Camilo Botero.
Capacitación, normalización y certificación a través de las asociaciones.
En la actualidad, debemos tener una visión holística (del griego holos: todo) de los sistemas, es decir considerarlos de una forma integral. Por lo tanto, en adelante, cuando emprendamos un proyecto constructivo, que implique a su vez un proyecto de climatización, debemos tomar en cuenta cada uno de los aspectos que lo engloban.
En este sentido, el papel de las asociaciones y gremios es fundamental, pues son los entes que se encargan de definir los principios, las políticas, la forma y el estilo de nuestro oficio. Sin ellos, –dada la disparidad de criterios y sobre todo la competencia económica– el accionar se volvería un completo caos.
Desde mi percepción, éstos deben, por la integración con otras disciplinas consideradas, ser actores principales en el negocio de la climatización. Tal es el caso de la arquitectura y la ingeniería civil, con las cuales se presentan constantes conflictos que no deberían existir, puesto que si se reglamentan y armonizan esas relaciones, se lograrían proyectos operados tal cual se conceptualizaron desde un principio.
Lo anterior exige a ingenieros y técnicos que estén bien capacitados y certificados, en un marco general correctamente normalizado y legislado; equipos y partes certificados, todo ello siguiendo códigos de ética, perfectamente estudiados y difundidos en los comités que para ello se conforman, es decir: las asociaciones.
A riesgo de volverme repetitivo, se debe buscar un propósito común en los temas de Capacitación + Normalización + Certificación, y esto sólo se logra a través de las asociaciones. Ejemplo de ello lo tenemos en alto grado en ASHRAE, ATECYR y ABRAVA. Ya lo estamos iniciando de manera estratégica en ACAIRE y en otras asociaciones de la región como AMERIC, la Cámara Chilena de la Refrigeración, IRC, en donde se tienen importantes programas en este sentido. Para citar los casos que conozco, sin demeritar los esfuerzos que realizan en el resto de las asociaciones iberoamericanas, las publicaciones técnicas deben ser también fomentadas de manera intensa y los programas de certificación son una necesidad imperativa y eso se hace en las asociaciones.
Otro factor donde el apoyo de éstas es fundamental es en los datos del clima, los cuales son decisivos en la intención de lograr condiciones apropiadas de confort humano y/o procesos que requieren climatización.
En la mayoría de los países latinoamericanos no se tienen o no están adecuadamente presentados para los cálculos de la carga térmica, siendo la radiación solar un factor decisivo y a menudo mal entendido para definir la arquitectura y calcular la carga térmica máxima (es necesario que estos datos estén perfectamente investigados en cada región).
Como ejemplo del papel de las asociaciones, en Iberoamérica tenemos el recien finalizado XII CIAR, organizado por ACAIRE, en Cartagena, con el apoyo de la FAIAR, el auspicio de ASHRAE y NAFA, el cual tuvo un gran éxito.
Asistieron más de 600 participantes de al menos 20 países, se presentaron tres conferencias magistrales, 56 ponencias académicas y 18 técnico-comerciales. Además se llevaron a cabo exámenes de certificaciones de ASHRAE y NAFA.
Creo que este ejemplo tipifica excelentemente la bondad e importancia de las asociaciones y gremios en el negocio de la climatización y refrigeración.
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Camilo Botero
Expresidente de ACAIRE en dos periodos, miembro de ASHRAE y de la ACIEM, además es secretario de la FAIAR. Fue nominado en Who is Who in Science & Engineering (2007, USA) y en IBC Foremost Engineers of the World (2008, Cambridge Inglaterra). Es presidente de Camilo Botero Ingenieros Consultores Ltda. y se ha desempeñado como docente en universidades colombianas.