Ingeniería Manauta está enfocada en producir elementos antivibración y antisismo, pero la historia detrás de su nacimiento es mucho más compleja, ya que surgió de la idea de tener un sector más competitivo, sobre todo humano, en el que los valores predominaran. Su director, Ángel Pérez Manauta, charla en entrevista sobre lo que significa esta compañía y su visión empresarial
Eréndira Reyes / Bruno Martínez, fotografías
El ingeniero químico industrial Ángel Pérez Manauta, egresado del Instituto Politécnico Nacional, es dueño de dos empresas: Ingeniería Monserrat, dedicada al sector de aire acondicionado, e Ingeniería Manauta, empresa orientada a fabricar elementos contra la vibración, para el control de presión, antisismos, entre otros. Actualmente, está frente a las dos empresas como consultor y asesor de los directores Generales; sin embargo, el camino para llegar hasta la posición en la que se encuentra inició cuando que era muy joven, cuando una tarde decidió ver qué era lo que hacía falta hacer y buscó la forma de lograr este primer objetivo: producir equipos de calidad de exportación y que ayudaran al sector a generar mejores proyectos.
El ingeniero habló con la revista Mundo HVAC&R y compartió la experiencia que ha tenido durante toda su trayectoria, las expectativas del sector y la filosofía de su empresa.
Mundo HVAC&R: ¿Cuál fue su trayectoria profesional?
Ángel Pérez: Estudié la carrera de ingeniería química industrial en el IPN; posteriormente, estudié un posgrado en Energía Nuclear. Al finalizar, decidí cursar la maestría en Dirección de Empresas en el Instituto Panamericano de Alta Dirección Empresarial, siendo parte de la primera generación. Además, cuento con un diplomado en Filosofía.
Mi perfil era tomar empresas privadas que estuvieran a punto de quebrar y hacer que volvieran al mercado, así que las ponía a operar. Me dediqué a este trabajo, aproximadamente, 15 años; después decidí hacer algo por mi cuenta y creé la compañía de aire acondicionado, la cual sigue operando.
MH: ¿Cómo surgió Ingeniería Manauta?
AP: La idea de Ingeniería Manauta surgió con un proyecto por parte de una televisora, en la que nos pidieron una especificación muy alta al acondicionar los foros de grabación, sobre todo en ruido y vibración, pues al tener productos de exportación, como telenovelas, se tenían que sujetar a los lineamientos que solicitaban en los países a los cuales llegaban; en Estados Unidos (EU), por ejemplo, les indicaban que existía demasiada contaminación acústica, entonces nos exigieron que este factor se disminuyera.
Al momento de comprar muchos de los elementos que se necesitan en las instalaciones de aire acondicionado, nos percatamos de que teníamos que traerlos de EU, cuando en realidad la tecnología que había detrás no era tan sofisticada como para que no se produjera en México.
Si bien ya que existían resortes, éstos no se encontraban optimizados bajo las especificaciones necesarias; ante ello, los fabricantes decían que existía el producto, pero que la solución corría a cuenta de los instaladores, así que vimos un nicho de negocio, con lo que apareció la idea de crear una compañía dedicada a eso.
Al inicio, se definió que no queríamos instalar, ni quitarle el trabajo a los contratistas de aire acondicionado, sino únicamente producir y proporcionar la ingeniería, lo cual llevamos a cabo hoy en día.
MH: ¿En qué lugar está posicionada Ingeniería Manauta?
AP: Nuestra presencia comercial abarca el territorio nacional y también exportamos a Sudamérica. Proporcionamos soluciones antivibración y antisismo, y hemos tenido varios proyectos, desde la torre de Pemex hasta la habilitación de salas de cine.
MH: Las certificaciones y manuales de instalación han puesto especial énfasis en este tipo de soluciones, ¿cómo ha impactado a la industria nacional?
AP: Se trata de un gran obstáculo en México, porque, lamentablemente, tenemos un problema con las certificaciones, ya que los americanos te dicen que uses certificaciones para poder trabajar en los proyectos que surgen con ellos y tú, como fabricante, tienes que buscar los mecanismos para respaldarte, aunque en el país no existe una certificación que te avale.
Deberían hacerse certificaciones antisismo y antivibración propias. De hecho, dentro de nuestros catálogos se especifica, con base en la normativa de la American Society of Heating, Refrigerating and Air conditioning Engineers (ASHRAE), donde se recomiendan ciertos esquemas y cálculos; pero es responsabilidad de cada instalador cumplir con ello.
