Acoplar vegetación dentro de las edificaciones es una alternativa por la que diseñadores y arquitectos han optado durante los últimos años, gracias a que se ha comprobado que pueden disminuir en gran medida el consumo de energéticos y a que mejoran la calidad de aire interior de los inmuebles
La humedad, la absorción, así como la produción de gases y retención de partículas contribuyen a mejorar la calidad del aire.
Pablo Monterrubio
Los muros vegetales, también conocidos como muros verdes, son una estrategia bioclimática cada vez más utilizada en México, gracias a los múltiples beneficios que ofrecen. A continuación, se presentan algunos de ellos, enfocados en la mejora de la calidad del aire interior y en la regulación de la temperatura.
Las paredes activas o muros verdes se unen al sistema de circulación de aire de la construcción. Unos ventiladores soplan aire a través de la pared y luego es recirculada a través del edificio. Algunas paredes activas poseen superficies vidriadas a fin de que los efectos de los flujos de aire sean más predecibles. Las “paredes inactivas” o “pasivas” no tienen circulación de aire mecanizada, en vez de eso, están abiertas para promover, en la medida de lo posible, la libre circulación del aire.
Las paredes de cultivo son una forma de agricultura urbana o jardinería urbana y suelen acometerse como un trabajo artístico por su belleza; a veces sirve para ayudar a la cura del síndrome del edificio enfermo y, en cualquier caso, para incrementar los niveles de oxígeno en el aire de recirculación.
Igualmente, es un medio de reutilización de agua, al menos de aquella utilitaria. Las plantas pueden purificar el agua contaminada (agua gris) por digestión de los nutrientes disueltos y las bacterias mineralizar los componentes orgánicos con el objetivo de hacerlos disponibles para las plantas.
Las paredes de cultivo son muy prácticas para las ciudades, en especial en áreas verticales; también para áreas áridas, ya que el agua de circulación en la pared vertical es menos evaporable que en jardines horizontales. En áreas áridas y calurosas, estas paredes pueden formar parte de las paredes externas de un edificio y sirven para refrescarlas.
Es importante resaltar que los muros verdes se han clasificado en dos grandes categorías, muros exteriores y muros interiores, ya que los beneficios que producen se reflejarán en diferente medida y con pequeñas peculiaridades; sin embargo, en ambos casos se caracterizarán por ser estructuras diseñadas exprofeso para el soporte de vida vegetal y bajo las condiciones que cada especie requiera, como son agua, luz y nutrientes.
Ahora bien, en cualquiera de los casos se cuenta con una paleta vegetal (esto es la diversidad de plantas dispuestas en cada superficie particular) y ésta será la primera característica que permitirá a diseñadores interiores y a arquitectos mejorar la calidad del aire, ya sea interior o exterior.
Además, la calidad del aire se ve mejorada notablemente debido a tres parámetros que resultan del desarrollo vegetal en el muro; el primero es el aporte de humedad, el segundo la absorción y por último la producción de gases y retención de partículas suspendidas.
Otro factor a considerar es la humedad relativa, que jugará un papel fundamental dentro de los parámetros de confort interior, ya que permite regular la temperatura. Como es bien sabido, el agua es un excelente regulador térmico, esto porque evita los cambios bruscos de temperatura, especialmente entre el día y la noche; basta con observar la naturaleza para corroborarlo. Por ejemplo, en los lugares desérticos es notable el cambio de temperatura que se muestra entre el día, generalmente muy caluroso; y la noche, bastante más fría, mientras que en lugares donde hay presencia de agua en la atmósfera estos cambios de temperatura no son tan variables y se mantienen dentro de un nivel mucho más estable, de ahí que sea recomendable mantener una humedad relativa en un rango de entre el 40 y 60 por ciento, con lo que se evitarán los cambios bruscos de temperatura.
Los muros interiores y exteriores tienen una estructura diseñada para ofrecer un mejor confort a los usuarios
Control térmico en interiores
El aporte de humedad al ambiente es producto de un fenómeno que realizan las plantas conocido como evapotranspiración, que consiste en la combinación de los volúmenes de agua utilizada para el crecimiento de las plantas y su transpiración y en la formación de tejidos vegetales; de esta forma, mientras los seres humanos respiran, las plantas evapotranspiran, agregando humedad al ambiente.
También es importante mencionar que la mayoría de los muros vegetales cuentan con sistemas de riego que permiten un aporte de humedad adicional gracias al rocío o goteo de dichos sistemas.
El segundo punto a analizar tiene que ver con la producción de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono por parte de las plantas, proceso que sucede gracias al fenómeno de la fotosíntesis, en el cual se convierte materia inorgánica en materia orgánica a partir de la energía que aporta la luz.
