El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, celebró el Día de Acción de Gracias trabajando para convencer a la fabricante de aire acondicionado, Carrier, para que no traslade su negocio de Indiana a México.
Esta empresa experta en HVAC anunció en el mes de febrero que cerraría una de sus plantas en Indiana, donde emplea mil 400 trabajadores, para trasladar de manera gradual su producción a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en México; como parte de una medida para que las operaciones sean más rentables, en una zona donde existe la infraestructura necesaria para lograrlo.
Durante su campaña Trump señaló en reiteradas ocasiones que algunos acuerdos comerciales que su país realizó con otras naciones no eran favorables ni daban resultados positivos, por lo que prometió que redoblaría esfuerzos para contrarrestar los efectos negativos; detener la salida de empresas norteamericanas hacia el extranjero y la pérdida de empleos para los ciudadanos estadounidenses; y regresar al país las compañías que mantuvieran operaciones en el exterior.
En respuesta al mensaje que el mandatario electo emitió a través de su cuenta de Twitter, Carrier respondió que efectivamente la compañía mantuvo discusiones con la nueva administración gubernamental, pero que no tenía nada que decir al respecto.
Fuente: Reuters