Asistir a una función cinematográfica soportando bajas temperaturas dentro del inmueble es más común de lo que debiera ser. Por ello, se vuelve imprescindible considerar aspectos que erradiquen la situación y permitan ofrecer confort a los usuarios
José Luis Trillo
El diseño y la instalación de un sistema de climatización significan un reto, especialmente en lugares donde la cantidad de personas puede variar y las condiciones climáticas son diversas. De manera general, acondicionar edificios públicos como teatros o auditorios conlleva un desafío extra, pues la cantidad de actores, luminarias, espacios de escenografía, etcétera, hacen que la temperatura en el interior sea variable.
En el caso específico de la salas de cine, será necesario definir y explorar adecuadamente el tipo de equipos que existirán en su interior, así como la capacidad de la sala, ya que estos factores facilitarán o dificultarán su acondicionamiento.
Es normal que en este tipo de edificios la carga dependa, en gran medida, del número de asistentes, por lo que es de esperar que la capacidad necesaria varíe considerablemente no sólo por este factor, sino también por la variabilidad en las condiciones de trabajo de la sala, y el tipo y las condiciones climáticas. Lo que siempre debe perdurar es la comodidad de los espectadores.
Los climatizadores de azotea o terraza (rooftop) suelen ser una solución de aire acondicionado bastante tradicional en este tipo de proyectos, gracias a que ofrecen una buena calidad de aire al renovarlo continuamente; sin embargo, poseen cierta limitación en lo que se refiere a confort, debido a las grandes variaciones en la temperatura de aire de impulsión que suministran.
Por estos motivos, la modulación de capacidad para esta clase de equipos es una característica por considerar, ya que ayudará a garantizar el control de temperatura y humedad, además de ahorrar energía. Existe un conjunto de aspectos técnicos importantes por considerar en este tipo de proyectos:
- Condiciones climáticas
- Características de la envolvente
- Carga interna
- Posible ubicación de los equipos
Otros factores que se deben examinar son las condiciones de confort de los ocupantes, pues no se tratará únicamente de la proporción de temperatura; igualmente, se tendrán que medir la acústica y el aire de ventilación que se brinde.
Cabe resaltar que para lograr este tipo de objetivos existen muchos equipos en el mercado que ayudan y hacen posible la reducción del ruido generado por los equipos de aire acondicionado, pues éstos controlan la vibración y verifican su funcionamiento. Tales características son especialmente valiosas en zonas donde las limitaciones urbanísticas obligan a reducir al máximo los niveles acústicos exteriores.
Usualmente, dichos recintos cuentan con aislamientos acústicos que también funcionan como aislamientos térmicos, de manera tal que, cuando la sala se llena de gente, la carga calórica que se tiene es bastante alta y sin un aislante es más fácil la transferencia de calor.
Por tal motivo, es muy común que las salas de cine cuenten con baja velocidad en ductos de distribución de aire, aislamiento térmico-acústico en interior de ductos y una ubicación de equipos alejada de la primera salida.
Cuando el aire se transporta en un ducto, tiene que soportar dos cargas en su estructura. Una está impuesta por la presión y la otra por la velocidad. La primera es conocida como presión estática y es la que va través de las paredes del ducto; la carga impuesta por la velocidad produce turbulencias, lo que produce una carga pulsante y variable en las paredes del ducto, conocida como presión de velocidad. Por ello es imprescindible saber calibrar la presión, pues este factor producirá mayor o menor ruido.
Diseño de climatización
Uno de los elementos más importantes y el cual determinará en gran medida el éxito del proyecto es la coordinación entre el arquitecto y las ingenierías, ya que el espacio de este tipo de recintos es reducido.
Para iniciar, se empezará por el cálculo de carga térmica, el cual es determinado por la ocupación de visitantes. También se evaluarán a detalle la carga y la selección de equipos.
Posteriormente, se diseñan la red de distribución de aire y la ubicación de difusores de suministro y rejillas de retorno; es necesario tener especial cuidado en el suministro de aire de ventilación, al ser un factor que proporcionará los parámetros de confort y acústica requeridos.
Como consecuencia de la variación de ocupantes y de la actividad que se puede dar dentro de las salas de cine, habrá que considerar las condiciones extremas, factor más sencillo por determinar si se cuenta con experiencia y retroalimentación del operador, ya que es factible aplicar varios factores de diversidad.
