Como parte de su transformación, el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias llevó a cabo un concurso para el desarrollo de un proyecto arquitectónico de una nueva sede que, se espera, rompa paradigmas. Entre las decenas de propuestas, el despacho mexicano ITACA obtuvo el primer lugar poniendo en alto la bandera de la sustentabilidad
Irayda Rodríguez / Rubén Darío Betancourt, fotografías
En abril de 2016, el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) publicó una convocatoria a nivel nacional e internacional para el desarrollo de un proyecto arquitectónico para su centro de investigación. Éste será totalmente sustentable y se ubicará junto al predio que ocupa su sede actual en la ciudad de Cuernavaca, como parte de la evolución del organismo y sus nuevas atribuciones establecidas en la Ley de Transición Energética.
El Instituto cuenta con más de 40 años de trayectoria ofreciendo soluciones innovadoras en materia de energía, gracias a las aportaciones de sus especialistas en diversas áreas de investigación, como redes eléctricas inteligentes, gestión de activos, eficiencia, ahorro energético, sustentabilidad, nanotecnología y sistemas avanzados de capacitación y simulación, entre otras.
Como explica el Doctor José Luis Fernández Zayas, Director General del INEEL, abordar el desarrollo sustentable implica hablar de humanismo y arquitectura. Para este concurso, agrega, las especificaciones fueron muy estrictas y con mira a escenarios futuros: cero desperdicio de agua, cero residuos y producción de electricidad in-situ: “Cada uno de los concursantes debió entender a cabalidad las condiciones climáticas de la ciudad, y cómo reacciona el terreno y naturaleza del clima. Después, se debe contemplar dónde y cómo construir la edificación, sin dañar la naturaleza del terreno, además de protegerlo cuando sea conveniente y devolverle su capacidad de adecuarse a las condiciones climáticas, lo cual es la base de una nueva visión urbana. Con este concurso, el INEEL se coloca en posición favorable para negociar con organizaciones de otras partes del mundo, respecto al cambio climático y la adecuación de la sostenibilidad y líneas de investigación que incluyen aspectos ecológicos y sociales, pues el reto de crecimiento de las ciudades es fundamentalmente social”, asegura.
Los criterios de avaluación fueron: concepto arquitectónico, gestión de energía, habitabilidad y confort, impacto ambiental y calidad de la presentación. El jurado, integrado por personalidades de la industria arquitectónica y urbanística en México, evaluó un total de 48 solicitudes, de las cuales sólo 20 proyectos cumplieron con los criterios establecidos. De éstos, 16 recibieron mención honorífica, y tres de ellos resultaron ganadores. Los despachos Villa Desarrollos y Saya+Arquitectos ocuparon la tercera y segunda posición, respectivamente. El primer lugar fue para ITACA Proyectos Sustentables, que participó bajo el seudónimo Virka2908.
Zayas señala que parte del compromiso fue la divugación de la capacidad y experiencia de los concursantes, así como la calidad de sus proyectos: “Es muy importante dar a conocer que podemos construir edificios totalmente sustentables en el país. Estos dos últimos meses he recibido visitantes extranjeros, intrigados por la parte técnica de un edificio de este tipo en climas adversos. Puedo decirles que vivir en México es más atractivo, debido a que el consumo y eficiencia energética son mayores en climas benévolos como el nuestro que en lugares con climas extremos, como sucede en el caso de los países de Europa, pese a los recursos tecnológicos que destinan. De hecho, colaboramos con diferentes grupos arquitectónicos en la construcción de edificios en algunas zonas extremas del mundo, como los Emiratos Árabes, ya que los retos tecnológicos y financieros son muy interesantes”.
