Como representante del área de Desarrollo de Negocios en la unidad de Buildings, Jorge Hagg ha participado en la construcción de una narrativa sobre la sostenibilidad. Su contribución a la historia de un país que se ha ocupado por el medioambiente es indispensable
Antonio Nieto / Bruno Martínez, fotografía
La historia de Jorge Luis Hagg en Schneider Electric no comenzó en Buildings, donde está actualmente. Cuando recién salía de la Universidad, titulado como ingeniero Mecánico Electricista, viendo levas, máquinas, y herramientas, entró a Telemechanic, un área de negocio de Schneider en automatización de procesos industriales.
Luego de dos años, en 1993, Schneider compra Square D. Ésta y Telemechanic y, en su tiempo, Merlin Gerin y Federal Pacific se integran como un solo Schneider Electric.
En breve, Jorge se integra al grupo de mercadotecnia de productos de Schneider: sistemas de energía ininterrumpible, transformadores secos, etcétera.
Conforme siguen creciendo las adquisiciones de la empresa, se abre el departamento de servicios, una unidad independiente, pero dentro de la organización, para dar servicio posventa.
En esta última, Jorge Hagg realiza la mercadotecnia. Ahí es donde el ingeniero toma la especialidad, creciendo en la mercadotecnia de servicios, como calidad de la energía, suministros ininterrumpidos de energía, automatización de edificios, medición y monitoreo de parámetros eléctricos y más.
Desde entonces, Jorge Hagg, al frente de Desarrollo de Negocios en la unidad de Buildings, ha consolidado y participado en el desarrollo sostenible del país. Así de grande es su aporte. El también presidente del IMEI reflexiona sobre esta industria.
“Buscamos usar de forma eficiente los recursos energéticos para hacerlos más productivos y generar instalaciones seguras y amigables con el medioambiente”
Mundo HVACR (MH): ¿Qué tipo de soluciones ofrecen al sector HVACR?
Jorge Luis Hagg (JLH): Dentro de las premisas de Schneider está hacer las instalaciones de nuestros clientes más seguras, confiables, y ayudarles a que sean más productivas y más eficientes sin hacer a un lado la parte ecológica o la parte verde.
Y para hacer seguras y confiables las instalaciones, lo que hacemos es automatizarlas, instrumentarlas y equiparlas para que ellos logren ese nivel de eficiencia y confiabilidad, haciéndolos a su vez más productivos, porque se pueden dedicar más a su negocio y no tienen que preocuparse tanto por los servicios, ya que cuentan con información de primera mano y en tiempo real de cómo se está desempeñando el edificio, particularmente el tema del aire acondicionado.
MH: ¿De qué manera has participado en la construcción en esta área de negocio?
JLH: Prácticamente me tocó empezarla desde cero, desde que Schneider decidió comprar dos empresas que ya existían: Hanover Controls y TAC. Hace una sola unidad de negocio a partir de éstas y desde ahí fue la evolución. Del mercado mexicano no participábamos absolutamente de nada de ese tipo de aplicaciones, y se partió desde conocer qué es traer el producto e introducirlo al mercado. De alguna manera ya había canales que lo estaban comercializando.
MH: ¿De qué manera contribuye Buildings en el cuidado del medioambiente y al ahorro energético?
JLH: Es una participación directa y muy importante. Desde el momento que integras una máquina de aire acondicionado por muy eficiente que sea, cuando trabaja sola y aislada de todos los demás sistemas del edificio pierde ese nivel de eficiencia.
Si tú tienes una máquina que por sí sola te puede ahorrar un 20-30 por ciento de energía; si lo hace sola, vas a llegar a ese nivel, pero cuando logras que ese aire acondicionado se integre a la iluminación, al control de acceso, a los demás sistemas de la instalación, tu ahorro puede llegar a niveles de hasta el 50 por ciento, porque en este caso la suma va a ser mayor en cuanto a los ahorros que las partes individuales.
Un aire acondicionado, que es eficiente per se, de fábrica, pero que trabaja 24 horas al día enfriando cuartos o edificios vacíos no deja de ser eficiente, pero estarás consumiendo mucha más energía de la que deberías o de la que podrías consumir si tuvieras un control de acceso, de movimiento o de necesidades particulares versus el aire acondicionado.
MH: ¿Qué relevancia adquiere el tema de automatización en términos de impacto al medioambiente?
JLH: La empresa considera que la eficiencia eléctrica y, por lo tanto, el ahorro de energía ligado a ese impacto no es sólo una opción, es el tema. Lo que buscamos es usar eficientemente los recursos energéticos para hacerlos más productivos y generar instalaciones más seguras y amigables con el medioambiente.
Cuando tú ahorras energía, ahorras emisiones de CO2; cuando usas eficientemente la energía, evitas la construcción de nuevas plantas generadoras, evitas contaminación, evitas inversiones adicionales.
