El aislamiento térmico tiene muchas ventajas tanto para el sector comercial como para el ámbito residencial y de vivienda, pues, debido a sus características, puede conservar el calor o el frío, lo que reduce el gasto energético causado por el aire acondicionado y crea un ambiente agradable dentro de los inmuebles ubicados en zonas con climas extremos
Hugo León Morales, con información de DOW
Aylin Tame, Gerente de mercadotecnia para el negocio de recubrimientos y construcción de Dow para la Región Norte de América Latina en Dow, explica que el “aislante térmico es como un abrigo que evita la pérdida y ganancia de calor a través de techos y paredes, pues 70 % del calor que entra en una edificación llega por el techo; de ahí la importancia de hacer un buen aislamiento térmico en un edificio de muchos pisos, donde se consume una gran cantidad de aire acondicionado”.
Desde el punto de vista de la sustentabilidad, destaca que con este tipo de tecnología se puede utilizar el aire acondicionando con menos frecuencia, situación que se ve reflejada en un ahorro de energía y de gastos en electricidad.
Por otro lado, si una edificación no tiene aire acondicionado o no tiene ventiladores pero está en una zona muy cálida, el resultado se refleja en el confort térmico, aunque quizá las mejoras no se perciban directamente en el pago de luz, puesto que no se consume más o menos electricidad.
Aylin Tame señala que la propuesta de Dow es apostar por los techos fríos, también llamados cool roof o cubiertas reflectantes. Este tipo de tecnología consiste en un recubrimiento blanco compuesto por una membrana elastomérica ciento por ciento acrílica que refleja los rayos del sol para evitar que el inmueble absorba el calor, y se incremente la temperatura del edificio.
La membrana elastomérica es elástica para impedir que el material se cuartee, debido a las fisuras causadas por calor del concreto que se expande y se contrae provocando filtraciones de agua, después de cierto tiempo. Sin embargo, con este tipo de revestimiento, se pueden evitar fugas, ya que el material permanece intacto y protege la superficie.
Esta herramienta de construcción tiene una tecnología que no se ensucia, lo cual es primordial para garantizar la durabilidad de los paneles, ya que el principio de reflectancia, que se basa en el color, no se degrada ni se pierde, si se recubren apropiadamente.
“Si se coloca un recubrimiento reflectivo se reduce hasta 5 °C la temperatura de la edificación. Si se compara una membrana ciento por ciento acrílica reflectiva de Dow contra otros materiales la diferencia es enorme; ejemplo de ello es que puedes poner un termómetro y la sensación al tacto es de hasta 18 °C”, dice Tame.
Al igual que el techo, las paredes pueden usar este mismo principio con impermeabilizantes acrílicos y pinturas reflectivas o elastoméricas, y debido a que el principio de reflectancia se basa en el color blanco, las pinturas de las paredes deben ser de tonos claros.
Otros materiales de Dow como las placas de poliestireno extruído, pueden utilizarse en piso, paredes y techo de las cámaras de refrigeración para evitar que se salgan las toneladas de refrigeración que se generan, ya que resisten diferentes tipos de PSI que van desde 25 y 40 hasta 60 o 100.
“De hecho, este tipo de recubrimientos se usa mucho en pistas de hielo, por tal motivo la compañía es patrocinadora oficial de los Juegos Olímpicos, y en el certamen invernal pusimos mucho de nuestro aislamiento térmico en los pisos y en parte de los muros para evitar que se descongelaran las pistas de hielo”, comenta Tame.
Actualmente Dow colabora con organismos internacionales en la delimitación de los parámetros que se deben medir en un recubrimiento reflectivo para que tenga la calidad adecuada, pues es de poca utilidad un recubrimiento en techo o muro que ofrezca un grado de reflectividad óptimo, si dentro de poco tiempo se deteriorará o ensuciará con facilidad, factores que no se miden en la actualidad.