Sustentabilidad por todo lo alto
El Director del INEEL apunta que las propuestas participantes “imaginaron un lugar donde la gente quiere aprender, hacer investigación y trabajar con armonía en un encuentro con la naturaleza. La sostenibilidad implica un alto grado de colaboración para construir un espacio habitable, donde los jóvenes más brillantes quieran pasar su tiempo de vida”. El proyecto ganador, cuyo edificio se integrará a las instalaciones actuales del INEEL, cumplió con todas estas expectativas, abandonando prácticas antiguas, como el uso de elevadores, y destacándose en el respeto y empate con las condiciones del terreno, además de reducir al mínimo los costos de mantenimiento.
ITACA Proyectos Sustentables cuenta con más de 20 años de trayectoria en disciplinas como la arquitectura bioclimática y las ingenierías con tecnología de punta. Parte del proyecto, estableció que el nuevo edificio del INEEL no se construyera en la parte alta y plana del terreno, sino en una topografía más inclinada y compleja, a fin de preservar biodiversidad del entorno. “Realizamos un talud que otorga la función de puente entre las áreas bajas y altas del edificio, mejora las condiciones de movilidad de las personas con discapacidad y le da muchas más virtudes arquitectónicas, funcionales, ecológicas y estéticas”, señala Desirée Martínez, asesora de arquitectura del paisaje para ITACA.
El diseño arquitectónico, agrega, fue todo un reto ya que “el segundo paso fue dirigirse a las laderas, donde las curvas fueron aprovechadas por medio de terrazas para que el espacio habitable de oficinas pudiera estar dentro y fuera”.
Alejandro Lirusso, asesor en ingenierías de ITACA y Director de Bioe, afirma que “se busca la certificación más estricta a nivel mundial mediante el ahorro hídrico, como el aprovechamiento de las precipitaciones pluviales y la reutilización de aguas tratadas. En materia de energía, a su vez, se buscó iluminación natural, manejo de humedad, entre otros factores, para permitir el ahorro y generación de energía en el sitio a partir de fuentes limpias como la solar y eólica”. El nuevo edificio, añade, servirá de conejillo de Indias, para las tecnologías que se van desarrollando en materia de generación de electricidad, “sin recurrir a la combustión, donde el fotovoltaico será el máximo generador, aunado a un prototipo de microhidro”.
Por su parte, Carmen Jordán, Directora en Bioclimática de ITACA, explica que esta nueva edificación buscará “mimetizarse con la topografía del lugar, para que cada terraza sea también un espacio verde donde la gente pueda trabajar. La parte bioclimática se concentrará en evitar que una mala posición del edificio eche a perder el confort que ya existe, y no se tenga que gastar en energía, calefacción o aire acondicionado”.
Caroline Vérut, directora adjunta de ITACA, comenta que el proyecto “contempla dos abanicos generadores de energía, uno de los cuales es un efecto chimenea de ventilación, que consiste en una succión pasiva del aire constante que servirá de bronquios para todas las oficinas, para que, a través de la cámara plena, se pueda hacer el cambio de aire. Aunque también habrá otros espacios que necesitarán aire acondicionado, por lo que se creará un sistema híbrido”.
La selección de materiales para su construcción y equipamiento fue igualmente crucial. Virginia Pérez, Directora General de ITACA, comenta que se utilizó mobiliario ergonómico hecho en México, sin componentes orgánicos volátiles o tóxicos para los usuarios. También, añade, “se realizó un diseño modular para que el manejo de residuos sea responsable y no haya desperdicios de acero, vidrio y otros materiales. Además, se generará composta que será utilizada en los cultivos orgánicos de la huerta y árboles frutales, y se trabajará en un manual de manejo de residuos con empresas recicladoras de Morelos que los valoricen en beneficio de la comunidad”.
El objetivo de este nuevo edificio es convertirse en ícono de la arquitectura sustentable en México y Latinoamérica. Su misión, concluye el Director del INEEL, es atender el tema de la sustentabilidad y crear condiciones sociales más favorables a nivel global, en alianza con instituciones internacionales como el Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos, a fin de aprender cómo trabajan para después hacerlo mejor en el país.