Ya se han planteado diversas alternativas y puntos que la industria HVACR debe atender frente a una problemática de carácter mundial: el cambio climático. Como resultado, se han tenido avances importantes, aunque hay cambios y regulaciones que continúan sin aplicarse.
El Gobierno, la industria y la sociedad tienen como responsabilidad trabajar conjuntamente para contrarrestar el cambio climático.
Eréndira Reyes.
El Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (IneGei) ha tenido un papel destacado en los últimos años, pues su objetivo, desde su concepción, ha sido registrar en qué lugares y qué impactos tienen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), así como investigar y evaluar las posibles alternativas para que éstas se reduzcan.
Dentro de este inventario, la categoría de procesos industriales representa el 8.2 por ciento del total de emisiones que se registraron hasta 2010. Las principales fuentes de GEI se encuentran en procedimientos industriales del sector minero, el cual representa 57.5 por ciento del total (o 35 millones de toneladas de CO2 eq.); el siguiente sector en la lista es el de los metales, que representa 27.8 por ciento (o 5 millones de toneladas de CO2 eq.), que para el sector que compete a esta publicación equivale a 2 por ciento del total del IneGei registrado hasta 2010.
En este sentido, los llamados hidrofluorocarbonos (HFC) y, en menor medida, los perfluorocarbonos (PFC) se utilizan directamente en bienes y artículos de consumo, como refrigeradores, espumas, latas de aerosol y extintores; se trata, entonces, de gases desarrollados por el hombre y comercializados para reemplazar los CFC y otras sustancias químicas que agotan la capa de ozono.
Sin embargo, sus emisiones son consideradas como potenciales, porque los gases están almacenados en dichos productos. En 2010, las emisiones de HFC contribuyeron con 30.5 por ciento a las emisiones de CO2 equivalentes, sólo en la categoría de procesos industriales; las emisiones procedentes de la producción y consumo de HFC se incrementaron en 2 mil 307 por ciento, pues en el año 1990 se registraron 776.5 Gg de CO2 eq., mientras que el registro de 2010 se elevó hasta 18 mil 692 Gg de CO2 eq.
Este incremento en el consumo de HFC se debió al uso de sustancias que sustituían a los clorofluorocarbonos, considerados también agotadores de la capa de ozono, y de las que se determinó su salida después de firmarse el Protocolo de Montreal.
Ahora bien, los números que arrojan sus aplicaciones más comunes podrían no ser alentadores, porque significa que mucho del esfuerzo que adquirieron tanto gobiernos como industria no rindieron los resultados deseados; sin embargo, el objetivo de ambas instancias ha sido claro y se ha emprendido un camino conjunto en el que se busca contrarrestar el impacto generado por la industria HVACR en el calentamiento global y el crecimiento del hoyo en la capa de ozono.
La directora General del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la doctora María Amparo Martínez Arroyo, ha visto grandes cambios.
Tabla 1: APLICACIONES MÁS COMUNES DE HFC Y PFC | |||||||
Sustancia química | Potencial de calentamiento global (GWP) | Refrigeración y aire acondicionado | Extinción de incendios | Aerosoles | Limpieza con solventes | Agentes espumantes | Otras aplicaciones |
HFC-23 | 11700 | X | X | ||||
HFC-32 | 650 | X | |||||
HFC-125 | 2800 | X | X | X | X | X | |
HFC-134a | 1300 | X | X | X | X | X | |
HFC-143a | 3800 | X | X | ||||
HFC-152a | 140 | X | X | X | |||
PFC-116 | 9200 | X |
En entrevista con Mundo HVAC&R habla sobre los retos que aún están presentes y las responsabilidades que debe tomar la industria en este sentido.
“La industria tiene un papel muy importante que tiene que ver no solamente con las emisiones de gases tóxicos, sino con una actitud y toma de conciencia social”: María Amparo Martínez
Mundo HVAC&R (MH): ¿Qué papel está jugando la industria HVACR frente al cambio climático?
María Amparo Martínez (MAM): En general, la industria tiene un papel muy importante que tiene que ver no solamente con las emisiones de gases tóxicos, sino con una actitud y toma de conciencia social de parte de un sector importante en la economía, y cuya responsabilidad pública se toma como ejemplo frente a la población.
Siempre se habla sobre los distintos intereses que existen entre lo que piensa la población y lo que piensa la industria, pero creo que este tema del cambio climático debe ir en una misma dirección y debe tener como fin una mejor calidad ambiental y la disminución de problemáticas ambientales.
Ahora bien, por el Protocolo de Montreal, en una primera fase, se dio mucho énfasis a la disminución de químicos, como el R-22, y se debe decir que se ha logrado un gran avance en comparación con la situación que se vivía cuando entró en vigor. Lo que también hay que considerar son los efectos de los químicos que se están utilizando en su sustitución, pues los productos manufacturados por el hombre permanecen en la atmósfera e indirectamente siguen causando consecuencias.
Por lo tanto, el papel del sector HVACR está determinado por la capacidad que tenga la industria para revisar y enfrentar la situación que se vive. Así podrá evitar la emisión o modificar los procesos.
