[dropcap]E[/dropcap]ntre los descubrimientos recientes de la proyección de edificios, el vínculo entre el bienestar y la productividad es, acaso, el más importante. Mejorar el diseño de los espacios eleva 20 por ciento, en promedio, la productividad de las personas, al brindarles un mayor grado de satisfacción, al tiempo que fomenta la creatividad.
Dicho de otro modo, el factor humano es esencial en cualquier sistema de trabajo, y un buen espacio para llevar a cabo las actividades laborales diarias es importante dentro de las estrategias implementadas por las organizaciones. Con base en ello, resulta necesario reinventarse y crear condiciones que mejoren su satisfacción y productividad.
La motivación de tener cada día edificios más eficientes es colaborar con el ahorro de energía en el planeta, tener ciudades más limpias, menos edificios demandantes de energía eléctrica y agua. Esto contribuye a la habitabilidad de las ciudades. Consciente de estas necesidades, se construyó el nuevo edificio corporativo de AXA Seguros en la Ciudad de México. El proyecto de construcción del inmueble, ubicado en la Colonia del Valle, fue liderado por Grupo MF, mientras que el proyecto arquitectónico lo encabezó la firma Colonnier y Asociados, con la encomienda de implementar un edificio de oficinas que aprovechara al máximo la potencialidad del terreno, con un diseño eficiente e innovador.
La construcción del proyecto, que nació a principios de octubre de 2008, se realizó en dos etapas: excavación, bajo el sistema “Top Down”, combinado en una sección del terreno con el sistema de excavación a cielo abierto, y estructuración total, para unir los dos sistemas de excavación y continuar en la construcción total del edificio.
Uno de los mayores retos fue enlazar dos sistemas constructivos de excavación y cimentación para crear una plataforma donde se desplantara el edifico, ya que se encuentra en la avenida donde cruza subterráneamente la Línea Dorada del Metro. Se estudió y se calculó un sistema de muro Milán, cuya función principal es apoyar las cimentaciones, en este caso hacia las cargas más fuertes del terreno provocadas por los empujes propios de la tierra y construcciones vecinas. El sistema se ligó por medio de una estructura metálica a las contenciones ancladas a la tierra del área con excavación a cielo abierto. La consecuencia fue avanzar en dos frentes de obra, lo que generó mayor velocidad de construcción en esa etapa.
Para su operación, el desarrollo inmobiliario de la aseguradora francesa integra tecnología enfocada en potenciar la eficiencia energética, usar energías alternativas, mejorar la calidad ambiental interior y desarrollar espacios comunes de manera sostenible. El conjunto busca hacerse merecedor a la certificación LEED, en la categoría de Interior Design + Construction, para Comercial Interiors.
Space: Arquitectura Mexicana se encargó del diseño de la sede, el cual se desarrolló pensando en tres rasgos clave de los colaboradores de la empresa: retadores, sociales y colaborativos. De ahí que el edificio base su concepto arquitectónico en la premisa de “espacios abiertos”, a fin de que todos los equipos de trabajo interactúen de manera constante y proactiva.
Ocupa una extensión de 23 mil metros cuadrados, cuenta con dos jardines interiores y más de 250 espacios de reunión y colaboración. Esta característica resulta de diversos estudios que comprueban que tener un espacio de trabajo cómodo y amplio, con el inmueble adecuado, con mejor luz o con espacios para la movilidad mejora el bienestar del trabajador e impulsa la productividad.
En este sentido, la iluminación instalada en el edificio es, en su mayoría, tecnología LED de alto rendimiento y, en ciertas áreas, luminarios fluorescentes. El cálculo de diseño está regido por los requerimientos de LEED, donde se controla el consumo por medio de sensores u horarios de encendido.
Con miras a cumplir los requerimientos de LEED, en la última losa del edificio se instaló un aislante térmico y en fachadas, un cristal de alta eficiencia. Ambos evitan la entrada de la radiación solar y reducen la carga térmica. Se implementó, también, un sistema de control inteligente del edificio (BMS), que optimiza todos los equipos eléctricos y los ajusta para que funcionen con carga eléctrica mínima.
El BMS integra sensores y controles que deciden en qué momento arrancan los equipos o dan mayor energía para los horarios pico. De igual modo, cuando la demanda es mínima, envía una señal a los equipos más grandes para reducir su consumo. El sistema de monitoreo ALERTON brinda comparativas estadísticas y ajustes mensuales de los diferentes sistemas y sus equipos, permitiendo optimizar y aprender de la demanda del usuario.
Este tipo de BMS realiza cálculos para variar velocidades en ventiladores, disminuyéndolas si se requiere, apaga equipos no requeridos, controla y decide, por ejemplo, cuándo deben encenderse los circuitos de iluminación.
Asimismo, se instaló un sistema de medición de consumo de energía para monitorear el consumo de HVAC por cada uno de sus rubros: torres de enfriamiento, chillers, bombas, UMA, incluso iluminación y cargas de proceso. Al iniciar el proyecto, como uno de los objetivos principales, AXA estableció desarrollar una nueva cultura organizacional, que se caracterice por impulsar el trabajo en equipo y la colaboración, a través de espacios armónicos, con esquemas de trabajo abiertos, flexibles e integrados, los cuales contribuyan con un mejor desempeño de sus colaboradores mediante una mayor interacción, y donde los espacios permitan impulsar la creatividad y la innovación.
En ese sentido, se buscó utilizar materiales acordes, como cristales de sistema insulado de doble acristalamiento, que aprovechan de la mejor forma la luz solar, sin permitir la entrada de la radiación al espacio habitable.
El calor rechazado por las fachadas de cristal limita el calentamiento interior, bajando la carga térmica demandada para los equipos de aire. Así, el sistema de climatización responde a la necesidad del intercambio de calor generado por los usuarios y sus equipos electrónicos, los cuales emiten una cantidad de calor específica, que al combinarse con el calor de las fachadas requieren más consumo de aire acondicionado. Detener lo más posible esta radiación térmica evita la demanda excesiva de aire, lo que minimiza el consumo eléctrico y, por tanto, la facturación del edificio.
El desarrollo cuenta, también, con dos jardines internos. Gracias a sus muros de cristal inteligente, se evitan los puntos oscuros en el interior de las oficinas. El aire acondicionado tiene filtros de aire especiales para mejorar la calidad de aire. Una planta de tratamiento de agua permitirá que ésta se reutilice para suministrarse a torres de enfriamiento y, por medio de una doble red, alimentar inodoros y mingitorios.
El complejo cuenta con accesibilidad para discapacitados y con todos los programas necesarios de Protección Civil, en los que se implementó un estudio de espectro sísmico que permitió construirlo con amplia seguridad estructural. Los elevadores de origen suizo contarán con accesibilidad inteligente y electrónica. Para obtener un edificio energéticamente eficiente y LEED, se aplicó el estándar 90.1-2007 de la ASHRAE, que permite realizar un comparativo entre los sistemas de aire acondicionado, iluminación, calentamiento de agua, envolvente y controles asociados. De esta manera, el estándar de diseño y calidad es superior, respecto a edificios que no son LEED.