Un grupo compuesto por ingenieros de diferentes disciplinas elaboró una norma mexicana que busca transformar la manera en cómo se construyen las edificaciones, a través del comisionamiento
Eréndira Reyes
La finalidad de la propuesta de la norma NMX-C-506-ONNCCE-2015 es, en esencia, ayudar a todos los involucrados de cualquier proyecto a saber con claridad cuáles son las especificaciones en el diseño y construcción de una edificación. Esta iniciativa, de carácter voluntario, se apoya en otras normas y certificaciones, como la NMX-J-C-I489, en la que se establecen los criterios de evaluación de centros de datos de alto desempeño, o como la internacional Leadership in Energy and Environmental Design (LEED).
Para conocer su planteamiento, la arquitecta Evangelina Hirata Nagasako, directora ejecutiva del Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación (ONNCCE), habló sobre cómo la institución a la que pertenece se encargó de hacer que esta norma viera la luz, con apoyo de muchos colaboradores.
Comisionamiento, definición y puesta en marcha
El comisionamiento es un proceso en el que se verifica que los sistemas integrados en una edificación funcionen bajo las normas establecidas. Este término viene del inglés commissioning, proceso que se lleva a cabo antes de la ocupación de un edificio, y durante el que se prueba el rendimiento de los sistemas constructivos, pues, en caso necesario, son modificados para asegurar que los equipos operen según lo previsto por el proyecto. No obstante, al carecer de una traducción exacta para este concepto, los involucrados en el establecimiento de la norma decidieron mantener el anglicismo “comisionamiento”.
La directora Ejecutiva del ONNCCE indica que al iniciar la elaboración de la norma, se tuvo que entender que este proceso ya se ha utilizado mucho en la edificación actual, pues es una forma de comprobar qué tan sustentable es el proyecto en cuestión y en qué aspecto. “A veces se habla de edificios que tienen un sistema de energía solar que provee toda la energía que se necesita en un espacio y que, además, el proyecto cuenta con la mejor instalación hidráulica. Sin embargo, sin un especialista que avale estas afirmaciones, no es posible documentar que ello suceda”, afirma.
Luego de entender las implicaciones de este proceso, se convocó a varios especialistas que tuvieran los conocimientos de cada sistema que se instala en una edificación y que, además, estuvieran actualizados con las nuevas formas de construcción, pues es indudable la actual integración de tecnologías en esta industria.
Al definir el grupo de trabajo y ubicar la necesidad de los especialistas por justificar los diseños, con documentos y pruebas, se empezaron a establecer los puntos en los que esta norma se concentraría. Surgió entonces la pregunta ¿qué se establece en el comisionamiento? La directora ejecutiva respondió que se tuvieron que identificar no sólo los aspectos por revisar, sino las distintas fases en las que se tendría que hacer esta evaluación.
En este sentido, la norma describe el proceso de comisionamiento de manera general, y la forma de aplicarlo a todas las especialidades. Una vez en vigencia, se procederá a escribir las secciones particulares de cada especialidad, divididas en arquitectura, ingeniería eléctrica, acústica, HVAC, entre otras, a fin de dar los detalles específicos del proceso.
Por ello, la norma NMX-C-506-ONNCCE-2015 tiene como objetivo asegurar la calidad de la construcción desde el principio; es decir, desde que el dueño tiene la idea de invertir en una edificación, hasta que el personal la pone en operación. Es importante recalcar que todo comienza con el inversionista que quiere hacer una edificación, pues es el primero en formar parte del equipo de comisionamiento que se necesitará y es quien buscará el apoyo del agente en esta materia.
Ahora bien, al contar con el equipo de diseño, se inicia la escritura del documento Requerimientos del dueño para el proyecto, escrito en el que se deberá dejar claro qué se espera de la edificación, de los sistemas y de las normatividades y tecnologías que se desean utilizar. Este archivo deberá difundirse a todo el equipo de diseño, para que las disciplinas involucradas realicen un documento denominado Bases de diseño (BDD), en el cual se explicará cómo cumplir con los requerimientos y la forma en cómo se realizarán los planos, claramente respetando normas, reglamentos, tecnologías e inversiones, con tasas de recuperación adecuadas a la expectativa del dueño.