En este sentido, la Gerente de Mercadotecnia de Dow explicó que, junto con estos organismos, se trabaja en una molécula desarrollada con una tecnología con resistencia a la suciedad para comenzar a producir pinturas con una duración de tres a cinco años.
El tema de durabilidad es algo que las constructoras toman en cuenta, debido al tiempo que pueden llegar a tardar en edificar un complejo; por ejemplo, si una compañía desarrolla un unidad habitacional en tres etapas y cada una de ellas se construye en dos años, cuando los compradores pidan ver la primera etapa concluida, la pintura o el impermeabilizante se habrá caído y la casa se verá vieja.
“Es justo ahí donde entra Dow, pues buscamos concientizar a la gente sobre los beneficios que debe fijarse acerca de la clase de productos que se utilizan en casa”, dice la gerente.
Aylin afirma que Dow se está impulsando en el mercado mexicano para que los constructores y los desarrolladores de edificaciones encuentren la ventaja de utilizar recubrimientos en las paredes y techo.
“La gente pocas veces le da importancia a los recubrimientos porque se enfoca más en tecnologías, como cambiar los focos por unos que sean LED, paneles y calentadores solares, entre otros elementos constructivos que impactan con mayor fuerza, pero debemos tener más elementos pasivos dentro de una casa para un mínimo consumo de energía y mayor confort”, explica la entrevistada.
En este tema, destaca la poca visión que se tiene al elegir los materiales de recubrimiento de un hogar, pues la durabilidad de éstos depende mucho del clima, y su resistencia, de la zona donde se coloquen. “El clima y la zona en la que se apliquen son un factor determinante para elegir de manera lógica el tipo de recubrimiento a usar, por ejemplo, en el caso de Cancún, Quintana Roo, las características climatológicas complican la colocación de los aisladores”.
Es por ello que Aylin Tame llama a crear una segmentación de mercado, algo que en México no se hace mucho. Dow se ha enfocado en el nicho de la vivienda media, un sector muy importante cuando se asocia con el sector denominado “hágalo usted mismo”.
“Cuando vemos todos los home center que hay en México nos damos cuenta de que este tipo de mercado está creciendo; es en ese nicho donde la gente es más receptiva con estos materiales porque elige invertir más en una pintura que sea muchísimo más durable”, dice Tame.
En palabras de Marcelo Fiszner, director de mercadotecnia del negocio de poliuretano de Dow para América Latina: “la tecnología avanza cada día más rápido, modificando cada área de producción. Sin embargo, todavía no ha impactado en la industria de la construcción. Conceptualmente, las edificaciones que habitamos no son muy diferentes a las de los hombres de las cavernas, puesto que la necesidad de protegernos del clima no ha cambiado sustancialmente. Sin embargo, la realidad nos aborda y ya es innegable: las necesidades ambientales nos están obligando a construir diferente.
“El poliuretano está presente en nuestra vida cotidiana de forma continua y tiene diferentes aportes como aislación, adhesión, rigidez, mínima absorción de agua, liviandad; éstos inevitablemente se trasladarán a la industria de la construcción. Cámaras frigoríficas, supermercados, shopping centers, aeropuertos y muchas otras edificaciones están siendo construidas con paneles aislantes de poliuretano, que ofrecen versatilidad de diseño, óptima eficiencia térmica con una mínima utilización de los equipos de frío-calor, velocidad de construcción, mínima generación de residuos, mínima utilización de agua, cero proliferación de insectos, roedores y todo tipo de plagas y mínimo espesor de paredes que permite, nuevamente, una máxima utilización del espacio.
Un beneficio sobresaliente es que un aislamiento térmico es un 700 % mejor que el ladrillo y un 80 % mejor que la lana de vidrio. El resultado es un consumo energético 70 % menor, pues el ahorro en climatización de ambientes (fríos-caliente) es abismal. Hemos aprendido que no podemos seguir gastando energía y emitiendo gases, a cuenta del futuro, debemos comenzar a ahorrar energía y empezar a aislar hoy.