Las posibilidades que el internet de las cosas ofrece a los desarrolladores y gerentes de edificio están comenzando a hacerse notar. Con el grado de automatización suficiente, los distintos tipos de edificaciones pueden sacar provecho de áreas de oportunidad hasta ahora ignoradas y los sistemas que por sí solos son eficientes pueden serlo aún más
Redacción, con información de Schneider Electric
Los pequeños y medianos edificios del país se enfrentan a tres problemas principales en términos de operatividad: el incremento en el costo de mantenimiento de la maquinaria del edificio, falta de herramientas y tiempo para modernizar las instalaciones, y planes limitados para reducir costos energéticos.
La ausencia de personal y el presupuesto de mantenimiento, que en promedio representa entre 1 y 2 por ciento del costo total de construcción del edificio, son algunas de las causas que dificultan la implementación de las mejoras que esperan los arrendatarios. La solución al dilema de “calidad del servicio vs presupuesto” es incorporar métodos que permitan trabajos operativos y de mantenimiento más eficientes.
Bajo este contexto, hay cinco elementos que pueden ayudar a atender prontamente las necesidades de los usuarios y darle un toque inteligente a las infraestructuras:
1. Información en tiempo real.
La capacidad de tener información en tiempo real permite trabajar de forma predictiva y no reactiva. En este sentido, hay tres acciones de administración de datos que impulsan la modernización de los edificios: la recopilación de información sobre las instalaciones, la interpretación a través de sistemas de control y la capacidad de transformar los datos en acciones que ahorren dinero y mejoren los servicios. Softwares como Power Monitoring Expert 8.1 (PME) pueden, incluso, supervisar y medir insumos como agua, aire, gas y vapor.
2. Control y monitoreo a distancia.
Aunque es común que los administradores de edificios cuenten con sistemas de videovigilancia de acceso online, hay tecnologías más avanzadas que permiten garantizar de forma remota el confort en los distintos niveles y secciones. Las soluciones en red facilitan el control a distancia de cualquier aparato eléctrico, incluyendo el aire acondicionado, la iluminación, las cortinas, las pantallas digitales, entre otros equipos. La información que emiten los sistemas es tan importante como tener fácil acceso a ella, de modo que la toma de decisión pueda realizarse de manera ágil.
3. Enfoque verde y sustentable.
El cuidado ambiental es una prioridad a nivel mundial y en las oficinas se resume principalmente al ahorro de los recursos con el uso eficiente de la energía. De acuerdo con Schneider Electric, los edificios desperdician hasta 30 por ciento de su energía al no contar con sistemas de monitoreo y automatización, ya que el simple hecho de apagar la luz cuando no se requiere a través de sensores de movimiento puede generar grandes ahorros. Asimismo, se estima que los costos de climatización de un edificio representan un gasto que va entre 40 y 65 por ciento de la facturación total de energía.
4. Seguridad 360°.
Un edificio inteligente reduce riesgos cuando tiene la capacidad de revisar el estatus de todos los accesos a través de un teléfono celular o tablet, Los nuevos sistemas de videovigilancia tienen capacidad de visión 360°, lo que permite una visión completa de las instalaciones para actuar de forma remota o, inclusive, contactar al personal de seguridad cuando sea necesario tomar medidas. También se pueden instalar sistemas de protección perimetral que envíen alertas ante cualquier actividad sospechosa en los alrededores.
5. Control total con un solo dispositivo.
La integración de soluciones en un solo dispositivo inteligente, con aplicaciones que permitan al administrador monitorear los sistemas sin importar dónde se encuentre, genera ahorros de espacio y costos, manteniendo la precisión, la confianza y la calidad de los procesos que se llevan a cabo en el edificio. El diseño desde cero de este tipo de soluciones es costoso, pero hay ofertas asequibles para que los propietarios puedan poner en marcha un plan que bien puede ser programado en fases, comenzando por las áreas prioritarias.
Eficiente no basta
Los sistemas de aire acondicionado representan entre 40 y 65 por ciento de la facturación total de energía de un edificio. Con las expectativas de crecimiento que se tienen para este tipo de equipos, derivado del aumento en la temperatura media del planeta, lograr que sean cada vez más eficientes es una de las búsquedas permanentes de los fabricantes.
Cuando menos, las tecnologías desarrolladas recientemente se han enfocado en ofrecer un grado mayor de eficiencia, sin sacrificar el confort de los usuarios. En este sentido, uno de los equipos que ha tenido mayor aceptación es el sistema VRF.
