se producen las condiciones óptimas para el crecimiento de la misma. Tampoco los humidificadores que producen vapor son riesgosos, pues a esta temperatura no sobrevive la Legionella Pneumophila. Además, no se generan gotas.
De todos modos, si el humidificador no fue instalado correctamente, se puede acumular condensación en el conducto y llevar al crecimiento de bacterias. Durante los períodos en que el equipo no es utilizado, toda el agua debe ser drenada del sistema para evitar la posibilidad de crecimiento bacteriológico. Para reducir los riesgos de contaminación, entonces, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Utilizar humidificadores que generen vapor. Estos son los únicos humidificadores universalmente reconocidos como exentos en la difusión de bacterias, ya que el vapor es totalmente estéril
- Hacer uso de sistemas de enfriamiento indirectos, aunque los directos sean energéticamente más eficientes
- Emplear agua esterilizada o directa de la red
- Evitar la utilización de agua estancada
- Poner separadores de gotas para eliminar el agua residual que no se haya evaporado
- En el caso de atomizadores, excluir el agua recirculada del proceso de atomización
- Mensualmente, inspeccionar visualmente la totalidad del aparato, efectuar un drenaje y limpiar la bandeja
- Anualmente, comprobar el estado del separador de gotas, y repararlo si fuera necesario
Para las aplicaciones en conductos, se debe tener en cuenta que éstos suponen un riesgo de contaminación, debido a la acumulación de suciedad en zonas de turbulencias a baja velocidad. Si esta suciedad es humedecida, puede ser un hábitat óptimo para el desarrollo de la Legionella.
Para reducir los riesgos es recomendable:
- Utilizar preferentemente conductos metálicos, pues permiten limpieza por medios mecánicos
- Los conductos de sección circular u oval son preferibles, porque reducen las zonas de turbulencias
- Se recomienda instalar puertas de acceso cerca de cada cambio de dirección o derivación
- Anualmente se debe inspeccionar la red de conductos y proceder a su limpieza si fuera necesario
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María Verónica Rosón
Es arquitecta por la Universidad de Buenos Aires. Ha sido ponente en el Congreso Argentino de Mantenimiento Hospitalario (CAM), en el Congreso Iberoamericano de Aire Acondicionado y Refrigeración (CIAR), así como en el Congreso Americano de Tecnologías de Aire Acondicionado y Refrigeración (CATAAR). Actualmente desempeña el cargo de directora Suplente en SUPERCONTROLS, empresa dedicada a la importación y distribución de controles para aire acondicionado y refrigeración.
1 comentario
hola , me gustaria ver la manera de tener una charla con alguien de su compañia estoy muy interesado en cambiar el metodo de humidificar el aire en la compañia que trabajo, me interesa escuchar propuestas actualmente cuento con humidificadores a base de resistencias pero quiero actualizar el sistema completo por algo mas eficiente y con un costo menor en mantenimiento he mirado sistemas de spray , espero su pronta respuesta . gracias