MH: ¿Cuál es la presencia de la empresa Manauta dentro del sector?
AP: Ingeniería Manauta es la única empresa que ofrece el paquete de ingeniería de aire acondicionado y los elementos que lo componen, aunado a una garantía total. Esto, porque nacimos de una empresa de aire que terminó complementando equipos que ayudan al sector. Sabemos que se requieren cálculos, materiales especiales y un estudio previo para que el sistema quede instalado adecuadamente.
La industria ha cambiado, porque, anteriormente, era necesario ser proyectista y contratista, aunque no era lo más correcto, debido a que es como ser juez y voto al mismo tiempo. Se trata de una característica que ha cambiado significativamente en los últimos años. A pesar de ello, aún falta una persona que revise lo que se ha diseñado, instalado y operado; ya se hace, pero falta que crezca, sobre todo el último aspecto.
MH: ¿Cuál ha sido la filosofía de la compañía desde sus inicios?
AP: Tenemos muy claro que la empresa nació de una reflexión académica, debido a que, después de estudiar la maestría, vivía trabajando, y a pesar de que me iba bien, un día me senté, tomé una hoja de papel y comencé a ubicar qué no había hecho en mi vida en el aspecto de los negocios; analicé lo que me gustaría hacer, y lo enlisté todo. Entonces, me percaté de que estaba vendiendo un servicio. Fue entonces cuando me dije que ya no quería vender servicios, sino que quería vender productos; la segunda reflexión fue que no quería vender productos con sistemas eléctricos, hidraúlicos, de refrigeración, electrónicos, sino que fueran de fácil operación. A partir de tales reflexiones nació Ingeniería Manauta.
Desde entonces, si se llega a vender cualquier producto y no sirve, el cliente puede regresarlo y nosotros se lo cambiamos. Asimismo, apoyamos con ingeniería, con el propósito de tener una industria más profesionalizada. Lo que hacemos no es nuevo, es algo que existe en los manuales de la ASHRAE desde hace 20 años, pero apenas se está utilizando en México.
MH: ¿Qué tanto éxito tienen estos productos en el territorio mexicano?
AP: Es buena la aceptación, aunque mi mayor cliente es una firma chilena; de cualquier manera, sí se consumen este tipo de productos, aunque muchos son de importación. La oferta que existe en EUA es muy distinta a la que manejamos nosotros, ya que, incluso, existe cierta flexibilidad respecto del color o del tipo de equipos.
El americano fabrica todo en negro, porque ellos hacen tiradas muy grandes y les es imposible limpiar sus molinos constantemente; en el caso de México, tenemos la ventaja de hacer las cosas de manera distinta, porque las tiradas no son de millones, sino de miles. De hecho, en alguna ocasión, un americano me hizo el comentó que nosotros podemos hacer las cosas con mucha mayor calidad, debido a que ellos son presos del volumen, mientras que en México es posible probar las cosas.
En Ingeniería Manauta contamos con un laboratorio con control de calidad y certificamos todo. Por lo mismo, nuestros productos son excelentes. Podemos probar dureza, carga, etcétera, gracias a que, como dije, vendemos ingeniería además de piezas, por lo que la seguridad en lo que estamos fabricando es algo que se garantiza.
MH: A lo largo de esta trayectoria, ¿existió alguna persona que influyera en su decisión de emprender un negocio?
AP: Creo que mucho tiene que ver con quién eres; otro factor muy importante son los estudios, ya que, durante años, me dijeron que el que no exportaba no sobreviviría como empresario. Además, creo que México necesita de diversas empresas para fomentar la generación de empleos, los cuales ofrezcan productos de calidad y que también representen una buena competencia, una característica que, contribuye al crecimiento del país.
En la maestría nos planteaban que en esta vida se debe buscar o comer bien o vivir bien, si comes bien, no duermes; si duermes bien, no comes: es la metáfora entre el empleado y el dueño, uno como persona define lo que busca. Muchos buscarán ambas cosas, pero eso es imposible. Es, incluso, una inquietud nata, porque también se necesita de cierta capacidad para adquirir riesgos.
MH: En ese sentido, ¿cuáles serían las aptitudes de un empresario?
