Comprometidos con incrementar las capacidades laborales y la calidad de los servicios brindados por los profesionales de ventas en piso y mostrador, el FIRC y la ANDIRA unieron esfuerzos para ofrecer formación profesional enfocada en esta fuerza de trabajo. Con un programa completo y dinámico, el evento fue todo un éxito
Sinaí Romo / Bruno Martínez, fotografías
Además de la muestra comercial, la edición 2015 del FIRC presentó un diplomado dedicado a los profesionales de ventas y atención al cliente. Este espacio fue creado en conjunto con la Asociación Nacional de Distribuidores de la Industria de la Refrigeración y Aire Acondicionado (ANDIRA), como parte del compromiso común de fortalecer las capacidades de un área clave para el crecimiento de la cadena productiva.
Con el título “Formación profesional en ventas de piso y mostrador en refrigeración y aire acondicionado”, el diplomado tuvo como objetivo incrementar la productividad de las empresas, profesionalizar a los vendedores de piso y mostrador, a fin de mejorar sus competencias laborales, y ofrecer un servicio de atención al cliente de excelencia.
El evento estuvo patrocinado por Norcul; Nacobre; York; DuPont; Grupo Barreto, y BOHN, empresas impulsoras de la capacitación del personal de ventas.
Las actividades del diplomado estuvieron a cargo de la licenciada Martha Olga Pinales, experta en la formación de personal de ventas y representante de Asesoría Creativa, empresa dedicada al diseño de programas de capacitación para profesionales de venta y servicio al cliente.
Los asistentes recibieron formación para mejorar los tres niveles del servicio de excelencia: el Saber, el Saber ser y el Saber hacer. En el taller del Saber, se abordaron las generalidades de la labor del profesional de ventas de piso y mostrador. En lo correspondiente al Saber ser, se evaluaron las técnicas de comunicación y servicio en el punto de venta, en un espacio que puso en ejecución diversas prácticas en tiempo real para reflexionar sobre la forma en que un vendedor atiende a los clientes comúnmente. Con base en esta dinámica, la experta logró detectar las debilidades y fortalezas de cada uno de los vendedores, al tiempo que les mostró mejores herramientas para satisfacer al cliente y asegurar su regreso. En el último espacio se abordó el tema del Saber hacer. Las técnicas de venta para el mejoramiento de todos los procesos y la proactividad de los trabajadores fueron las áreas de enfoque.
A decir de todos los participantes, el diplomado resultó un gran aporte, pues adquirieron nuevas herramientas para la mejora de su trabajo diario. La satisfacción con las lecciones aprendidas fue una expresión generalizada. Además, la intervención de los participantes ratificó su interés, al mostrarse sumamente activos durante las simulaciones de las actividades cotidianas, lo que les permitió interactuar con otros vendedores, detectar sus propias fallas e interiorizar la manera en que les gustaría ser tratados si se encontraran del otro lado del mostrador.
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