Es de una gran importancia, tanto ambiental, como comercial y éticamente hablando, por lo que ninguno de estos tres factores se debe omitir y más bien se debe ver como una oportunidad de negocio para las empresas que quieran entrar en la lucha y la investigación.
MH: ¿Cuáles son las líneas de acción que está tomando la industria y cuáles las del Gobierno?
MAM: Ahorita estamos en una fase de estudio en la que buscamos la colaboración de las industrias, como son en qué tipo de procesos se puede aplicar y qué alternativas podrían ser factibles. La industria ha trabajado desde hace tiempo en la eliminación de refrigerantes tóxicos y en el desarrollo de otro tipo de químicos.
MH: ¿En cuánto a estas alternativas probables han visto algunas factibles y que puedan aplicarse?
MAM: Dentro de la fase de diagnóstico estamos evaluando, haciendo el inventario; aunque el trabajo es de las dos partes y la misma industria también está en desarrollo de tecnologías.
De momento no estamos inmersos en esa parte de aplicación, nos encontramos haciendo un trabajo de investigación del origen y de los efectos que causa.
Lo que también es importante decir es que las responsabilidades son distintas y cada quien debe asumirlas como le corresponde, pues aunque se emitan programas, si alguna de las partes no hace su trabajo, no será posible que se logre un cambio significativo.
MH: ¿Cuáles serían, entonces, las responsabilidades de cada parte, entiéndase las de gobierno, las de la industria, las de la sociedad e incluso las de la academia?
MAM: La obligación del Gobierno básicamente es regulatoria, es ver qué sustancias tienen un beneficio y cuáles un riesgo; también ve en menor medida qué alternativas existen para sustituirlos y que no se afecte a ningún grupo, pues finalmente la función principal del Gobierno es proteger el bien público.
El Gobierno debe vigilar, regular y coordinar todas las acciones y productos que puedan tener un impacto para la sociedad o el ambiente, pero al mismo tiempo estamos conscientes de que la industria es importante para el país, pues genera empleos, economía, etcétera; por lo tanto, también debemos encaminar las políticas públicas a una legislación que tome en cuenta sus intereses.
En la actualidad, y sobre todo en materia ambiental, las políticas no se pueden llevar sin conocimiento; la política debe ser conducida con base en el conocimiento, por eso existen instituciones como el INECC, que se encargan de generar este conocimiento y ver cuáles son las lagunas que tenemos en el país para poder tener los elementos y generar políticas ideales aplicables en el país.
Trabajamos mucho con las instituciones públicas y privadas que generan conocimiento y así integramos toda la información.
La industria también trabaja en conjunto con instituciones como la Conuee, Semarnat y otras para generar cambios y mejorías.
Ahora bien, en cuanto a la sociedad, lo que debe hacer es ser más consciente y no dejar en manos del Gobierno y de la industria el papel de investigar y generar cambios. Si todos aportamos, se podrán hacer grandes cosas por el país.
MH: ¿En cuánto a lo que están planteando los programas tanto de Gobierno como de industria existen algunas alianzas que conjuguen este trabajo en equipo?
MAM: El INECC tiene muy buena relación con la industria. Tal vez no tenemos los suficientes lazos que quisiéramos, pero estamos trabajando en ello.
Finalmente, somos una institución nueva que, a pesar de que venía de otra institución, como el Instituto de Ecología, son nuevas nuestras atribuciones.
MH: En cuanto a los obstáculos, ¿cuáles serían los principales para reducir los GEI y para contrarrestar este impacto ambiental que se ha generado durante tantos años?
MAM: Sabemos que gran parte de los gases que se han acumulado en la atmósfera van a seguir ahí; lo que tratamos de hacer es frenar esta emisión, lo que implica una forma muy distinta de desarrollo, así como una relación diferente entre el ser humano y la naturaleza con el uso de energía; pero, sobre todo, implica el que seamos capaces de anteponer el bien común a los negocios privados.
No se trata de que uno esté encima del otro, sino de que en conjunto se trabaje y se pueda ofrecer bienestar en todos los sectores.
Dentro de los obstáculos también se encuentra la desinformación, pues hemos avanzado mucho en el conocimiento de lo que hacen las nuevas tecnologías, pues implica inversión, cambios y capacitación.
La doctora Martínez ve con muy buenos ojos el panorama de la industria. En este sentido, es optimista en cuanto a las metas que se han establecido en la reducción de emisiones y sólo hace un llamado a que la investigación y mejores prácticas se ubiquen dentro de las prioridades, no únicamente del sector HVACR, sino de la industria en general, de los gobiernos locales en el país y de la sociedad en su conjunto.
“Finalmente, si no hacemos algo ya no tendremos la oportunidad de detener y contrarrestar la problemática, por lo que nos encontraremos con un panorama en el que ya no podremos actuar, en donde el impacto será tal que no será posible dar vuelta atrás y se tendrá que lidiar con las consecuencias que trae el cambio climático”, advierte la especialista.
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