Las problemáticas ambientales que existen alrededor del mundo inciden en gran medida en la economía de los países al ser capaces de provocar desabasto de materias primas, agua y desplazamiento de habitantes. Ante este panorama urgente diversos organismos han establecido alianzas para aportar en la disminución del daño.
“El problema debe contrarrestarse con un trabajo en conjunto entre todos los sectores, porque todos los seres vivos se beneficiarán al contar con un planeta más sano”.
Eréndira Reyes.
Desde 1950 se estableció que la causa principal del calentamiento global es la quema de combustibles fósiles y el cambio de uso de suelo, esto según el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). Dicho parámetro abarca muchos sectores de la población, desde la agricultura hasta la siderurgia y la construcción.
En la última década, el impulso de programas que tengan como objetivo la disminución de gases de efecto invernadero ha tenido gran auge por representar alternativas viables y necesarias para evitar que la huella de carbono siga creciendo.
México se encuentra en el lugar número 14 dentro de las economías más grandes a nivel mundial, su economía está basada en el mercado libre orientado a las exportaciones. En Hispanoamérica y América Latina es una de las economías más fuertes y mantiene una estabilidad relativa.
Por otro lado, ocupa el 12. ° lugar a nivel mundial en emisiones totales y el 92. º en emisiones per cápita, lo que lo define como un país vulnerable al cambio climático y a eventos hidrometeorológicos debido a su situación geográfica, orografía y bajo nivel de desarrollo social y económico de gran parte de su población.
Recientemente, el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, en su capítulo mexicano conocido como Cespedes, hizo una alianza con la World Wildlife Fund for Nature (WWF) y el PricewaterhouseCoopers México para impulsar a las empresas con un programa que reduciría la emisión de este tipo de gases en el sector privado.
Cespedes pertenece al World Business Council for Sustainable Development y pertenece al Consejo Coordinador Empresarial, su objetivo es coordinar políticas y acciones de los organismos empresariales e identificar posiciones estratégicas con soluciones específicas que contribuyan en el diseño de políticas públicas para elevar el crecimiento económico y el nivel de competitividad en el país.
En su último estudio resalta que uno de los mayores retos para México es crecer económicamente, abatir la pobreza y mejorar los niveles de bienestar sin intensificar las emisiones de carbono. Esta situación es posible bajo un plan estratégico planteado y publicado junto a los dos organismos con los que se alió recientemente.
Dicho estudio identifica el potencial del sector privado para contribuir a los esfuerzos de mitigación nacionales a través de medidas de reducción de emisión costo-competitivas; además, determina las barreras que podrían impedir la instrumentación de medidas y propone líneas de acción para removerlas. Los sectores empresariales analizados fueron el energético, minero, químico, siderúrgico, del vidrio, el alimentario, del papel y el comercial de gran consumo.
Resultados del estudio
Según el Inventario Nacional de Emisiones del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), en 2010 México emitió 748 millones de toneladas de CO2 equivalente.
El CO2e es una medida universal utilizada para indicar la posibilidad de calentamiento global de cada uno de los gases con efecto invernadero. Se utiliza para evaluar los impactos de la emisión de diferentes gases y define sus potenciales de impacto; el dióxido de carbono tiene potencial de uno y permanece en la atmósfera entre 200 y 450 años y el metano persiste en la atmósfera de nueve a quince años y tiene un potencial de calentamiento global 22. La concentración actual de gases con efecto invernadero posee una capacidad de calentamiento equivalente a una concentración cercana a 472 partes por millón, cantidad suficiente para elevar la temperatura más de 2 °C.
Esto contempla emisiones fugitivas de combustibles, así como cualquier emisión por consumo de combustibles fósiles, incluyendo generación eléctrica, refinación y transporte.
La investigación dio a conocer que el sector privado tiene un vínculo directo con un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en el país debido a la generación y consumo de energía. Tales emisiones directas se relacionan con los procesos industriales y el transporte de bienes y mercancías. Ahora bien, de acuerdo con las proyecciones de crecimiento de emisiones, para el 2020 podría tener una influencia directa en 385 millones de toneladas o un 40 por ciento del total de emisiones del país.
El sector privado puede, de manera potencial, instrumentar medidas directas costo-competitivas que evitarían, mínimo, 24 millones de toneladas de emisiones a la atmósfera para el año 2020 y contribuir a la reducción de otras 16 millones de toneladas de las emisiones adicionales en los sectores de generación eléctrica y refinación.
Para ahondar más en el tema, la revista Mundo HVACR entrevistó al ingeniero José Ramón Ardavín, director Ejecutivo de Cespedes, quien habló del objetivo de realizar este estudio y de los beneficios que se pueden conseguir en el sector industrial.
Mundo HVACR (MH): ¿Cuál fue el objetivo principal?
José Ramón Ardavín (JRA): Es dar una medida de costos eficientes que el sector privado podría implementar para reducir sus emisiones de carbono al 2020. Con esto, el sector puede conocer el alcance que tiene y las alternativas existentes. La visión es a 2020 y puede tener beneficios ambientales y al mismo tiempo ser rentable.