Si pudieras imaginarte un diagrama de Pay, que representa el ahorro de emisiones de CO2 a la atmósfera, el 50 por ciento de esas acciones que te van a ahorrar emisiones depende de la eficiencia en el uso de los recursos, qué tan eficientemente usas tu energía, qué tanto ahorras, qué tanto modificas tus acciones y tus actividades. La otra mitad vendrá de la generación de energía a partir de fuentes de energía renovables o fuentes limpias.
En otras palabras, ese 50 por ciento del ahorro depende de cómo utilicemos la energía con los recursos que tenemos o los que están por venir y, por lo tanto, el aire acondicionado e iluminación (que podrían sumar el 80 por ciento del consumo de la factura eléctrica de un edificio de oficinas) están ligados a ese ahorro y al uso eficiente de energía.
Más allá del sólo cambio de lámparas: de nada te sirve tener lámparas ahorradoras prendidas 24 horas o cambiar un aire acondicionado de tecnología tradicional por uno de nueva generación, prendido las 24 horas, enfriando cuartos vacíos. Es ahí donde nuestra propuesta es la integración de todos esos sistemas y servicios para lograr un valor agregado.
MH: Como líder de la industria, ¿cuál es tu perspectiva del sector?
JLH: De 10 años para acá ha habido una evolución muy rápida. De hecho, se acostumbra decir que lo único constante es el cambio: yo lo que acostumbro decir es que lo único constante es la velocidad del cambio, y en este segmento aplica perfectamente esa velocidad del cambio. Hoy en día te encuentras por parte del Gobierno la ley del Cambio Climático, la ley del Uso Eficiente de la Energía.
Cada vez hay más organización dentro de las asociaciones. Están surgiendo agrupaciones que están sumando esfuerzos para lograr esa eficiencia energética o esa sustentabilidad. Hace 10 años no tenías prácticamente proyectos en proceso de certificación LEED; hoy hay más de 230 en proceso: 38 certificados a nivel nacional.
Hace 10 años no existía más que la ISO 9000 de calidad; se creó la ISO 14000, que tiene que ver con el compromiso de las empresas con el cuidado del medioambiente. Hoy tenemos la ISO 50000, que tiene que ver con la eficiencia energética en edificios en operación.
Como resumen, la tendencia es muy rápida a buscar la eficiencia energética, que haya una certificación o alguien que te avale como operador eficiente en cuanto a lo que estás haciendo; los gobiernos cada vez están más interesados en apoyar y buscar ese tipo de soluciones. Hace poco estuve en un evento que organizó la CONUEE para reunir esfuerzos de diferentes frentes en pro de la eficiencia energética a nivel nacional. Es una evolución muy rápida y que busca muchos frentes, tratando de trabajar en ese sentido.
MH: ¿Son los sistemas HVAC los que más consumen energía?
JLH: Más o menos, en números redondos, el 40 por ciento, en aire acondicionado; 37 por ciento en iluminación, y 70 por ciento del consumo eléctrico comercial es aire acondicionado e iluminación.
MH: ¿Cómo te sientes al formar parte de Schneider?
JLH: A nivel profesional y personal es una gran oportunidad estar en una empresa así, con la dinámica que trae, por los cambios y retos que ha implicado. No es que se haya quedado únicamente en el mundo eléctrico, sino que estamos incursionando en cosas que nunca antes habíamos hecho y eso implica muchos retos.
Esa dinámica te obliga a aprender cosas. En el caso del aire acondicionado, entras a una habitación de hotel y buscas la manera de prenderlo, apagarlo, subir o bajar la temperatura, pero no relacionas las repercusiones, quién lo programó, cómo se construyó, por qué está ahí ese termostato. Todo ello te da otra visión. A nivel reto, es un constante cambio de paradigma y de forma de pensar y trabajar.
MH: ¿Cómo has aprendido a dividir el trabajo y la familia?
JLH: En parte por la forma personal de llevar las cosas del trabajo, pero también porque la empresa ayuda a llevarlo. Schneider está muy preocupada y ocupada en lograr un balance de trabajo, familia y vida personal, y nos obligan, de manera indirecta, a lograr ese balance.
MH: ¿Sientes que has participado en la construcción del México actual?
JLH: Con las limitantes, el granito de arena que me toca, pero sí, definitivamente. Estoy convencido de que estamos participando en el crecimiento del país y del segmento de la construcción en general.
MH: ¿Cuál es su filosofía de vida, del trabajo?
JLH: Siempre ayudar a los demás a que hagan de la mejor manera su trabajo, con los elementos que nos tocan como profesionales del medio; difundir el mensaje del ahorro y uso eficiente de la energía, cooperar con las empresas a que hagan mejor su trabajo, en función de esos conocimientos y difusión, y contribuir con la educación del medio, del sector de la construcción, del sector de las ingenierías para hacer de nuestro país cada vez algo mejor.