Para muchas empresas e instituciones los sistemas HVAC proveen de algo más que un ambiente confortable: son los responsables de garantizar la correcta operatividad y continuidad de sus servicios y actividades; en algunos casos, incluso, protegen la privacidad y seguridad de las personas. Los embates de la naturaleza ponen en peligro sus instalaciones, por lo que operadores y empresarios deben estar preparados para enfrentar cualquier tipo de contingencia
Jaime Jiménez
En México, uno de los desastres naturales que más pérdidas económicas, materiales y humanas causa cada año son los huracanes. Éstos se presentan con más frecuencia a partir del verano, a lo largo de las costas del Mar Caribe, Golfo de México, Atlántico Norte y la zona del Pacifico Oriental.
Junto a ellos, además, existen otros fenómenos naturales (sismos, inundaciones, etcétera) capaces de causar graves daños a la infraestructura urbana y los sistemas HVAC de empresas, centros comerciales, oficinas, escuelas, hospitales, aeropuertos, fábricas, plantas industriales, edificios de servicios turísticos, entre otros.
Según el Índice Mundial de Riesgos 2016, elaborado en conjunto por la Universidad de Stuttgart y el Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de Naciones Unidas, la infraestructura inadecuada y las cadenas logísticas débiles aumentan el riesgo de que un evento natural extremo se convierta en un desastre. El estudio precisa que una de las variables más importantes es el alto porcentaje de población que vive bajo la amenaza de inundaciones, tormentas, sismos, erupciones volcánicas, tsunamis, huracanes, tornados, aumento de los niveles del mar, etcétera.
Por esta razón, con el fin de minimizar pérdidas y afectaciones financieras, los propietarios y operadores de infraestructuras claves están obligados a dotar a sus inmuebles con mayores medidas de seguridad y confort. El propósito, claro está, es la prevención de futuras contingencias, las cuales no sólo dañan a la economía de las empresas, sino que también amenazan la vida de empleados y visitantes.
Los sistemas de aire acondicionado, en específico, requieren de sumo cuidado y atención al momento de realizar tareas de mantenimiento. Esto porque en el caso de ocurrir una fuga de gases refrigerantes, el potencial de causar graves daños a la capa de ozono es enorme.
La mayoría de los administradores de edificios deberán trabajar con proveedores de servicios especializados en sistemas HVAC, capaces de evaluar y reparar los daños por medio de procesos aprobados por los fabricantes de los productos. El objetivo es restaurar el sistema y el servicio de la manera más rápida posible, sin olvidar la calidad y las buenas prácticas para beneficio de la empresa y el planeta.
¿Qué hacer en caso de contingencia?
El Diagnóstico de peligros e identificación de riesgos de desastres en México, publicado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), señala que la estrategia de prevención en caso de desastres naturales establece tres pasos fundamentales. El primero consiste en estudiar y conocer los peligros y amenazas para saber dónde, cuándo y cómo afectarán estos fenómenos. El segundo es identificar las características y niveles de riesgo, entendidos como “el producto del peligro (agente perturbador) por la exposición (sistema afectable) y la vulnerabilidad (propensión a ser afectado)”. Mientras que el tercero precisa la necesidad de diseñar acciones y programas que mitiguen los riesgos a través del reforzamiento y adecuación de la infraestructura.
En el caso de los organismos empresariales es necesario cumplir con los siguientes puntos:
- Estar prevenidos con un plan de contingencia integral y con el apoyo de un proveedor de servicios
- Mantener al día el plan de contingencia para ayudar a reducir futuros riesgos financieros
- Reparar los daños en los sistemas HVAC, para lo cual es recomendable contar con un proveedor experto en el mantenimiento de estos equipos que asegure su buen estado y funcionamiento
- Contar con sistemas HVAC de respaldo que permitan continuar las actividades cotidianas de las empresas, mientras se efectúan las reparaciones
- Considerar la renta de equipos para poder mantener los servicios que ofrece el negocio, sin sacrificar la atención a clientes
Todas las empresas, sin importar el giro, deben poseer un plan que les ayude a resolver los problemas suscitados por los desastres naturales, para que las operaciones del negocio se reanuden de manera eficiente y eficaz.
