El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) informó que los manglares y los arrecifes coralinos de México están amenazados por el turismo de masas y desarrollo costero mal planeado, la presión demográfica, la acuacultura no sustentable, la agricultura, la interrupción de los flujos de agua dulce, la contaminación y el cambio climático.
“Los manglares son defensas naturales que protegen a las costas y a la población contra eventos climatológicos extremos, son criaderos de peces y otras especies de importancia comercial, filtran el agua y permiten el abastecimiento de mantos freáticos, capturan gases de efecto invernadero y contribuyen al mantenimiento de la línea de costa y al sostenimiento de la arena sobre las playas”, explicó en un comunicado el WWF México.
Uno de los países con mayor pérdida de manglares es México, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre 10 mil y 14 mil hectáreas de manglares se perdieron anualmente de 1980 a 2005.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) estimó que en 2010 México sólo conservaba un total de 764 mil 486 hectáreas de manglares, de los cuales la Península de Yucatán poseía 54.5 por ciento y Quintana Roo el 16.7 por ciento (417 mil 025 y 128 mil 049 hectáreas, respectivamente).
El WWF afirmó que para conservar los manglares se debe aplicar la Norma Oficial Mexicana 059 y la Ley General de Vida Silvestre (artículo 60 TER, sobre la protección del manglar) , por lo que recomienda:
1. Se detenga inmediatamente la destrucción del manglar como parte del proyecto “Malecón Tajamar Cancún”
2. La Semarnat conforme un grupo de expertos que analice la situación y provea recomendaciones específicas sobre este y otro tipo de proyectos que afecten los manglares en México
3. Se fortalezca la capacidad de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que verifique que se cumplan las condicionantes establecidas en las autorizaciones que otorga la Semarnat
4. Mejorar el proceso de las manifestaciones de impacto ambiental para que integren la mejor ciencia y conocimiento disponible, y garanticen procesos participativos y transparentes de consulta pública