MH: ¿Qué importancia tiene el sector privado en este tipo de iniciativas?
JRA: El sector empresarial tiene una gran influencia en la economía del país, pues es uno de los sectores que genera mayores oportunidades de empleo e innovaciones en los mercados nacionales; además, tiene la capacidad de influir en una mejora en la economía a través de la reducción de emisiones. El estudio que se presentó quiere decir que se puede seguir en la dinámica económica, generando empleos y produciendo, pero maximizando los procesos y reduciendo las emisiones de efecto invernadero de forma rentable.
MH: ¿Las empresas están conscientes del factor ambiente?
JRA: Las empresas son conscientes de sus responsabilidades; por ejemplo, las que están en el Consejo Coordinador Empresarial tienen un liderazgo en el tema, pues mantienen programas sobre eficiencia de agua, electricidad o de manejo de residuos; el compromiso es el mismo, producir sin dejar de lado el factor ambiente. En el estudio se reflejó que esta influencia que tienen las empresas puede lograr reducir 267 millones de toneladas, por lo que el impacto que tiene puede ser muy positivo.
MH: ¿Qué líneas de acción se deben llevar a cabo para mitigar esta problemática?
JRA: En general, todos tienen que hacer un esfuerzo para aminorar los efectos del cambio climático, para lo que se deben tomar acciones compartidas, aunque diferenciadas, pues no todos los países ni todos los sectores de la población tienen las mismas capacidades económicas.
Dentro del mismo estudio se proponen medidas que tienen que ver con varios factores; por ejemplo, el cambio de combustibles, el mayor uso del ferrocarril como medio de transporte de carga, la mejoría en la logística de mercancías, así como la capacitación a choferes y la regulación en las entregas de productos para que todo tenga un periodo bien determinado.
Es evidente la necesidad de invertir, por lo que los trámites a realizar para conseguir este tipo de créditos se deben agilizar.
Tales proyectos pueden resultar muy rentables, ya que es posible obtener beneficios de más de 23 mil millones de dólares, números atractivos para el sector empresarial.
Es importante destacar que esas medidas no sólo pueden hacerlas los protagonistas del sector, pues se necesita de un trabajo en conjunto entre el Gobierno y la sociedad, con el fin de garantizar la efectividad de las iniciativas.
MH: ¿Qué múltiples beneficios lleva implícita la reducción de emisiones de GEI?
JRA: Es posible que las medidas que se manejan generan, dependiendo de cómo se vea, ganancias o ahorros, y pueden efectuarse a la brevedad.
Igualmente, se debe impulsar la utilización de energías renovables, tales como la eólica, la geotérmica o la solar, ya que esto además de no generar contaminantes representa una cierta independencia a las reservas fósiles, aspecto que ayudará a que su vida útil se incremente y a que las opciones que tenga la industria para el suministro de energía que necesiten sean más diversas y efectivas.
Como dije anteriormente, ese factor también dependerá de aquellas acciones que tome el Gobierno y también de cómo se implementen a nivel estructural y de infraestructura en el país.
MH: ¿De qué manera participa la industria HVACR en este tipo de iniciativas?
JRA: Es una industria que cuenta con mucho potencial de retorno económico, sobre todo en lo que tiene que ver con edificios de oficinas, industriales o residenciales; esto impulsa la mejoría en los equipos que se instalan.
Ahora bien, en la industria de la refrigeración, llevar a cabo la implementación de equipos más eficientes en refrigeradores industriales puede significar ahorros atractivos en el pago de la factura eléctrica; en general, equipos más óptimos tendrán mayores ahorros.
Además, el trabajo que se hace en la investigación de nuevos refrigerantes o de alternativas más amigables con el medioambiente es uno de los factores que mayormente está trabajando este sector.
Los impactos que genere la industria pueden incidir tanto en la fabricación como en un nivel comercial.
MH: ¿Cuáles son los proyectos que existen o que se están desarrollando en Cespedes?
JRA: Hay 85 proyectos registrados de energía renovable y cogeneración con una inversión que se estima en 8 mil millones de dólares.
Por otro lado, las ganancias energéticas que tienen implican una generación de casi 4 mil 600 watts de energía y la reducción de 26 millones de toneladas de emisiones de carbono.
Dentro de las empresas asociadas y que pertenecen al sector HVACR se encuentra la empresa Ecofrigo, la cual reportó una considerable disminución en la emisión de GEI, durante 2012, equivalente a 43 mil toneladas por sustitución y rehabilitación de refrigeradores.
Finalmente, uno de los objetivos principales de este estudio consiste en la generación de cambios en el sector privado, los cuales le sean redituables y que beneficien la disminución de este tipo de emisiones, pero el problema igualmente debe contrarrestarse con un trabajo en conjunto entre todos los sectores, porque todos los seres vivos se beneficiarán al contar con un planeta más sano.
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