Por Camilo Botero
El diseño efectivo para la protección contra incendios de un edificio inicia con un análisis detallado de todas las variables involucradas y con la toma de decisiones durante el proceso de diseño de éste, enfoque que incluye consideraciones interiores y exteriores de las funciones, así como sus distribuciones por áreas.
En esta ocasión, se presentarán algunas directrices por considerar en el diseño del inmueble al momento de analizar las medidas de protección contraincendios que deben proveerse para un área segura. Los diseños detallados de estos sistemas se pueden encontrar en libros como el Fire Protection Handbook y el NFPA: 101 Life Safety Code, 2015.
Para incorporar defensas contraincendios a un edificio, se deben definir claramente los objetivos y conceptos de dichas protecciones, a fin de llevar a cabo un acercamiento sistémico a las soluciones que se propondrán y, posteriormente, definir los medios para alcanzar dichos objetivos.
Cabe resaltar que las condiciones de diseño arquitectónico en el interior del edificio tienen una influencia significativa en la protección contraincendios. La supresión manual de este tipo de incidentes, particularmente por acción de los departamentos de bomberos, es otra consideración importante, así como los accesos de éstos al edificio.
No es posible esperar a que sea el servicio contra fuego el que provea completa protección para a los ocupantes y el inmueble, aunque si debe ser asistido por defensas contraincendio activas y pasivas para proveer seguridad razonable contra los efectos del fuego, siempre cumpliendo con los códigos locales vigentes para tal fin.
Durante un incendio, los ocupantes están expuestos a dos tipos de riesgos principales: la exposición a las llamas y productos calientes de la combustión, y el humo y los gases tóxicos.
Es importante mencionar que el mayor número de muertos en incendios son consecuencia de esta última categoría de riesgo, la cual aún está presente a distancias considerables de la localización del fuego. Aun cuando éste es pequeño, puede producir grandes cantidades de gases y humo, los cuales obscurecen la visibilidad a prácticamente cero, lo que provoca que incluso aquellos ocupantes familiarizados con el edificio tengan dificultad para localizar las salidas de emergencia.
En este tenor, los sistemas de ventilación se encuentran a cargo de realizar una serie de funciones cruciales. Primero, la protección de la vida. Esto lo logran al remover humo y gases tóxicos de las localizaciones donde la gente pueda encontrar refugio, como en las escaleras de emergencia, que deben ser debidamente presurizadas.
Segundo, mejora de las cercanías del fuego, por remoción de humo y calor, para permitir que los bomberos avancen cerca de las llamas a fin de extinguirlas con un mínimo de tiempo, agua y daños
Tercero, controlar la difusión o la dirección del fuego, colocando corrientes que causen que éste se mueva en la orientación deseada. De esta manera, los ocupantes y los activos valiosos pueden protegerse de mejor manera.
Finalmente, los sistemas de ventilación deben lograr la dilución de gases combustibles no quemados, antes de que desarrollen una mezcla inflamable, de modo que se evite una posible explosión.
Las distribuciones arquitectónicas y los patrones de circulación en el interior del edificio también son imprescindibles para la evacuación. Igualmente lo es realizar simulacros de incendio para que los ocupantes sepan a qué sitios seguros dirigirse y cómo, y la existencia de brigadas de bomberos en el edificio y colaboradores en cada una de las áreas.
Por otro lado, la altura del edificio también es muy importante, pues tiene que ver con la manera de acceder a los sitios en llamas. Por citar un ejemplo de ello, valdría la pena analizar el caso del World Trade Center, de New York, y su planeación arquitectónica ante eventos incendiarios.
[author image=”http://www.mundohvacr.com/wp-content/uploads/2015/05/A0MH0077694.jpg” ]Camilo Botero
Expresidente de ACAIRE en dos periodos, miembro de ASHRAE y de la ACIEM. Es secretario de la FAIAR. Fue nominado en Who is Who in Science & Engineering (2007, USA) y en IBC Foremost Engineers of the World (2008, Cambridge, Inglaterra). Es presidente de Camilo Botero Ingenieros Consultores, Ltda., y se ha desempeñado como docente en universidades colombianas. [/author]