Por Mauricio Ramírez
Al emprender un proyecto, muchas veces ocurre que en nuestros sistemas de diseño existe una tendencia a pensar desde el punto de vista de la solución, en lugar desde el punto de vista del problema. Usamos muchas soluciones existentes, en lugar de entender bien el problema que queremos solucionar. Lograr edificios realmente sustentables no es sólo de utilizar un equipo de aire acondicionado más eficiente, la metodología biomimicry, a través de entender bien lo que el diseño quiere hacer y buscar modelos de solución en la naturaleza, puede ofrecer una alternativa.
Para entender mejor el tema, definamos primero el concepto. Se trata de una aproximación a la innovación, la cual busca soluciones sustentables a los problemas humanos mediante la emulación de modelos y estrategias de la naturaleza, que han sido probadas con el tiempo como aptas para el planeta y eficaces para cumplir su función. El estudio de estas alternativas incluye el involucrar biólogos que en conjunto trabajan con los especialistas de cada área para proponer alternativas viables a la industria.
En todos los casos, biomimicry propone mirar más críticamente el problema que se quiere resolver y poner en entredicho las asunciones comúnmente consideradas. Al mirar los temas de diseño solo desde la perspectiva de la solución puede implicar que su resolución tenga tecnología en exceso y un uso indiscriminado de energía, aspectos que desde el diseño se pueden definir como no aptos para su lugar o función. Esta nueva tendencia, por tanto, propone buscar la función última que se quiere lograr y a partir de ahí explorar y encontrar modelos naturales y abstraer de ellos soluciones innovadoras.
En el caso particular de la industria una de las funciones principales de los equipos HVAC, desde el punto de vista del problema es para lograr un adecuado manejo térmico. Muchos organismos y sistemas en la naturaleza logran mantener un manejo térmico, de los que podemos aprender otro tipo de soluciones, y en todos los casos usan procesos de baja energía y materiales locales, biodegradables, entre otras virtudes.
Biomimicry propone buscar modelos en la naturaleza ya que presentan estas virtudes operativas: tienen una óptima mezcla entre estrategias pasivas, estrategias activas de bajo consumo, utilización de energía residual y de recursos disponibles y abundantes en el medio local y son muy eficaces para lograr dar una solución final y de menor consumo energético.
Ya existen edificios que lo han logrado en condiciones críticas, sin aire acondicionado, como el Alpine House, en los Kew Gardens de Londres, o el Eastgate Center, en Zimbawe, los cuales están basados en el diseño y el balance de la temperatura de los termiteros.
En su debido momento, hablaremos sobre estrategias de ventilación, solución que nos apoya a mantener una mezcla adecuada de gases. En ese sentido, existen algunos capullos que tienen una seda, cuyas características físicas y químicas y su configuración le permiten al organismo en su interior, que está generando bióxido de carbono, evitar que se acumule y balancear su contenido con el existente en el entorno, sin que necesariamente exista un movimiento de aire entre interior y exterior.
Es decir, soluciones de ventilación, sin tener que mover mecánicamente el aire. ¿Cómo podría influir esto en nuestro camino a edificios más sustentables? Definitivamente es un camino que vale la pena recorrer. La vida nos muestra que estas soluciones son aptas para sobrevivir en este planeta.
¿Tendremos un día fachadas que dispersen los contaminantes, eliminando del todo la necesidad de una ventilación mecánica? ¿Fachadas que reaccionen para evitar las ganancias térmicas y administren la temperatura sin necesidad de un complejo sistema de HVAC? Serán los expertos en biomimicry y los ingenieros quienes dirán qué depara el futuro.
[author image=”http://www.mundohvacr.com/wp-content/uploads/2015/07/A0MH0077767.jpg” ]Mauricio Ramírez
Cuenta con 10 años de experiencia en Diseño, Construcción y Gerencia de proyectos. Es LEED AP y Sustainability manager de Lend Lease en México. Se graduó del programa de certificación profesional en Biomimicry por el Biomimicry Institute. Actualmente, es profesor titular de Biodiseño en el ITESM, Campus Ciudad de México. También, participó en el desarrollo de lineamientos de sustentabilidad para los proyectos del programa Habitat de Naciones Unidas, en conjunto con la Sedesol y el Colegio de Ingenieros Ambientales. [/author]