Desde 2014, el binomio Mapfre-Dow desea intervenir en los objetivos medioambientales de la Ciudad de México. De esta manera, las nuevas oficinas de Dow, alojadas en el edificio del primero, son un llamado para replicar oficinas más eficientes, flexibles, pero, sobre todo, sustentables e inteligentes
Ángel Martínez / Bruno Martínez, Fotografías
Quien camine por Paseo de la Reforma y pase, o se detenga, enfrente del número 243, notará un imponente edificio de granito y altos espejos el cual, según afirma el despacho de arquitectos Colonnier y asociados: “fomenta la vida urbana, tanto en su permeabilidad como en su vocación cultural”.
Este edificio, conocido también como Torre Rhin (por ser, precisamente, una de las calles que le da acceso), es un inmueble que desde su concepción fue pensando para que cumpliera con los mayores requisitos a fin de ser considerado un edificio con certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design); esto es, un edificio sustentable e inteligente, que participara en la protección ambiental, como lo establece el organismo que expide las certificaciones: el US Green Building Council. Y lo logró. En la actualidad, a tres años de su inauguración, alberga en su interior no sólo a empresas con presencia mundial, sino a empresas preocupadas por su entorno inmediato.
Ejemplo de ello es la trasnacional que se ubica en los pisos siete y ocho del inmueble, Dow Chemical Company, una empresa norteamericana que, desde su fundación en 1897, se ha preocupado por desarrollar una compañía química cada vez más humana, basada en la gente, como afirma su portavoz en México, Aylin Tame. Ante ello, y atendiendo a esta visión de tener presencia en la Ciudad de México, Dow buscó, para sus nuevas oficinas, un inmueble que le ofreciera ventajas respecto a su principal objetivo, que era el de poder cumplir con las metas de sustentabilidad que año con año se trazan.
Así, desde septiembre de 2014 en que se cambiaron, el binomio Mapfre-Dow ha aportado a la causa climática y medioambiental.
Oficinas ulteriores
Estadísticas brindadas por la gente de Dow aseguran que una persona toca, en promedio, algún producto Dow 260 veces al día, esto, porque son una “compañía de química básica”, la cual está celularmente en la composición de infinidad de productos de varios sectores (se habla de más de seis mil líneas de productos).
En términos económicos, tan sólo en México, Dow reportó el año pasado 1.3 billones de dólares en ventas, canalizados en 400 empleados, cuatro sitios de manufacturas, dos oficinas (México y Guadalajara) y dos centros de investigación. Todo ello lo traduce Dow en una productividad de sus empleados altamente eficiente. Pero, ¿cómo se demuestra lo anteior en Dow? Creando oficinas del futuro. “Cuando hablamos de sustentabilidad, podríamos afirmar que todas nuestras líneas de negocio tienen productos enfocados en la sustentabilidad”, afirman los representantes.
En este sentido, la empresa se preocupó por brindarle a sus empleados un espacio en el que, además de sentirse cómodos, se pudiera aportar al lado humano, desde los diferentes frentes que contemplan la sustentabilidad.
Particularmente en Latinoamérica, este año estábamos muy ligados a tener dos proyectos de sustentabilidad, vinculados a nuestros negocios que lleguen a, por lo menos, dos metas de sustentabilidad”
Así, uno de estos proyectos es el que comprende los 4 mil 362 m² del séptimo y octavo pisos, lo cual tampoco fue al azar, pues Dow se preocupó por tener un espacio que les permitiera una comunicación eficiente, cercana y colaborativa sin necesidad de estar divididos en muchos pisos: un edificio clase A. “Lo que buscamos junto con los arquitectos, para generar este ambiente de colaboración, fue desarrollar un concepto global de oficina del futuro”, asegura un representante de Dow.
Esto implicó el diseño de espacios de trabajo abiertos, que facilitaran la comunicación entre los empleados. Así, por ejemplo, los espacios permiten un diálogo profesional sin necesidad de recurrir a una sala de juntas. Lo que se pretende con ello es que sus habitantes puedan intercambiar ideas en cualquier momento, y en cualquier sitio. Esto fomenta un ambiente dinámico en todos sentidos. Por ejemplo, los dos pisos cuentan con disposición en la red, lo que significa que cualquier empleado puede tomar su dispositivo móvil y laborar donde mejor se sienta. El concepto de escritorio, entonces, es muy flexible.
