El consorcio de arquitectura Low-E ha puesto en marcha diversos proyectos que contemplan desde el diseño hasta la construcción de edificios para dar solución a la problemática ambiental que se vive en el mundo. Cada proyecto lo desarrollan con plena consciencia de que el consumo de energía más bajo es el que no se realiza.
Redacción.
La implementación de nuevos criterios y estrategias al diseñar y construir un edificio han cambiado. La situación actual no permite hacer diseños que no cuenten con instalaciones eficientes; la escalada de precios por el uso de energéticos es muy elevada, además de que el impacto ambiental que sufre el mundo sigue en aumento.
Al unirse la Unión Europea al protocolo de Kyoto en 2008, la situación en España cambia de paradigma, pues se estipula la reducción en un 20 por ciento de la emisión de gases nocivos, como el CO2, el aumento de la eficiencia energética en 20 por ciento y que la obtención de energía provenga en 20 por ciento de fuentes renovables.
Enmarcado en este panorama surge Low-e Arquitectura, empresa española dedicada a desarrollar y certificar proyectos arquitectónicos bajo la siguiente filosofía: “La mejor energía es la que no se consume”. Entre los servicios que ofrece se encuentran proyectos de arquitectura de bajo consumo, certificaciones energéticas, viviendas pasivas y bioconstrucción.
Arquitectura de bajo consumo
De la problemática ambiental que se vive en la actualidad nace la preocupación por hacer una arquitectura concienciada con el medioambiente que utilice materiales y técnicas sostenibles, tanto de diseño como de construcción. Se debe tener claro que la mejor energía es la que no se consume y cimentar cualquier proyecto de edificación que se lleve a cabo sobre esa premisa, que ofrecerá como resultado calidad, confort y consumo casi nulo.
Ahorrar energía y mejorar el confort de las viviendas es posible si se plantea desde el inicio de la concepción de un proyecto. Enfocar los proyectos hacia una arquitectura pasiva en la que los factores como asoleamiento, climatología y las características propias del entorno definan el proyecto, para después hacer un estudio de la funcionalidad y las características constructivas, permite dejar las instalaciones en un segundo plano, ya que en arquitectura de consumo casi nulo los sistemas de calefacción, climatización y ventilación se resuelven en un único sistema, ventilación con recuperación de calor, mejorado con aporte de energía térmica a base de captadores solares si se requiere.
Edificios pasivos
Una edificación que consume menos de 70 u 80 por ciento de lo que gasta una obra regular (en España) y que consigue ofrecer gran comodidad interior, excelente calidad de aire y espacios mucho más habitables se considera pasiva. En este tipo de proyectos se aprovechan la energía del Sol y las condiciones climáticas de su entorno. Conservan la temperatura constante tanto en invierno como en verano.
La vivienda pasiva está hoy al alcance de cualquier persona, tanto para vivienda nueva, como para rehabilitaciones que pueden alcanzar un estándar Passivhaus.
Proyectos destacables
Edificio de oficinas de bajo consumo. Low-E Arquitectura desarrolló el proyecto para un edificio de oficinas, en 2012, el cual fue concebido bajo los preceptos de la máxima eficiencia energética, a nivel arquitectónico y en sus instalaciones. En él se proyectaron todas las aspiraciones para conseguir eficiencia energética mediante un esquema de arquitectura moderna que se ocupa de reducir los consumos de energía y contribuye a mejorar el medioambiente.
En el proyecto se implementó un invernadero adosado con orientación solar. Esto fue posible gracias a que la orientación del Centro de Eficiencia Energética es Norte-Sur. La fachada Norte, al ser la más desfavorable en cuanto a pérdidas de energía se concibe como una fachada cerrada con gran inercia térmica, mientras que la fachada Sur es una fachada-invernadero completamente acristalada.
En invierno, la doble fachada actúa como acumulador térmico, lo que permite calentar aún más el aire procedente del intercambiador y cederlo hacia el interior del edificio. Con este esquema se consigue el precalentamiento pasivo del edificio. La vegetación del invernadero, de hoja caduca, favorece la radiación solar en invierno.
Al contar con un vuelo del forjado de cubierta que impide la radiación solar directa de la primera planta, así como con variedad de vegetación y un diseño particular, permite que en verano la temperatura sea más agradable; esto, unido a una ventilación del invernadero con el aire procedente del intercambiador aire-tierra, contribuye a minimizar la demanda de refrigeración del edificio.
Respecto de las envolventes del edificio, todas se instalaron con base en los estándares del passivhouse; además, tienen un coeficiente global de transmisión térmica U de 0.15 W/m2, con lo cual se consigue reducir la demanda térmica del edificio en 50 por ciento, solamente con sus soluciones constructivas.
Concurso para un consultorio rural. Desde el inicio de este proyecto que se realizó el año pasado, se apostó por un diseño bioclimático que aprovecha al máximo las ganancias pasivas de energía. De ahí deriva la importancia de la situación del edificio en la parcela, su orientación, la incidencia de los vientos dominantes, la cantidad de horas de luz a lo largo del año, etcétera, pues son características que se tuvieron en cuenta al diseñar el Centro de Salud.
Se utilizaron soluciones constructivas de elevado aislamiento térmico para conseguir un centro médico pasivo que necesite muy poca cantidad de energía para calentar el edificio en invierno y enfriarlo en el periodo estival. En suma, se buscó un ahorro real en la factura energética del edificio.
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