A mediados de marzo, la Ciudad de México vivió una contingencia ambiental histórica provocada principalmente por la disminución en la velocidad de los vientos.
María Eugenia Gutiérrez Castillo, investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre el Medio Ambiente (CIIEMAD), explicó que la gran cantidad de vehículos fue la fuente principal de los altos niveles de contaminación, provocando que sustancias químicas nocivas como el monóxido de carbono, el ozono y compuestos orgánicos volátiles se incrementar y se estancara en el ambiente ante la falta de circulación de aire.
Explicó que en “interiores puede suceder algo similar sino se aplican filtros o se monitorea el tipo de partículas que hay dentro”. Por ello, recomendó que los espacios donde se usa ventilación natural recurran a medidas mecánicas para evitar problemas de aire y posibles afectaciones a la salud.
Fuente: SIPSE