Estos equipos cada vez son más requeridos en los edificios comerciales, debido a su capacidad de operar a velocidades variables por medio de tecnología Inverter (en lugar de la operación tradicional de encender / apagar), lo cual representa ahorros significativos. Algunos de ellos están diseñados para aumentar radicalmente su eficiencia energética, al proporcionar la calificación ESEER más alta (factor europeo de eficiencia energética estacional) en todas las capacidades al aire libre, así como gran eficiencia para operaciones de carga parcial que igualan correctamente el entorno en el cual está siendo utilizado. Hay sistemas sumamente fiables, con gran potencia de refrigeración y calefacción, incluso al operar a temperaturas ambientes extremas que oscilen entre -25 y 52 °C.
Las tecnologías de automatización han permitido reducir la incidencia de este tipo de problemas, ya que son capaces de monitorear tanto la operación del equipo como los niveles de ocupación, a fin de vigilar que sólo se utilicen cuando realmente son necesarios. No obstante, la integración de los sistemas de climatización con el equipo de automatización requiere un protocolo compatible y con la seguridad suficiente para evitar malos funcionamientos, intervenciones no programadas y que el objetivo primordial, la eficiencia, se cumpla.
A fin de ofrecer una solución integrada y de buen rendimiento, dos compañías trasnacionales con presencia en México, Schneider Electric y Panasonic, decidieron combinar sus tecnologías. El resultado fue la integración entre la solución SmartStruxure™ y la solución VRF de conectividad inteligente que proporciona un nivel reciente, innovador e impecable de gestión energética.
Dicha asociación se anunció el pasado 19 de octubre, en Rueil-Malmaison, Francia. Los voceros de ambas compañías señalan que han desarrollado una nueva solución inalámbrica de interfaz que permite la comunicación serial directa entre el sistema de gestión de edificios y los controladores con los sistemas VRF, por medio del estándar de comunicación inalámbrica ZigBee®. Esta integración permite a los dueños y gerentes de edificios visualizar sus principales sistemas de edificios, incluyendo el equipo de HVAC, la iluminación, la vigilancia, la distribución de potencia y la electricidad en cualquier momento y en cualquier lugar, mediante una sola interfaz; además, proporciona conocimientos adicionables para reducir el consumo energético y obtener ahorros.
“Crear interoperabilidad entre los principales sistemas consumidores de energía, como el equipo HVAC, con los sistemas de control de edificios permite a los gerentes de instalaciones simplificar sus operaciones, optimizar de mejor manera la eficiencia de sus edificios y reducir costos energéticos”, comentó Laurent Bataille, vicepresidente Ejecutivo en la División EcoBuilding de Schneider Electric. “Al asociarnos con Panasonic, podemos proporcionar una gestión de edificios completa desde dispositivos hasta la nube, sin importar el tipo, tamaño o edad del edificio. Este sólido soporte digital proporciona una visibilidad mejorada del entorno de edificios y es un componente clave para habilitar los edificios del futuro. La innovación en cada nivel aprovecha la energía y la promesa del internet de las cosas de reformar ciudades, transformar industrias y enriquecer vidas por medio de productos conectados, control de bordes, aplicaciones, análisis y servicios”.
La solución conjunta puede instalarse de manera inalámbrica —lo cual preserva la infraestructura existente y es ideal para la modernización de edificios más antiguos— o mediante cableado. La solución aprovecha al máximo la tecnología innovadora de tipo “conectar y usar”, lo cual simplifica las configuraciones para costosos sistemas VRF, si bien puede ser instalada como parte de un sistema independiente. Esto facilita la instalación y permite que los integradores de sistemas ahorren tiempo y costos en la instalación. Además, los equipos que se instalen cuentan con acceso a reportes energéticos completos y tableros de control, así como a equipos de soporte técnico especializados para garantizar que todos los sistemas estén funcionando en los niveles de rendimiento más altos en todo momento. “Hemos invertido en nuestros productos de aire acondicionado comerciales y residenciales, y en nuestros servicios de soporte para encargarnos totalmente de las necesidades de nuestros clientes. Nos complace proporcionar beneficios adicionales en la gestión energética de edificios por medio de nuestra asociación con Schneider Electric”, comentó Toshiyuki Takagi, funcionario Ejecutivo de Panasonic Corporation y presidente de Panasonic Air-Conditioner. “Al combinar el poder de la gestión de edificios con la tecnología del VRF, podemos ayudar a nuestros clientes a reducir los costos operativos y de capital y alcanzar nuevos niveles de sostenibilidad”.
SmartStruxure™ maximiza la eficiencia de los edificios y reduce los costos operativos a lo largo del ciclo de vida de una instalación, por medio de la integración de hardware, software, ingeniería, instalación y servicios personalizados. Rompe con silos de información tradicionales y proporciona conocimientos accionables en tiempo real para que los gestores de instalaciones puedan tomar decisiones más inteligentes, a fin de optimizar la gestión energética. Además, los controladores Serie SE8000 combinan un termostato o sensor de temperatura y un controlador programable en una sola unidad, para optimizar el uso de energía de los sistemas de HVAC y ayudar a reducir costos operativos.