En la COP21 en París, 196 gobiernos llegaron a un Acuerdo que sienta las bases de los esfuerzos a largo plazo para enfrentar el cambio climático y evitar que la temperatura no aumente más de 2 °C o 1.5 °C, así como incrementar significativamente el financiamiento para la adaptación, las pérdidas y daños, y una mayor reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Mientras que el Acuerdo de París entra en vigor en 2020, las evidencias científicas dejan claro que para alcanzar la meta global que limite el calentamiento a 1.5 °C o que no exceda los 2 °C, las emisiones deben alcanzar su máximo antes de 2020 y después reducirse de manera drástica. Los actuales compromisos de los gobiernos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sólo representan la mitad de lo que el planeta necesita para evitar los peores impactos del cambio climático: lo que deja una brecha de 12 a 16 gigatoneladas de estos gases.
Tasneem Essop, jefa de la delegación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), mencionó que “el Acuerdo de París es un hito para el mundo. Hemos logrado un avance, pero aún falta mucho por hacer. De regreso a nuestros países, tenemos que asegurar que se tomen acciones más rápidas en los esfuerzos de cooperación de gobiernos, ciudades, empresas y ciudadanos para reducir las emisiones mucho más, proporcionar los recursos para la transición energética en las economías en desarrollo, y proteger a los más pobres y más vulnerables”.
Yolanda Kakabadse, presidenta del WWF Internacional, agregó que “las negociaciones climáticas en París hicieron más que producir un Acuerdo. Este momento ha impulsado a la comunidad global hacia una acción colaborativa de gran escala para hacerle frente al cambio climático. Más de 1 mil ciudades se comprometieron con 100 por ciento de energía renovable; tomó forma un ambicioso plan por parte de África para desarrollar fuentes de energía renovables al 2020; y se lanzó la Alianza Solar Internacional por parte de India, que incluye a más de 100 países para abordar los temas de acceso a la energía y el cambio climático”.
El Acuerdo de París necesita ser justo, ambicioso y transformacional. Los resultados en las áreas clave fueron:
- Crear un plan para cerrar la brecha en las emisiones de gases de efecto invernadero, incluyendo el financiamiento para acelerar las acciones de mitigación antes y después de 2020
- Ciclos de revisión cada 5 años, balances periódicos para acciones de reducción de emisiones, el financiamiento y la adaptación. Sin embargo, la ambición y la urgencia de la acción climática no es lo suficientemente fuerte, y dependerá, en esencia, de las acciones de los gobiernos para tomar medidas rápidas y ambiciosas. Otros actores, incluyendo las ciudades, el sector privado y los ciudadanos, deben continuar sus acciones y presionar a los gobiernos para hacer mucho más
- Apoyar a los países más vulnerables para limitar los impactos del cambio climático y hacer frente a los inevitables daños que ocasionará
- Un objetivo global para la adaptación al cambio climático, así como un reconocimiento por separado y explícito del crucial tema de pérdidas y daños, logros importantes. Pero no es suficiente para asegurar el apoyo necesario para la protección de los más pobres y vulnerables
- Establecer una meta al 2050 con el objetivo de abandonar los combustibles fósiles y migrar hacia la energía renovable y al uso sostenible del suelo
- Al incluir una meta de temperatura de largo plazo que esté muy por debajo de los 2 °C de calentamiento, con una referencia a una meta de 1.5 °C, se está enviando una fuerte señal de que los gobiernos se comprometen a aceptar lo que dice la ciencia. El reconocimiento de la brecha de emisiones y la inclusión de un objetivo cuantificado de gigatoneladas al 2030, debe servir como base para la revisión de los compromisos nacionales antes de 2020
Fuente: WWF