A nivel mundial, la implementación de Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación se ha convertido en una meta para naciones en desarrollo e industrializadas. Su gran objetivo: reducir el daño a la capa de ozono y al ambiente por la liberación de gases dañinos. En Brasil, hace un par de años, concluyó un proyecto que permitió la disposición segura de millares de refrigeradores que aún trabajaban con CFC.
El programa busca sacar de circulación tantos refrigeradores viejos como sea posible, de los 50 millones que funcionaban con CFC hasta 2008.
Christopher García
Uno de los proyectos internacionales que mayores resultados ha conseguido en la lucha contra el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono es el Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ), promovido por el gobierno alemán. Esta iniciativa ofrece recursos económicos, técnicos y de desarrollo para la implementación de Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación (NAMA, por sus siglas en inglés) en diversos países, sobre todo en las naciones en desarrollo, para reducir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Debido a que cada país presenta una situación diferente en cuanto a su avance tecnológico, al uso de sistemas de refrigeración y aire acondicionado y a su infraestructura para implementar este tipo de acciones, la iniciativa apoya a la nación interesada en desarrollar programas para mitigar el daño ambiental con una evaluación preliminar para definir las características y alcances de un proyecto en particular.
En el caso específico de Brasil, hasta 2008 contaba con más de 50 millones de equipos viejos de refrigeración doméstica en operación en todo su territorio, sobre todo en los sectores con menores ingresos (las favelas). En su mayoría, estos equipos eran ineficientes y aún contenían clorofluorocarbonos (CFC), sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO), que también presentan un potencial de calentamiento global (GWP, por sus siglas en inglés) sumamente elevado.
Hasta ese momento, los encargados de recolectar los refrigeradores viejos de las favelas eran los llamados “catadores”, personas sin formación técnica adecuada para la disposición de los equipos recolectados, quienes reunían los equipos viejos para desmantelarlos y después vender las piezas de valor, como metales y plásticos. En este proceso, los CFC contenidos en los circuitos de refrigeración y en las espumas aislantes eran liberados a la atmósfera.
El Gobierno de Brasil, en cooperación con grandes productores de electricidad, implementó un programa nacional de intercambio de refrigeradores, el cual tuvo como principal objetivo incrementar la eficiencia energética de los equipos al ser reemplazados por sistemas con mejor tecnología.
Los refrigeradores recolectados, no obstante, debían ser destruidos mediante un proceso ambientalmente adecuado para evitar emisiones de CFC.
Por ello, el Gobierno de Brasil implementó un sistema para el manejo integral de los residuos para este tipo de equipos viejos, con apoyo del GIZ.
Según estimaciones, con las acciones del programa podrá prevenirse la emisión directa de casi 890 mil toneladas de CO2 equivalentes
Descripción del proyecto
El propósito de este proyecto piloto fue brindar asistencia al Ministerio del Ambiente de Brasil en el desarrollo de un sistema de reciclaje integral para los refrigeradores y congeladores domésticos viejos. El proyecto contempló el suministro de una planta de reciclaje de refrigeradores de última tecnología, la cual es capaz de recuperar los CFC y otros gases fluorados de los sistemas de enfriamiento de manera confiable, así como aquellos contenidos en las espumas aislantes.
El operador de la planta REVERT cuenta con una capacidad de reciclaje para procesar entre 350 mil y 400 mil refrigeradores y congeladores viejos por año. Además, el proyecto incluye un programa de desarrollo de habilidades y capacitación integral para el personal encargado de operar la planta de reciclaje.
Por otro lado, el proyecto brinda apoyo al gobierno brasileño para la introducción de regulaciones y estándares técnicos adecuados que aseguren alta calidad en la operación y futuras plantas de reciclaje para la disposición ambientalmente adecuada de equipos de refrigeración viejos.
Con el fin de asegurar un suministro de refrigeradores viejos suficiente para que la planta opere a niveles rentables, el proyecto también contempla el desarrollo de un sistema de recolección, el cual estará basado en los programas de reemplazo existentes –aunque se planea su eventual optimización– que el gobierno brasileño ha implementado en las favelas para incrementar el flujo económico de los hogares. El proyecto incluye a todos los involucrados en el sector de reciclaje de refrigeradores (fabricantes de refrigeradores, distribuidores, técnicos de servicio, “catadores”, además de los grandes productores de electricidad y los futuros operadores de las plantas de reciclaje de refrigeradores).
