[dropcap]C[/dropcap]onceptualmente, la tecnología VRF (del inglés Variable Refrigerant Flow) es un sistema modular que permite tener conectada una unidad exterior a diferentes unidades interiores que pueden ser controladas de forma independiente. El VRF tiene varias virtudes, lo que permite tener una unidad que brinde enfriamiento o calefacción o ambos modos de operación simultáneamente. Estos sistemas pueden condensar por agua o por aire sin el uso de una torre de enfriamiento.
Este tipo de sistemas es ideal a la hora de zonificar espacios, pues permiten condiciones de confort individuales, con diferenciales de temperatura de 1 grado centígrado con una variación máxima de medio grado. Esto significa que se puede ajustar la temperatura, dependiendo de la necesidad de cada espacio.
La tecnología ha sido efectiva en la industria hotelera y residencial, ya que son aplicaciones que suelen zonificar el inmueble total y demandar temperaturas distintas entre una zona y otra. Los resultados para este sector, de hecho, han sido notables debido a que la variación de carga térmica hace ideal que el control de capacidad del equipo se adapte y esto genere mayores ahorros de energía, de 30 por ciento en promedio.
La tecnología de los VRF entró al mercado mexicano hace ya casi dos décadas, y desde entonces su popularidad ha crecido de forma gradual, siendo los últimos seis años de forma acelerada. A esto, hay que agregar una atracción natural a equipos más eficientes, propiciada principalmente por las certificaciones LEED y la consciencia de respeto al medioambiente y el manejo de recursos naturales.
Las primeras ventas de estos sistemas se dieron en el ámbito residencial. Su éxito fue tal, que se expandió rápidamente al área comercial. Ello aceleró a las marcas americanas para buscar alternativas o alianzas con compañías asiáticas, las cuales tienen el dominio del mercado mundial.
Además de la tendencia por tener equipos más eficientes, los casos de éxito que hay fuera de México han hecho popular este tipo de sistemas en los últimos cinco años, haciendo más fácil su aceptación en los proyectos que se están llevando a cabo. La prueba más clara de su efectividad es la reducción al consumo de energía, pero también se ha logrado dar testimonio del potencial de retorno de inversión que tiene, el cual se logra en un tiempo menor a tres años, comparado con sistemas convencionales.
Otra de las ventajas que tiene esta tecnología es que permite una manera simple conocer la cantidad exacta de energía que se utiliza, quién y cómo la utiliza, operación atractiva en inmuebles de renta, como oficinas y centros comerciales. En este sentido, los sistemas tradicionales no pueden competir, pues la zonificación y monitoreo de uso no es tan preciso.
[box type=”info” ]La tecnología VRF se originó en Asia, a causa de la inestabilidad en el suministro eléctrico que se vivía en esa región en la década de 1980; por ello, se tuvieron que buscar alternativas que no se vieran afectadas por esta situación. El resultado fue la creación de sistemas que optimizan el consumo de energía, gracias a su lógica de control interna, ya que dentro del equipo es posible operar el sistema y ajustar la temperatura que se requiere por espacio. Además de facilitar la operación, el sistema VRF disminuye los costos de control, pues éste ya viene incluido dentro de los equipos.[/box]
Mayor penetración en el mercado mexicano
La concepción y forma de construir han cambiado y, por ende, la elección de equipos. Antes se creía que la tecnología VRF no podía manejarse en grandes construcciones, pero ya se comprobó que no es así. Esto ha hecho posible la entrada de equipos con mayor capacidad y la aparición de inmuebles que se sirven de este tipo de alternativa.
El avance que han tenido éstos también ha generado un crecimiento exponencial y cada día se ha perfeccionado más su operación. La aparición de sistemas con lógicas de autocontrol que ubican el funcionamiento del sistema y, en caso de tener un diagnóstico anómalo, emiten alarmas y sugieren planes correctivos para evitar fallas futuras son muestra de ello.
Estas virtudes han permitido que el equipo se encuentre en proyectos importantes, como los que están ocurriendo en El Bajío mexicano. Además, el interés de los inversionistas en otras zonas como San Pedro Garza García, en Nuevo León; Guadalajara, en Jalisco, la península de Yucatán y la Ciudad de México hacen que la participación del sector de aire acondicionado y refrigeración se incremente, tanto en proyectos comerciales como industriales y residenciales.
La remodelación de espacios es otra área de oportunidad, gracias a que distintos fondos de inversión están adquiriendo bienes viejos para remodelarlos, tendencia que se ha visto en mayor medida en la Ciudad de México. Los sistemas VRF, al ser más ligeros y con una instalación más simple, permiten acondicionar inmuebles viejos con una mínima afectación.
Otra zona geográfica que ha tenido un repunte en este rubro es la península de Yucatán, donde la industria hotelera no sólo ha apostado por los resorts, sino que en la actualidad están reacomodando sus servicios para la clase ejecutiva, ofreciendo remodelaciones que ponderen necesidades casi personalizadas.
Lee el artículo completo en la revista Mundo HVAC&R de junio 2016
[author ]Rubén Sánchez
Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica, egresado de la Universidad de las Américas, tiene estudios en alta dirección por el IPADE. Cuenta con casi 30 años de experiencia en el sector de Comunicaciones y Electrónica, de los cuales 25 ha trabajado en la industria mexicana. Actualmente, es vicepresidente de Business Solutions en LG Electronics de México.[/author]