El diseño de los sistemas se hará basándose en las BDD, y el representante de la norma se encargará de verificar que se cumpla con las características establecidas, además de revisar que los documentos constructivos contengan las especificaciones suficientes, tanto de construcción como del proceso de comisionamiento. De este modo, los contratistas deberán incluir en sus propuestas todo lo que sea necesario, con la finalidad de evitar órdenes adicionales o de cambio que puedan surgir en el proceso de construcción.
Para no realizar gastos y procesos de construcción innecesarios, durante el diseño se recomienda que los agentes busquen aprobar todas las especificaciones de los equipos principales por parte de los involucrados que estén en la planeación de cada uno de los sistemas, pues, cuando esté por concluirse la obra, los sistemas deberán probarse. Esto, para garantizar el funcionamiento y desempeño, además de obtener tiempo para capacitar al personal operativo que el dueño designe.
A grandes rasgos, el comisionamiento es un proceso integral para asegurar que el dueño recibirá lo que planteó y que el personal de operación y mantenimiento será completamente capaz de operarlo de manera adecuada y eficiente.
Si bien no sustituye a ninguna figura existente en el mercado, como el gerente de proyecto, el supervisor de obra, o los peritos, se trata de un apoyo directo al dueño, cuya meta es una inversión conveniente y duradera.
¿Por qué se creó la norma?
La arquitecta Hirata comenta que en el país se tiene una gran influencia de certificaciones internacionales, así como una serie de procesos en la instalación con reglamentos o estándares externos. A todos éstos se les han ido incorporando normativas pero, al estar en constante actualización, muchas veces las leyes mexicanas quedan rebasadas, de ahí que se haya vuelto necesario tener parámetros que califiquen las nuevas certificaciones.
En todo este proceso, nosotros, como organismo de normalización, sugerimos que se hiciera la norma para que tuviera aplicación en toda la República Mexicana. Nosotros estamos acreditados para hacer normas, pues no cualquiera puede ser organismo de normalización, y se tiene que cumplir una serie de requisitos y, también, hay un proceso en el que, primero, se cuestiona el porqué se debe hacer una norma y, después, se define si será una NMX o NOM”
En este caso, quienes recurrieron al organismo de normalización fueron todas aquellas personas, instituciones y organizaciones que tenían contacto con el tema de la certificación LEED con el término de commissioning, pues vieron que era posible una adecuación a las normas mexicanas.
“Lo que nos compete como ONNCCE es ser el notario que normaliza los estándares. La petición fue de parte del sector privado. Posterior a esto, se hizo un sondeo de lo que ocurre en la actualidad y se consultaron algunas normas internacionales. Al tener la información se inscribe en un programa nacional la posible norma a desarrollar, ello para saber que sólo se está haciendo una norma; después, los especialistas alimentaron con información técnica los requerimientos, medidas y estándares que se pueden aplicar y se hace un borrador que se somete a consulta pública para validar su efectividad”, agrega.
En caso de haber algún error, el ONNCCE se encarga de formar grupos de trabajo, los que constantemente actualizan la norma. En este sentido, la nueva norma tuvo un proceso rápido pues el grupo de trabajo que la realizó tenía “entusiasmo y un anteproyecto muy bien conformado, además de aceptar una benéfica apertura al diálogo”.
Al surgir esta norma, nace en concomitancia la figura del agente de comisionamiento, por lo que el Organismo espera que en el futuro cercano los colegios y universidades promuevan modelos de capacitación para profesionales en el tema, ya que se requieren ciertas características de conocimiento y una gran capacitación previa.
“Lo que ahora se debe hacer es difundir la norma, por esta razón el ONNCCE ya capacita a los profesionales, en conjunto con las asociaciones que participaron en esta primera capacitación, para que se entienda la norma y, de esta forma, se impulse más el tema”, comenta Evangelina Hirata.
Que se conozca, que se aplique, que las dependencias se involucren, que se incorpore a licitaciones públicas y que se vuelva más homogénea su aplicación son algunos de los objetivos próximos que se tienen con esta norma, la cual busca crecer, ya que el tema de retrocommisioning es una tendencia en países de Europa.
Asimismo, la directora Hirata Nagasako recalcó que el ONNCCE está abierto a comentarios que ayuden a fortalecerlos: “Nuestro trabajo es buscar vínculos, pero para establecerlos es necesario que se sume más gente. Un arquitecto, ingeniero pueden especializarse, pues su objetivo principal es hacer más efectivo el proceso de construcción”.