En dicho proceso, las plantas asimilan el dióxido de carbono y lo transforman en oxígeno, lo cual, desde un punto de vista ambiental, implica una disminución de gases efecto invernadero y de CO2 que es uno de los más dañinos.
Tras colocar muros vegetales, resulta vital mantenerlos en condiciones óptimas para mantener sus beneficios
Adicionalmente, este fenómeno aporta oxígeno molecular al aire, lo cual se ha demostrado que mejora no sólo su calidad, sino que es benéfico para la salud humana, al elevar la calidad del aire que respiramos.
En tercer lugar se tendrá que analizar el concepto relacionado con la retención de partículas suspendidas, éstas son pequeños sólidos que por su tamaño no son atraídos tan fácilmente por la gravedad de la Tierra y, por lo tanto, permanecen suspendidas en el aire. Son de particular interés las PM10 (partículas con diámetro menor de 10um), ya que en su superficie pueden alojarse diversos microorganismos, como hongos, virus, bacterias y/o protozoarios, que posteriormente pueden ser depositados en el tracto respiratorio ocasionando problemas de salud al inflamar y obstruir las vías respiratorias.
En este caso, las hojas de las plantas retienen dichas partículas en su superficie, funcionando como un filtro natural.
Contar con superficies vegetales ayuda a combinar los tres factores antes expuestos, pues se podrá estabilizar la temperatura y mejorar considerablemente la calidad del aire que se respira sin necesidad de utilizar filtros artificiales; lo único que se debe hacer es proporcionar a las plantas el agua, la luz y los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Otro de los grandes beneficios que se observan al instalar muros vegetales es la reducción en el consumo de energía proveniente de los sistemas de aire acondicionado; por ejemplo, al colocar un muro verde exterior, los rayos solares que antes incidían directamente sobre el muro y posteriormente transmitían el calor al interior del recinto quedan bloqueados por la vegetación, de tal manera que existe un sombreado permanente de la superficie, funcionando como un excelente aislante térmico.
En caso de ser un muro vegetal interior, la reducción de la temperatura se ocasiona gracias al fenómeno de evapotranspiración que hemos comentado anteriormente, ya que las plantas son incapaces de producir el calor que requieren para dicho proceso, el cual obtienen de la energía térmica que las rodea; esto ocasiona una disminución de la temperatura, impactando directamente en un menor uso de aire acondicionado para climatizar el inmueble. A pesar de que aún se analizan los valores en la disminución de dicho consumo energético, se estiman valores de entre 40 y 60 por ciento en el consumo de energía de aire acondicionado, dependiendo de la región climática, la superficie naturada (la cubierta por la vegetación) y el tipo de vegetación utilizada.
Los muros vegetales únicamente requieren de agua, luz y nutrientes necesarios; pero significan un gran beneficio tanto para la salud como para la economía de los usuarios
Finalmente, al ser una estructura formada por varias capas (soporte, sustrato y vegetación), se puede mencionar como un beneficio adicional de los muros vegetales la incorporación de una gran cantidad de aire en su interior, lo que funciona como aislante acústico; es decir, los ruidos se ven disminuidos gracias a que el sustrato tiende a reducir las ondas de baja frecuencia, mientras que las estructuras vegetales hacen lo propio con las de alta frecuencia.
Las ventajas anteriores pueden concluir en que los muros vegetales ofrecen una opción a tomarse en cuenta en el diseño bioclimático de las edificaciones, ya que, adicionales a la buena estética que ofrecen al usuario, proporcionan beneficios tangibles, ambientales y económicos al mejorar la calidad del aire respirable y disminuir los consumos de aire acondicionado para climatización.
Se espera que en un futuro próximo se pueda observar, en mayor medida, la implementación de estas ecotecnologías, lo cual permitirá reducir sus costos y obtener mediciones cada vez más precisas respecto de los múltiples beneficios que muestran.
Los sistemas de aire acondicionado reducen su consumo energético gracias a los muros vegetales
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Pablo J. Monterrubio
Es ingeniero civil y maestro en Arquitectura Bioclimática por la Universidad Nacional Autónoma de México. Está especializado en Ahorro y Uso Eficiente de la Energía por la Universidad de Wismar, en Alemania. Actualmente se desempeña como profesor para el posgrado de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de la UNAM, dentro de la Especialidad en Instalaciones. Es fundador y director General del Centro de Capacitación Ambiental Proyecto Tierra S.C., en el que desarrolla e imparte cursos y conferencias sobre diversos temas ambientales. Para saber más consultar www.proyectotierra.com.mx.