La relevancia de desarrollar una planeación obedece a que con ella es más sencillo mantener el control, evitar percances que puedan ser prevenidos, disminuir el riesgo de perjudicar la zona geográfica en donde se sitúe la compañía y acotar las pérdidas de equipo, materiales y financieras.
También es primordial capacitar al personal que labora en la empresa sobre las acciones a seguir antes, durante y después de que ocurra un suceso de esta índole. Esto con el objetivo de disminuir en la medida de lo posible los daños al mobiliario del edificio, percances que pongan en riesgo la vida de los empleados o catástrofes que puedan contaminar el medioambiente o afectar la vida de la gente en los alrededores de la empresa, como sucede en el caso de grandes plantas de la industria HVAC, química, farmacéutica, petrolera, entre otras.
Después de un desastre natural, los sistemas de ventilación, calefacción, aire acondicionado y refrigeración son elementos críticos para dar continuidad a las actividades de las diversas industrias.
Muchos organismos públicos y privados ven comprometidos seriamente sus servicios ante estos casos, pero hay algunos cuyos detrimentos causan un mayor impacto sobre la población. En consecuencia, es importante identificar cuáles son los sectores más vulnerables que deben estar más atentos ante emergencias que perjudiquen los sistemas HVAC. Algunos de ellos son:
Organismos de salud, ya que proporcionan atención médica y espacios seguros para los pacientes, visitantes y miembros del personal cuando ocurre un fenómeno natural grave
Instituciones educativas, las cuales sirven como albergues para las personas damnificadas, además de que al contar con instalaciones bien administradas se reduce el riesgo de daños en aulas y pérdida de clases
Sector industrial, un área que por la naturaleza de sus actividades necesita reducir el tiempo de inactividad, la pérdida de productividad y el riesgo financiero que implica, además de disminuir los posibles daños ambientales que podrían generar en la zona donde se ubican
Industria del turismo, la cual requiere de servicios de calidad para sus clientes, a través de un mayor confort ambiental en los espacios, sin perder de vista las condiciones de seguridad en caso de emergencia
Después de la contingencia
Cuando ocurren fenómenos naturales como tormentas y huracanes, son comunes las inundaciones en sótanos y espacios donde se localiza la maquinaria e instalaciones de los sistemas y subsistemas HVAC, como equipos de refrigeración de agua, unidades de refrigeración, tratamiento de aire, bombas de calor, terminales de agua, enfriadoras, entre otros.
Para evitar que los equipos dañados acumulen suciedad, desechos y microorganismos, un técnico calificado deberá evaluar las afectaciones para después proceder con la limpieza y desinfección, ya que entre más tiempo permanezcan expuestos a la humedad, los daños pueden ser irreparables, sin considerar las afectaciones a la salud de las personas involucradas en el proceso de limpieza. Esta situación también genera que la empresa o el edificio tarde más tiempo en continuar con sus actividades, lo cual se refleja en la producción, economía y participación de la compañía en el mercado.
Medidas de prevención
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos recomienda que los propietarios o administradores de una empresa realicen un recorrido por las instalaciones clave de un inmueble antes de un fenómeno natural extremo. Lo anterior, acompañados por los empleados y con el propósito de verificar el buen desempeño y correcto mantenimiento de la calefacción, ventilación y aire acondicionado del edificio.
Un aspecto fundamental es cerciorarse de que las tomas de aire externo y los filtros de los equipos estén debidamente asegurados, sobre todo los que están a nivel del suelo. Esto porque los sistemas HVAC pueden ser el medio de entrada y distribución de amenazas biológicas, químicas y radiológicas. En este sentido, se recomienda instalar una toma de aire expuesta que no se selle en forma permanente.
En caso de un desastre natural, la limpieza y reparación de los equipos siempre deberá ser manejada por técnicos experimentados para que cada uno de los componentes que conforman estas unidades reciba un diagnóstico y reparación adecuados. De no manejarse así, el problema podría agravarse, incrementando las pérdidas económicas.
