Diversos son los factores que contribuyen a que la economía del país se desarrolle y, en los últimos dos años, la inestabilidad en los sectores productivos ha tenido impacto en el mercado; sin embargo, 2015 presenta un escenario optimista, con lo cual se incentivará la innovación tecnológica y la profesionalización del sector. Ambos mecanismos harán la diferencia en la oferta de productos que tenga la industria.
Christian Romeroll / Bruno Martínez, fotografías
Para hablar de la situación actual del mercado nacional es necesario entender el panorama que se ha vivido en 2014, que casi llega a su fin, con respecto a 2013 y ponerlos en perspectiva, pues a pesar de que 2014 se percibe como un año ligeramente mejor que 2013 en la industria, se tiene que hablar de los factores que han contribuido a que los números se presenten de esta manera.
El sector sabe que 2013 fue un año complicado. Esta situación se debió, primeramente, al desempeño un tanto errático de la industria de la construcción, factor que debe considerarse como termómetro económico inmediato y que da una idea o una expectativa de cómo se estará operando. Además, este sector siempre refleja los indicios de los resultados a los que se podrán aspirar: si la industria de la construcción presenta números negativos, el crecimiento del sector será complicado; por otro lado, si se habla de fuertes inversiones, las empresas de esta industria podrán considerar un año próspero y competitivo.
Cuando la construcción está contraída, difícilmente se podrá hablar de un año exitoso, sobre todo para las empresas que participan en el segmento de Aplicado; es decir, en proyectos comerciales e industriales, ya que, obviamente, este indicador determinará cuánta inversión habrá y en qué rubro. Por otra parte, 2014 ha sido un año con una leve mejoría, en especial a partir del tercer trimestre, cuando comenzó a repuntar un poco el sector de construcción.
El primer y el segundo trimestre estuvieron algo contraídos; pero en junio se empezó a notar un repunte, ya que algunos proyectos que se habían mantenido muy herméticos comenzaron a evidenciarse.
Hay que tomar en cuenta que la economía en México estima un crecimiento en un rango de 2.3 a 2.5 por ciento para 2014, según datos de gobierno. De manera muy optimista, para los próximos cinco años se espera un crecimiento de 5 por ciento; sin embargo, estos números resultan muy ambiciosos, pues se está apostando mucho a las reformas recientemente aprobadas, pero se deben aún considerar muchos factores que deberían coincidir para que realmente se alcance este nivel de crecimiento y hay que tomar en cuenta que las reformas no tendrán un efecto inmediato.
Este año ayudó mucho el impulso de proyectos de iniciativa privada y, en gran medida, los comportamientos de distintos estados de la República, donde la Ciudad de México sigue siendo el motor principal. No obstante, se debe resaltar la participación de ciudades como Monterrey, donde se está teniendo un boom enorme en vivienda vertical, por ejemplo.
La concientización del mercado será un factor importante, pues en muchas ocasiones se oferta una solución temporal que deberá perfeccionarse
Un dato que se debe considerar en el caso de la capital de Nuevo León es que el crecimiento de este tipo de edificaciones durante los últimos cinco o seis años es equiparable a lo que se había logrado desde hace 20 o 25 años. Esto se ha debido a varias circunstancias, algunas desfavorables, como la inseguridad, donde se han buscado espacios más confiables y prácticos para las nuevas familias.
Pero este boom de construcción residencial, que hasta hace pocos años era propio del Distrito Federal, ha comenzado a gestarse con cierta regularidad en ciudades como Monterrey, Guadalajara, Mérida, Querétaro, etcétera, lo cual hasta hace poco tiempo parecía una utopía. Una oportunidad de negocio, entonces, para los fabricantes será en equipos residenciales con altos niveles de eficiencia, los cuales, con toda seguridad, tendrán gran demanda en los años venideros.
Ahora bien, el segmento de Aplicado, afortunadamente, no se queda atrás. Comercios, restaurantes, hospitales, escuelas, centros comerciales, entre otros, también están teniendo un crecimiento importante en varias regiones del país.
La tendencia será ofertar mayor eficiencia, aunque aún hay mucho por hacer. Varias marcas están trabajando mucho por impulsar productos armónicos con el medioambiente. Obviamente, esto juega un rol preponderante en la industria, porque las grandes y pequeñas inversiones ya buscan estas características en los productos y soluciones.
La concientización del mercado será también un factor importante que definirá estas tendencias, sobre todo en el largo plazo, pues lo que se está haciendo en este momento, en muchas ocasiones, es dar una solución temporal que deberá perfeccionarse; aunque cada vez es más común que se evalúe el costo inicial y su retorno de la inversión en los proyectos de la industria.
La tendencia entonces va también del lado educativo y del acceso a la información que tienen los usuarios finales, quienes cada día buscan equipos más eficientes, a pesar de que muchas veces no conocen a detalle las especificaciones técnicas de los productos. Un ejemplo claro se da en el caso de los minisplits en plazas como Guadalajara, Monterrey, Cancún, Mérida, Villa Hermosa y Hermosillo, las cuales tienen una venta muy importante de equipos con tecnología Inverter, los cuales presentan un ahorro energético que se ha traducido en mayores ventas y el usuario final lo solicita con ese nombre (Inverter), a pesar de ignorar por qué dichos equipos representan un ahorro energético. Otro ejemplo se percibe en la búsqueda de equipos más eficientes en el sector industrial o de grandes dimensiones, donde el ahorro de energía se ve con más fuerza. El mercado y la industria van por un camino más sustentable, pero aún falta mucho por hacer.
