Antonio González, director General en México de la empresa distribuidora Haften, habla de la importancia que tienen aspectos como la sustentabilidad, la calidad de los productos y la generación de obra pública para el fortalecimiento y crecimiento del sector HVAC.
Redacción / Manuel Merelles, fotografía
Dudo que aquella marca que aspire a competir en el mercado lo haga con productos de mala calidad, pues sería prácticamente su puerta de salida”
Como distribuidor, a qué retos se ha enfrentado Haften
Principalmente, a la liquidez de las empresas, donde los flujos de dinero para lo operación no son tan ágiles como quisiéramos. A veces, la industria privada también aprieta, y eso puede representar un freno para la compra de equipo.
Esperaríamos que esa cuestión se fuera equilibrando, sobre todo con los tipos de cambio que empiezan a repuntar. También está el aspecto de la obra pública, la cual llega a verse afectada con las inversiones especulativas, pues genera incertidumbre.
Al respecto, cuál ha sido la respuesta del Gobierno
Muchos de los contratistas que conocemos están en una etapa difícil porque el Gobierno no está generando proyectos. Por ejemplo, las cárceles que se desarrollaron en el sexenio pasado tuvieron mucho impacto económico para contratistas, fabricantes y distribuidores, pero esas obras ya están terminadas; habrá que ver qué planes tienen para este sexenio.
En el caso de la industria cementera, que depende de la construcción, ha decaído mucho los últimos años, y este año no es la excepción. Además, la cadena comercial que se hace entre fabricantes, distribuidores, contratistas y demás va de la mano. Si el Gobierno frena obras, entonces frena la economía.
Qué tanta demanda tienen los productos sustentables
En nuestro caso, la demanda va en aumento porque los usuarios o los dueños de los proyectos están comprometidos o llevan a cabo alguna certificación LEED para sus edificios o laboratorios; entonces, requieren de productos más especializados, y que además tengan cobertura respecto del ahorro de energía y la sustentabilidad.
Puedo asegurar que esta tendencia va creciendo.
De qué manera los artículos de calidad deficiente afectan al mercado
Hoy en día, hablar de productos de baja calidad es un poco cuestionable.
Yo creo que todas las marcas tienen artículos de buena calidad. Percibo muchas deficiencias en la operación e instalación de los productos, lo que, en ocasiones, hace que parezca que son de mala calidad, cuando lo que ocurre realmente es que se ha hecho una instalación deficiente o una errónea selección del producto.
Como la frase típica de: “lo compré para una cosa y resulta que hace otra”. Nos ha tocado trabajar con varias formas y distintos fabricantes, y creo que cada uno cumple con ciertos estándares de calidad.
Considero que hoy en día la reputación de las marcas cada vez es un aspecto más importante.
Dudo bastante que cualquier firma que aspire a competir en el mercado se atreva a ofrecer productos de mala calidad porque sería, prácticamente, la salida segura del mismo.
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