Otros aspectos destacables dentro de la idea de espacios flexibles son los que tienen que ver con las espacios dedicados al confort, al servicio médico. Pero más destacable aún, el espacio que Dow dedicó exclusivamente a la lactancia.
Metas de sustentabilidad de DOW para 2025
- Liderazgo en el manejo del impacto mediante un modelo social
- Ofrecer innovaciones de vanguardia
- Promover una economía circular
- Valorar la naturaleza
- Aumentar la confianza en la economía química
- Involucrar a los empleados para crear impacto
- Liderar el desempeño operacional en las áreas de eficiencia del uso de recursos naturales
Sustentabilidad
Los aspectos visibles de la distribución del inmueble que alberga la empresa sirvieron para acercase a la certificación individual, ante ello Dow buscó un edificio que le ofreciera varias ventajas. Una de éstas es la certificación en Core and Shell con que cuenta la Torre. En ese sentido, la Torre Mapfre tiene innovaciones en sus sistemas de captación pluvial, planta de tratamiento de agua y estacionamiento subterráneo, lo cual ayuda a disminuir el efecto de isla de calor.
Respecto a esto último, los representantes de Dow afirman que se escogió el inmueble por lo accesible que es llegar a él por otros medios de transporte que no sean el automóvil: colectivos, metros y bicicletas. Asimismo, destacan que la Torre tiene preferencia para los autos compartidos, a fin de incentivar un transporte comunitario, lo que tendería a disminuir el impacto ambiental causado por el tránsito.
Atendiendo nuevamente al espacio de sus oficinas, Dow resalta que los sistemas de aire acondicionado cumplen con las características requeridas por la sociedad americana de aire acondicionado, refrigeración y calefacción (ASHRAE, por sus siglas en inglés). Además de que los refrigerantes utilizados en este tipo de aire no dañan la capa de ozono, ya que no contienen clorofluorocarbonos (CFC) u otros componentes dañinos.
Asimismo, las nuevas oficinas ahorran 35 % en iluminación, comparado con las oficinas tradicionales, mediante el uso de luminares ahorradores de luz, y también con programas de automatizacón para utilizar eficientemente la luz. Además de ello, se mencionó que 71 % de los equipos eléctricos y electrónicos (computadoras, pantallas, refrigeradores) cuentan con el sello Energy Star, que significa que son eficientes energéticamente.
Cabe destacar el empeño que Dow ha puesto por hacer conciencia en sus empleados con el uso de materiales reciclables, como papel, cartón, vidrio, metal y plástico. Por este motivo, bajo un proyecto interno llamado Go Ever Green, la empresa propicia el depósito de residuos de los materiales mencionados en sus respectivos contenedores, los cuales están también ubicados en sus oficinas.
Algunas distinciones más son las que los representantes señalan: 18 % de los materiales de la oficina (alfombras, muebles, sillas, etcétera) son de contenido reciclado, lo que representa un cuidado en la explotación de materias primas para su fabricación. Del mismo modo, 21 % de los acabados utilizados son de contenido regional, es decir que el lugar de su fabricación se encuentra a una distancia menor a 800 kilómetros del proyecto, disminuyendo así el impacto ambiental. De hecho, éste es uno de los requisitos fundamentales para quien desee certificarse LEED.
Por otro lado, al visitar el cuarto de cómputo, destaca el aislamiento térmico que tiene: un poliestireno extruido, el cual mantiene la temperatura a 17 °C. Este sistema de aislamiento térmico ayuda a mantener la temperatura adecuada, con lo que se reduce el consumo de aire acondicionado. Asimismo, destacan los archiveros de alta densidad, que son utilizados en las oficinas de Dow porque generan una menor cantidad de archivos tradicionales. Respecto a las impresoras, se enfatizó su colocación en un cuarto cerrado de bajo consumo de energía, ya que para adquirir la certificación de LEED este punto también es tomado en cuenta.
Por último, se comentó que el filtro del purificador cuenta con una membrana basada en un proceso de ósmosis inversa. Sistema a alta presión que retiene partículas, y en el que la membrana va capturando los sólidos que se encuentran en el aire, por lo que básicamente es un sistema de purificación.