Asimismo, es necesario recurrir a los fabricantes, en caso de que los componentes del sistema tengan que ser reemplazados. La idea es cubrir en el menor tiempo posible la urgencia de refacciones y piezas certificadas, ya sea porque quedaron inservibles o porque el costo de la reparación es más alto que la sustitución.
Otro aspecto a favor es que un buen equipo hace más eficiente las operaciones, lo cual traerá grandes beneficios para los propietarios de edificios y operadores. Además, al contar con piezas adecuadas, se contribuirá a la reanudación de los servicios de la empresa, lo que a su vez logrará un mejor desempeño de la infraestructura HVAC, sin que esto signifique exacerbar los daños ambientales.
Alternativas temporales
Si bien los sistemas HVAC están diseñados para soportar todo tipo de condiciones climáticas, hay una serie de factores secundarios que pueden provocar una disminución en el rendimiento de los equipos o impedir que sigan operando totalmente.
Para la mayoría de los grandes comercios no es posible mantener detenidas sus actividades, por lo que una buena opción para sortear el problema es el uso de equipos temporales. Existen en el mercado diversas soluciones que aceleran el tiempo de respuesta en caso de emergencia y que sirven de apoyo para que la empresa se mantenga operando hasta que repare, sustituya o actualice el sistema HVAC dañado. La renta de equipos es una de ellas.
Su éxito se explica porque ayudan a continuar con las actividades de los negocios en caso de que las reparaciones se prolonguen demasiado o si se tienen recuperaciones de áreas escalonadas, es decir, sectores de la infraestructura que tienen una codependencia para funcionar, característica que los hace más susceptibles ante una crisis.
Durante una crisis, este recurso ofrece grandes beneficios, ya que las unidades en renta son de fácil instalación, gracias a sus rápidas conexiones a la red de energía, agua y otros ductos.
Estos equipos están diseñados para crear espacios confortables y amigables con el medioambiente, independientemente del tamaño, forma o ubicación geográfica de las edificaciones. También brindan gran confiabilidad a los operadores, pues aseguran la capacidad de hacer frente a todo tipo de escenarios.
Otra de sus ventajas es que permiten un acceso excepcional a la tecnología, a través de equipos modernos y de alta calidad, lo que reduce el tiempo para adquirir, instalar y poner en marcha un nuevo sistema.
Lo más importante para una empresa es que sus actividades se mantengan constantes e ininterrumpidas, y que sus empleados cuenten con las medidas de seguridad en caso de un desastre natural. Para lograr estos objetivos es necesario tener un plan de acción capaz de enfrentar cualquier huracán, tormenta, ciclón, terremoto, entre otros fenómenos naturales de alto riesgo.
Por todas estas razones, es recomendable que empresas e instituciones recurran a un aliado de confianza que las respalde en los momentos más difíciles y les brinde las herramientas necesarias para superar con la menor cantidad de pérdidas posibles esta clase de fenómenos.
Consejos para crear un plan de contingencia
- Evaluar el impacto financiero, operacional y en productividad en caso de interrupción de la energía eléctrica o servicio de aire acondicionado
- Determinar y clasificar causas potenciales de fallo en el sistema
- Instaurar una comisión de auditoría para los sistemas críticos, a fin de identificar la ineficiencia energética y obtener soluciones personalizadas y optimizadas con un presupuesto relativo a las soluciones de actualización energética
- Establecer las áreas críticas dentro de la empresa
- Identificar a un proveedor confiable de sistemas de aire acondicionado, que cubra la parte de venta, instalación, servicio y renta de equipos temporales
- Después de la contingencia, analizar lo sucedido para integrar la experiencia, los aprendizajes y mejores prácticas que actualicen el sistema de respuesta
[author ]Jaime Jiménez
Ingeniero Civil con maestría en Administración de Empresas por el ITESM. Fue nombrado vicepresidente del sector HVAC & Transport Mexico de Ingersoll Rand. Con más de 25 años de experiencia en una amplia gama de negocios, actualmente es Director General de Thermo King y Trane para México.[/author]