Existe una gran cantidad de materiales para construir e instalar los sistemas de una edificación. Algunos de ellos resultan más rentables al momento de observar sus beneficios, funcionalidad y vida útil. El cobre es uno de estos materiales, cuyos rasgos, incluso, aportan puntos para obtener la certificación LEED
Redacción
Los edificios, desde los más pequeños hasta los grandes rascacielos, son responsables de una gran parte del consumo energético que se registra en el planeta y, por lo tanto, de un importante porcentaje de las emisiones de bióxido de carbono (CO2) y otros gases contaminantes, que resultan perjudiciales para el medioambiente y que lo impactan, provocando el calentamiento global y reducción de la calidad de vida de los seres vivos que habitan el planeta.
Una de las acciones en el sector inmobiliario que contribuye sustancialmente a la reducción de estos efectos es la construcción de edificios verdes o sustentables, los cuales cumplen con criterios de alto rendimiento energético, estándares de diseño específicos y métodos de construcción y mantenimiento de bajo impacto ambiental que reducen la huella de carbono del edificio durante su ciclo de vida.
Tuberías de cobre en edificios sustentables
La llegada de los sistemas de certificación para edificios y viviendas ha incentivado la aparición de nuevos materiales, por lo que se han modificado las características de los elementos existentes y mejoras en los sistemas de aplicación y / o construcción que están cambiando totalmente las prácticas de diseño habituales. Existe un sistema de carácter voluntario para definir y evaluar el impacto ambiental de los edificios sustentables, la certificación Leadership in Energy and Environmental Design (LEED), que fue desarrollado en el año 2000 por el U.S. Green Building Council, desde entonces se aplica en más de 135 países.
Casi 65 por ciento de los créditos de LEED están relacionados de una u otra manera con el ahorro de energía y la eficiencia energética. Además, una parte importante de las innovaciones se da en los conceptos de reciclar, reutilizar y reducir. La incorporación de material reciclado en construcciones nuevas se está dando con el acero estructural, el aluminio y el cobre a través de procesos innovadores.
Por ello, las tuberías de cobre son cada vez más utilizadas, ya sea en viviendas o en empresas, gracias a que disminuyen costos y tiempos de ejecución durante el ciclo de vida del edificio al poseer un amplio rango de diámetros y grosores en sus paredes, lo que permite una gran adaptación a otras piezas, especialmente en instalaciones de agua y gas.
Los componentes del cobre aseguran el desempeño óptimo de la tecnología, incluyendo sistemas HVAC de alta eficiencia, iluminación y sistemas eléctricos, además de las últimas generaciones de celdas fotovoltaicas.
El cobre, en muchas aplicaciones, contribuye al logro de los créditos LEED por el ahorro de energía y la reducción de la huella de carbono de un edificio. Aunque no todos sus usos se aplican directamente a los créditos que otorga la certificación, todas esas aplicaciones apoyan los objetivos para maximizar la eficiencia energética y minimizar el impacto sobre el medioambiente.
El cobre aporta, mediante su uso en sistemas de tubería, varios puntos a fin de que los edificios obtengan la certificación LEED para construcciones nuevas y remodelaciones mayores.
- Tecnologías innovadoras en aguas residuales. Tratar las aguas residuales del edificio in situ ayuda a reducir la generación total de aguas residuales y proporciona agua no potable para aplicaciones terciarias. Una de estas aplicaciones es el recalentamiento de agua mediante un sistema de intercambio de calor a contraflujo de cobre donde el agua caliente es usada para calentar agua fría de la red. El agua caliente residual pasa a través de un tubo interior, calentando el agua fría por transferencia, lo que reduce el costo de energía y de emisiones de CO2
- Optimización de la eficiencia energética. El sistema de calefacción y enfriamiento en un edificio comercial o residencial representa una elevada proporción del consumo total de energía del edificio, alrededor del 40 al 50 por ciento. Instalar los sistemas HVAC con tubería de cobre asegura que el sistema no se deteriore con el tiempo
- Energía renovable in situ. Las fuentes más comunes de energía renovable in situ que se utilizan son la solar y térmica. Los sistemas de calefacción y enfriamiento podrían diseñarse para funcionar a temperaturas bajas, haciéndolos ideales para integrarlos con colectores de energía solar y sistemas geotérmicos, en los que se usan tubos de cobre que tienen una alta transferencia térmica, pueden enterrarse directamente en el suelo y son inertes ante los rayos ultravioleta
- Manejo mejorado del refrigerante. La instalación de bombas de calor geotérmicas implica la colocación de tuberías en el suelo y la circulación de un fluido dentro de los tubos para extraer el calor. La bomba de calor geotérmica de intercambio directo utiliza tubería de cobre enterrada llena de refrigerante que circula para remover el calor de la tierra. No requiere una bomba adicional para mover el refrigerante a través del suelo o cualquier intercambiador de calor intermedio.
Respecto de otros materiales, el nivel de mantenimiento requerido es una de las diferencias entre la tubería de cobre y la de aluminio. Ambos tipos de tubería se utilizan en sistemas de calefacción y refrigeración. Los fabricantes de estos materiales a menudo notan diferencias en los costos del proyecto cuando se elige un material en lugar de otro. Por otro lado, los contratistas profesionales suelen recomendar a sus clientes que eviten los tubos de aluminio cuando sea posible, debido a la vida útil del producto.
Cabe destacar que la tubería de cobre es tres veces más gruesa que la de aluminio. Además, posee una conductividad térmica elevada que permite que el material se caliente o enfríe más rápido que el tubo de aluminio. Los sistemas de calefacción y refrigeración equipados con tubos de cobre también realizan tareas más eficientemente que los de tubos de aluminio.
En cuanto a los usos del aluminio, se puede encontrar en las unidades de aire acondicionado de los vehículos, donde los tubos están encapsulados dentro de una unidad de contención bajo el cobre para evitar que el material corra peligro debido al agua o algún daño físico. Los componentes de aluminio también añaden menos peso a los vehículos y es más usual ver este tipo de material en dichas aplicaciones; en cambio, la tubería de cobre es más común en las grandes unidades de refrigeración y enfriamiento dentro de los edificios. Los constructores también arman sistemas de plomería con tuberías de cobre porque la tubería del sistema debe permanecer fuerte cuando se entierra.
Mantenimiento ventajoso
Reparar un tubo de aluminio es más complicado que en el caso del cobre, pues no es fácil debido a la delicada composición del material. Se requieren técnicos capacitados para recortar las áreas dañadas e insertar las conexiones especiales en esta tubería. Limpiarlas regularmente también es difícil porque a menudo la tubería de aluminio se coloca dentro de un contenedor para que tenga una capa adicional de protección. Los contratistas pueden reparar goteras en las tuberías de cobre con un soplete de soldadura, lo que no requiere mayor capacitación, aunque el conocimiento de las buenas prácticas es fundamental para llevar con éxito un mantenimiento de las aplicaciones.
Aunado a la contribución a la construcción sustentable, el cobre tiene muchas otras propiedades. A continuación se enlistan las principales:
- Excelentes propiedades mecánicas
- Resistente al fuego y no inflamable
- Resistente a los cambios en la presión y de la temperatura
- Impermeable y resistente a la mayoría de los agentes externos
- Universal y adecuado para cualquier tipo de aplicación
- De larga durabilidad y resistencia a roturas por envejecimiento
- Protege la salud
- 100 % reciclable
- Disponible en cualquier lugar
Con Información de ICA Procobre