La sustentabilidad ha permeado a cada uno de los sectores de la población, debido a que la construcción verde es actualmente un modo de vida. En concordancia con esta tendencia se edificó la primera tienda de retail certificada bajo el esquema LEED.
En el 7-Eleven se redujo el consumo de agua y energía, se llevó a cabo un uso responsable de los materiales y se mantiene una calidad de ambiente interior ideal.
Redacción / Fotografías: cortesía de la UDEM.
El esquema de certificación Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED, por sus siglas en inglés) se ha convertido en un modelo para el desarrollo de construcciones sustentables, el cual se basa en un sistema de puntuación que mide el nivel de respeto medioambiental y de salud de los edificios. Desarrollado por el Green Building Council de EUA, se encarga de analizar principalmente seis categorías: emplazamiento sostenible, energía y atmósfera, eficiencia y gestión de agua, calidad ambiental interior, materiales y recursos, e innovación en diseño.
En cada categoría se establecen cuáles son las estrategias y soluciones constructivas que permiten un mayor nivel de sustentabilidad y rendimiento del edificio. Es aplicable para distintos edificios que pueden usarse como residencia, oficinas o puntos de venta.
El proyecto innova en arquitectura, ingeniería y diseño, por lo que es la primera tienda en recibir la certificación LEED Oro.
Es en esta última categoría donde entra el proyecto que se realizó en la Universidad de Monterrey (UDEM) y que certifica en México a la primera tienda bajo una certificación de LEED Retail. Se trata de una sucursal de la franquicia 7-Eleven, en la cual se redujo el consumo de agua y energía, se llevó a cabo un uso responsable los materiales y se mantiene una calidad de ambiente interior idónea.
Entre las características que posee destaca la fachada de la sucursal, pues ésta se fabricó con desechos de lámina recuperados; además de que en la edificación se reutilizó la cimbra de la construcción.
El proyecto también cuenta con mingitorios secos en los que se aprovecha el agua de condensación del aire acondicionado para el riego de áreas verdes, lo que permite ahorrar del 30 al 45 por ciento en el consumo total del vital líquido.
El consumo de energía eléctrica fue otro de los puntos esenciales al momento de diseñar la tienda, razón por la que se decidió instalar un impermeabilizante con alta reflectividad, vidrios dobles, aislantes térmicos y un sistema de automatización que aprovecha la luz natural y reduce un 25 por ciento el consumo energético.
Otra práctica a destacar es que la obra no permite tóxicos en grandes cantidades, por lo que se cuenta con un espacio destinado para el reciclaje de residuos sólidos y se cuida muchísimo la calidad de aire interior que tiene.
Por esta razón es que el local comercial logró conseguir una certificación LEED Oro. La develación de la placa corrió a cargo del personal administrativo, académico y de los alumnos de dicha institución.
Cabe destacar que ésta es la primera tienda en recibir tal reconocimiento, y no sólo de México, sino que a nivel América Latina se ha colocado como líder en energía y diseño medioambiental.
El evento tuvo como anfitriones al doctor Antonio J. Dieck Assad, rector de la UDEM; el ingeniero Luis A. Chapa, presidente del Consejo y director General de 7-Eleven México y el ingeniero Darío Ibargüengoitia, presidente de Sustentabilidad para México (SUME), quienes dirigieron mensajes al público para expresar la importancia de tales iniciativas.
La tienda ahorra 25 % de energía eléctrica, en comparación con otros locales similares, además de que genera energía mediante paneles solares.
“En el compromiso con la sustentabilidad coincidimos con esta empresa.
En nuestra visión hacia 2020, en la UDEM nos hemos dedicado a fortalecer la infraestructura sostenible”, destacó el rector de la institución educativa.
La tienda ahorra el 25 por ciento de energía eléctrica en comparación con el gasto que generan otros locales similares; igualmente, genera energía renovable por medio de paneles solares. El propósito fue reducir el impacto del consumo en materia prima, tener calidad y ser amigables con el medioambiente.
En cuanto al mobiliario, las áreas comunes cuentan con un diseño de materiales recuperados de acero y madera. Asimismo, se fabricó un ajedrez gigante con este tipo de materiales, pues la búsqueda de una cultura de construcción más consciente no sólo se planteó durante el proyecto de edificación, sino que buscó trascender hasta el desarrollo intelectual y el entretenimiento de los clientes del campus.
Para lograr que la calidad de aire interior sea la ideal se mantiene un monitoreo de temperatura, humedad y cantidad de CO2. Además, para una mayor efectividad, cada 45 minutos se renueva el aire de la tienda en su totalidad.
El paisajismo de la tienda fue diseñado con plantas de la región, las cuales están ambientadas a la zona y requieren de poco riego.
La investigación es una constante en la UDEM, característica que favorece la innovación; al mismo tiempo, las múltiples acciones realizadas en favor de la ecología caracterizan a la institución.
Esta tienda también servirá como ejemplo para los estudiantes del campus, debido a que se pueden observar innovaciones en las disciplinas de arquitectura, ingeniería y diseño.
La edificación sirve como complemento al Centro Roberto Garza Sada enfocado en las áreas de arte, arquitectura y diseño que también está en proceso de adquirir una certificación bajo dicho esquema.
La dinámica busca permear entre todos los alumnos de la universidad con el objetivo de que generen ideas creativas con un enfoque de sustentabilidad y buen manejo de los recursos. Finalmente, la UDEM busca ofrecer una formación integral para que las acciones que tengan en el futuro estén encaminadas al bien común de la población.
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