En cuanto a la influencia geográfica, tales espacios suelen encontrarse muy bien aislados; por tanto, no se tendrá ningún inconveniente por carga de radiación. Lo que es cierto es que el principal impacto derivado de la ubicación geográfica corresponde a la altitud. Mientras mayor sea la altura, el gasto de aire requerido aumentará sensiblemente; por consiguiente, afectará el tamaño de los ductos instalados.
Se debe tomar en cuenta que la carga de aire de ventilación se incrementa considerablemente en regiones calurosas y húmedas, por lo que en lugares con bajas temperaturas nocturnas por periodos prolongados se podrá considerar el uso de economizadores.
Como en la mayoría de los proyectos, el diseño se debe planear siempre buscando el confort de las personas, pues el espectador estará la mayor parte de su estancia sentado observando la función, por lo que su inactividad física demandará una temperatura distinta.
En la actualidad, gran parte de las salas son relativamente pequeñas, por lo que el diseño arquitectónico deberá considerar tanto la ductería como los plenum de retorno o distribución.
La carga interna principal corresponderá a los ocupantes. Debido a que el número de ocupantes se relaciona con las dimensiones de la sala, se podrá decir que la carga es proporcional a las dimensiones.
Por su parte, en la distribución de aire se podrán utilizar difusores que eviten al máximo los chorros de aire directos sobre las personas, o bien podrían usarse manejadoras de aire, que pueden ser de agua o tipo paquete.
En la construcción, esta clase de proyectos utiliza materiales que proporcionan un buen comportamiento acústico del espacio; en el caso de los sistemas de climatización, se utilizan sistemas todo aire, generalmente con unidades paquete para techo, aunque en complejos con muchas salas es posible la utilización de sistemas de agua helada.
Cuando las salas se ubican en centros comerciales, es posible emplear el suministro de agua helada del centro comercial y utilizar manejadoras de aire; todo dependerá de cómo se requiera el diseño del sistema. En cuanto al espacio, el aislamiento acústico también es el aislamiento térmico, por lo que la carga externa de una sala de cine es relativamente pequeña.
El diseño de sistemas de climatización suele concebirse para temperaturas interiores de 22 grados centígrados; sin embargo, los operadores suelen ajustar los termostatos a 18 grados centígrados, lo que arroja temperaturas inferiores a la del diseño inicial cuando la sala tiene poca ocupación las; esto puede provocar desgaste en la instalación.
Problemáticas y puntos por estimar
Uno de los desafíos latentes en la instalación será el espacio para ductos y su respectiva conciliación de los tiros con los difusores. Esto, porque los grandes volúmenes de aire por manejar implican grandes conductos, que al sobrepasar las 84 pulgadas deberán fabricarse en lámina rolada en frío.
Es necesario que dichas láminas cuenten con un espesor que oscile entre 1.15 y 1.20 milímetros, con un peso no mayor a 9.5 kilogramos. Esto dificultará la instalación debido al peso, por lo que el doble piso, doble techo o altura tendrán que considerar sistemas versátiles de sujeción.
Para complicaciones de tal índole se pueden usar materiales certificados, como las láminas de poliuretano expandido que poseen densidades mayores a 35 kilogramos por metro cuadrado, gracias a que cumplen con la capacidad autoportante necesaria para la fabricación de grandes conductos, así como la resistencia térmica que evita pérdidas en el transporte de aire.
Ahora bien, en cuanto al mantenimiento, los sistemas de distribución de aire, los más usados hoy en día, requieren muy poco; acaso requerirán mantenimiento preventivo a fin de evitar fallas.
[author ]José Luis Trillo Mata
Ingeniero Químico por el Instituto Politécnico Nacional. Realizó estudios de Alta Dirección en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE). Hace más de 20 años fundó Ingeniería en Aire y Control, S.A. de C.V., empresa dedicada a realizar proyectos de aire acondicionado y consultoría, en la que actualmente es director General. Con una gran trayectoria en el sector HVACR y en las principales asociaciones de ingeniería en México, ha participado en proyectos de suma importancia tanto a nivel nacional como internacional.[/author]