Este cambio cultural, inicialmente, es responsabilidad de los fabricantes, pues somos nosotros los encargados de fomentar y dar a conocer todos los beneficios de adquirir productos eficientes y con alto nivel tecnológico. De esta manera, la información se transmite a los clientes y así sucesivamente hasta llegar al cliente final; con esto, se crea un efecto de “cascada de información” en la que todos participan.
Esta práctica permitirá que exista mayor claridad en las ventajas, atributos y tendencias que tienen los equipos que se fabrican. A medida que el usuario se siga informando, el equipo tendrá más demanda.
Ahora bien, certeros de que la tendencia de sustentabilidad continuará en franco ascenso, también se tendrá que cuidar y fomentar la diferenciación en lo que ofertamos los fabricantes, pues habrá que mantenerse a la vanguardia y en constante actualización.
El retrofit a edificios altos y centros comerciales representa una gran oportunidad de negocio
Industria en vanguardia
Hace algunos años, lograr que el país estuviera actualizado en materia energética y tecnológica parecía inalcanzable. Como ejemplo, basta recordar que hace sólo unos años, cuando se escuchaba sobre la futura prohibición del R-22 en Estados Unidos y se iniciaba un diálogo de investigación sobre gases más “ecológicos”, como el R-410A, el mercado nacional se encontraba en pleno uso de R-22 (presente fuertemente hasta la fecha en ciertos segmentos); sin embargo, posteriormente el país entró en una dinámica más activa, en donde se empezaron a buscar alternativas que ofrecer al mercado y que están, en la actualidad, a la altura de lo que se hace en Japón o Europa.
Hoy se escucha sobre refrigerantes “nuevos”, como el R-32, y ya no es desconocido para la industria o los centros de investigación, donde también ya se empiezan a hacer evaluaciones más precisas de los beneficios que tienen este tipo de alternativas y su potencial ecológico.
Además, el mercado se ha vuelto cada vez más exigente, pues se ha tomado una postura general de que el “movimiento verde” no es sólo una moda, sino que se trata de una actitud necesaria que contrarresta la problemática que vivimos en el mundo.
También es cierto que este dinamismo debe ser mucho más ágil, pues el “atraso tecnológico” muchas veces tiene que ver con una cuestión regulatoria o legislativa, más que con una cuestión de producción u oferta. Esto se observa en el hecho de que las principales marcas trasnacionales del sector tienen plantas de producción en México; pero, debido a que dicha producción se destina sobre todo a exportación, la tecnología aún no ha permeado por completo el territorio nacional. En otras palabras, se debe apostar a la educación.
La industria de la construcción debe definir objetivos a largo plazo, pues es factor modular en la estructura de las empresas de HVAC
¿Qué se debe cambiar? En primer lugar, se debe pasar de una búsqueda por lo más barato a buscar lo más eficiente. Esta cuestión debe estar presente no sólo en la fabricación, sino en toda la cadena de abasto hasta hacerla llegar a los usuarios finales. Poco a poco se está logrando esta propuesta; por ejemplo, los equipos con tecnología de refrigerante variable ahora son más solicitados, pues los clientes se han informado acerca de los beneficios de adquirirlos. Pero esta tarea se debe continuar en el día a día, sin dejar de lado el brindar una solución óptima a los clientes.
Si bien la tendencia en años recientes es la oferta de productos sustentables, las aplicaciones necesarias son variadas, pues hay una inercia de construcción de edificios altos y centros comerciales, pero también se debe considerar un mercado sumamente importante: el de la remodelación de edificios o espacios establecidos (conocido con el término en inglés retrofit), donde habrá grandes oportunidades.
La dinámica y la velocidad con las que se den estos proyectos dependerán de cada región. A nivel nacional, se vislumbran fuertes inversiones en ciudades importantes por excelencia, como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, pero también en ciudades que han tenido un crecimiento importante y reciente como Mérida, Tijuana, Hermosillo y Cancún, donde se está fortaleciendo la industria y se ha incrementado el desarrollo. La inversión en tecnología debería ser obligatoria en el sector, porque si no existe este factor, las empresas no serán exitosas. Y mención aparte para la zona de El Bajío Mexicano, la cual se presenta como una de las más prometedoras a nivel nacional.
El año entrante se presenta promisorio y ojalá permanezca así, pues ha sucedido que se esperan meses fructíferos y resultan meses complicados. Es cierto que se ha apostado mucho a la inversión que traerán las nuevas reformas, pero también se tienen que conjugar otros factores para que éstas den resultado.
En cuanto a la perspectiva de la industria de la construcción, hay optimismo, pues además de proyectos de la iniciativa privada, se está apostando por la liberación de recursos en instituciones de gobierno. Además, el mercado residencial está bastante fuerte, por lo que el sector debe de mantenerse en constante trabajo y definiendo objetivos a largo plazo, pues esto será determinante para la estructura medular de las empresas.
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Christian Romeroll Montemayor
Licenciado en Relaciones Internacionales, egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Cuenta con un MBA por parte de la Facultad de Ciencias Químicas de la misma universidad. También es egresado del programa D1 del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa. Ha colaborado en importantes empresas del sector de HVACR en México, en áreas como Supply Chain, Operaciones, Calidad, Manufactura y Ventas. Actualmente,es Director General de Daikin México.