Una de las principales preocupaciones del gobierno de Brasil es integrar al sector informal (por ejemplo, los “catadores”) al nuevo esquema de disposición de residuos, de modo que se les ofrezca un medio de subsistencia seguro y que incluso se incrementen sus habilidades y condiciones laborales. Por este motivo, los “catadores” han recibido capacitación para llevar a cabo las labores de recolección y entrega de los refrigeradores, sin dañarlos, de modo que los CFC que contienen no sean liberados antes de que los equipos lleguen a la planta de reciclaje. REVERT BRASIL Soluções Ambientais Ltda., el operador de la planta, es la compañía que se encuentra a cargo de la puesta en marcha del sistema de recolección y las labores de disposición final.
Proyecto programa integral de reciclaje de refrigeradores
País: Brasil
Sector: Refrigración. Residuos de Equipo Eléctrico y Electrónico (WEEE, por sus siglas en inglés)
Objetivo: Establecer un sistema piloto de recuperación y reciclaje para equipos de refrigeración que utilizan CFC en Brasil
Grupo de aplicación: Plantas de reciclaje; fabricantes y distribuidores de refrigeradores; técnicos de servicio; “catadores”; productores de energía; usuarios domésticos
Organización ejecutora del programa: Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear (BMUB) de Alemania
Organización asociada encargada de la implementación: Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH; Ministerio del Ambiente de Brasil / Secretaría de Cambio Climático y la Calidad Ambiental
Socios locales: Operador de la planta de reciclaje REVERT BRASIL Soluções Ambientais Ltda.; productores de energía; fabricantes y distribuidores de refrigeradores; partes involucradas
Aprobación del proyecto: 2008
Duración del proyecto: Hasta abril de 2012
Presupuesto del proyecto: 5 millones de euros
Organismos financiadores: El proyecto fue financiado por el BMU, como parte de la Iniciativa Internacional del Clima, con base en la decisión tomada por el Parlamento Federal Alemán
Impacto en la protección del clima y la capa de ozono: La destrucción de aproximadamente 138 toneladas de CFC-11 y CFC-12 prevendrán la emisión directa de aproximadamente 890 mil toneladas de CO2 equivalentes
La planta cuenta con una capacidad de reciclaje para procesar entre 350 y 400 mil refrigeradores y congeladores viejos por año
Impacto del proyecto
El Gobierno de Brasil ha adoptado la norma técnica ABNT para procedimientos de reciclaje, la cual se ajustará de acuerdo con los resultados futuros. De igual manera, el gobierno brasileño ha enviado una iniciativa de ley que demanda el desarrollo de un sistema de recolección y reciclaje de Residuos de Equipo Eléctrico y Electrónico de Refrigeración. Actualmente, se discute la manera de diseñar e implementar dicho sistema en conjunto con los involucrados.
La tecnología de reciclaje de última generación de la planta establecida reduce considerablemente las emisiones dañinas para la capa de ozono y nocivas para el ambiente que se originan de los refrigerantes y de las espumas aislantes contenidas en los refrigeradores. Se estima que con el reciclaje de 350 mil refrigeradores por año se logra capturar más de 40 toneladas de CFC-12 de los sistemas de refrigeración y 98 toneladas de CFC-11 provenientes de las espumas aislantes, lo que resulta en la reducción de 890 mil toneladas de CO2 equivalente en emisiones directas.
El sistema de recolección y reciclaje mejorado también genera nuevos empleos y apoya el desarrollo de habilidades en el manejo de residuos y en el sector del transporte. Los productos reciclados, como metales y plásticos, se consideran materia prima de gran valor y presentan gran demanda en la industria local. Por ello, esta iniciativa representa un paso hacia una economía moderna del reciclaje.
La sustitución de refrigeradores viejos por equipos nuevos, energéticamente eficientes, deriva en significativos ahorros de energía en toda la nación, además de contribuir a un manejo exitoso de la demanda de energía en el país. Los ahorros de energía resultan especialmente importantes para los hogares que cuentan con bajos ingresos, debido a que al disminuir considerablemente su factura de electricidad su situación financiera general mejora.
El desarrollo de un sistema de manejo y reciclaje sustentable como éste también busca erigirse como un modelo de buenas prácticas para otras naciones.
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Con información de GIZ Proklima