AP: Básicamente, esa capacidad de adquirir riesgo y ser emprendedor, aunque, a pesar de tener esto claro, en mi caso ocurrió algo que me animó a tomar el riesgo, ya que en la empresa en la cual me encontraba laborando dejó de existir la sociedad y ya no me fue posible continuar ahí, por lo que tuve que decidir qué hacer y fue cuando di el brinco.
Es importante aprovechar el momento en el que estás joven, recién casado, porque la familia te motiva, pero también te puede limitar en la búsqueda de riesgos; la necesidad te empuja, mientras que la seguridad de poder contar con una quincena es algo que sufre un padre de familia. Cuando decides ser emprendedor, suele empujarte al agua y debes aprender a nadar; de lo contrario, simplemente te ahogas.
MH: En lo conscerniente al entorno laboral y familiar, ¿cómo influye en el crecimiento de una empresa?
AP: Desde que creces empiezas a formarte bajo un esquema en el que, o ejecutas o te dedicas a innovar y arriesgar. Entonces, eso influyó mucho. Si naciste bajo cierto esquema y de repente te lo cambian, es más sencillo que busques metas y logros reales que sabes que es posible alcanzar.
Con mis hijos fui muy claro, yo les dije que hicieran lo que ellos deseaban y buscaran su felicidad. Hoy en día, las empresas ya son de dos de mis hijos; sin embargo, para que llegaran a querer esto tuvieron que explorar y profesionalizarse, cumplir ciertos retos y darse cuenta de que iban por el buen camino.
Siempre les he dejado claro que lo que quiero es que sean buenos hijos, buenos hombres, buenos esposos, buenos ciudadanos. Más allá de esta idea de ser empresarios, lo que se debe buscar es ser feliz, pero vivir bajo valores, pues creo que es lo que se le debe pedir a los seres humanos. El dinero y el éxito son otra cosa.
MH: ¿Para usted, qué significa ser feliz?
AP: Siempre he sido de la idea de que en esta vida son muy distintas la afición, la profesión y la vocación. A la gente le enseñan que tu afición, tu vocación y tu profesión tienen que ser la misma, pero yo no estoy de acuerdo, porque existe gente que ha seguido este esquema y como personas dejan mucho que desear.
Creo que una profesión debe ser aquella que te permita cumplir tu afición y vocación, aunque esta última también se encuentra determinada por lo que sabes hacer, pudiendo complementarlo con la misma profesión.
MH: Por otro lado, ¿cuál sería su definición de éxito?
AP: Para mí significa ser un buen ser humano. Tener dinero y ser reconocido no es tan importante, lo realmente importante es cuando haces una evaluación de ti mismo. Uno es el peor juez, y por eso debes ser objetivo en la evaluación, calificarte y, si te sientes bien contigo, significa que eres exitoso.
No es lo normal en México, ya que tenemos un problema de educación. Los niños están educados bajo un esquema que cada día pierde más valores y cada vez se aleja más del esquema de ser bueno o malo, hablando desde el valor más filosófico de los términos.
MH: ¿Entonces, qué le hace falta a México?
AP: Educación con valores. Se trata de un país que es un matriarcado, en el sentido de que muchas mujeres han tenido que sacar adelante a su familia. Tenemos, por lo tanto, que educar a nuestros hombres bajo el esquema de ser buenos, responsables y respetuosos, lo que debe permear hasta las empresas.
Quienes participan en Ingeniería Manauta están dentro de dicho esquema; por lo mismo, se busca que la gente crezca profesionalmente, pero también plenamente como personas, por lo que es importante que la evaluación que comentaba resulte positiva.Es imprescindible que se sientan orgullosos de su trabajo y estén empleados en un ambiente de trabajo agradable y de respeto mutuo; en un sentido estricto, que seamos buenos seres humanos.
MH: Ahora bien, ¿cuáles son las perspectivas tanto de la empresa como del sector?
AP: Hay grandes planes; algunos vienen más lento, pero sé que en el futuro habrán más certificaciones, sobre todo cuando el gobierno defina dicho factor como prioritario, será mucho más sencillo que el sector se profesionalice, lo que generará mejores proyectos con mayor tecnología e innovación.
México debe crecer y es posible que suceda, porque hay países que lo han hecho. Tenemos un gran potencial; sin embargo, se debe trabajar y ser más profesionales. Si la sociedad se forma dentro del esquema que comento, será más sencillo avanzar e incluso exigir, por lo que el futuro será más fructífero.