Camilo Botero.
Las tecnologías de la información y la comunicación, el manejo de los archivos digitales y el control de motores y procesos cada día incorporan un desarrollo de manométrica mayor, lo que implica un reto al momento de climatizar centros de datos y centros de control de motores, pues los sistemas deben cumplir con las condiciones de temperatura, de humedad relativa y limpieza del aire que establecen las normas y regulaciones de cada país.
La manométrica es una tecnología que se mide por medio de componentes de magnitud de los nanómetros y es la responsable de generar gran cantidad de potencia eléctrica en módulos cada vez más pequeños; por ello, mantener fríos y estables este tipo de lugares requiere una gran capacitación.
Cuando se especifiquen los equipos y se describa la operación de los sistemas, es necesario incluir un documento con los cálculos de carga térmica detallados, su psicrometría asociada, los caudales de aire y el presupuesto del sistema de climatización. El objetivo de dicho documento es proporcionar toda la información y especificaciones necesarias para llevar a cabo un óptimo diseño e instalación del sistema de climatización y, de esta manera, cumplir con todas las normas y estándares establecidos por el propietario, el Gobierno y las asociaciones internacionales.
El diseño se tiene que enmarcar dentro de los requisitos que solicitó el fabricante de los equipos para lograr condiciones de temperatura y humedad relativa, además de minimizar el consumo de energía y el impacto sobre el ambiente, ya que, como las cargas térmicas son tan altas, su incidencia en los costos de energía eléctrica es muy elevada.
La localización de los equipos, dado su gran tamaño en relación con el área construida, debe llevarse a cabo teniendo en cuenta la dimensión de los espacios permitidos, la resistencia de las estructuras del edificio, las posibles obstrucciones, el servicio de potencia, las características arquitectónicas, las áreas críticas y la provisión de servicios con la que cuentan los inmuebles.
Un aspecto muy importante es el factor de calor sensible, el cual está definido por la carga térmica sensible, que en estos casos es de aproximadamente 1.0, característica que provoca que el punto de rocío sea alto, aspecto que genera caudales muy elevados.
Si se especifican máquinas estándar de climatización, lo cual es muy frecuente, el caudal se queda corto en 50 por ciento; por tanto, las condiciones interiores tienden a subir a valores inaceptables. Esto motiva que se vuelva necesario seleccionar los equipos adecuados, para lo cual existen fabricantes especializados en este tipo de aplicaciones, algunos con tecnologías de última generación.
Cuando se diseña con equipos tipo paquete o unidades especiales de precisión, el diseño de ductos presenta un reto más, pues es demasiado el caudal de aire para llevar la alta densidad de calor sensible; en consecuencia, los ductos se vuelven gigantescos para el tamaño de las construcciones.
La solución de climatización es contar con un sistema de control que logre las condiciones requeridas, minimizando el consumo de energía eléctrica y el impacto ambiental. Por ser tan altas las cargas térmicas y los caudales de aire, hay que contemplar los factores enumerados. Además, los contratistas deben tener experiencia con dichas instalaciones, ya que así entenderán la secuencia de operación que realizarán en ellas.
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Camilo Botero
Expresidente de ACAIRE en dos periodos, miembro de ASHRAE y de la ACIEM, además es secretario de la FAIAR. Fue nominado en Who is Who in Science & Engineering (2007, USA) y en IBC Foremost Engineers of the World (2008, Cambridge Inglaterra). Es presidente de Camilo Botero Ingenieros Consultores Ltda. y se ha desempeñado como docente en universidades colombianas.