Cada vez más personas han visto en el Internet de las Cosas (IoT) o de los dispositivos un enorme potencial para el desarrollo de poderosas soluciones que ofrezcan mejores sistemas y beneficios a los usuarios.
El internet de los sistemas es la capacidad de los aparatos de conectarse autónomamente a sistemas de intercambio de datos que permiten el reporte en tiempo real, gestión a distancia y activar respuestas de los equipos humanos que controlan el proceso. IoT se refiere a que los dispositivos no requieren una interfaz humana que capture, envíe o gestione los datos, sino que están conectados directamente a la red, para su monitoreo. Incluso pueden implementar acciones sin una interfaz o instrucción directa humana, siguiendo protocolos de toma de decisión con cada vez mayor potencial, a través de sistemas de inteligencia artificial.
Para la industria de la eficiencia energética y los sistemas de confort térmico, el potencial que el IoT tiene para mejorar nuestros sistemas es muy importante. La aplicación más lógica o inmediata sería la gestión a distancia de los sistemas por equipos expertos, que previenen las fallas o el funcionamiento por debajo de los requerimientos de diseño. Esto incrementa las capacidades, por ejemplo, del facility manager, ya que podrá contar con la experiencia de su equipo y de especialistas que gestionan una gran diversidad de edificios, y que han diseñado protocolos de acción preventiva y de predicción de fallas. Estos equipos externos pueden dar una respuesta técnica inmediata, a veces sin necesidad de avisar al mismo propietario, comunicándose directamente con los dispositivos.
Sin embargo, el verdadero potencial para revolucionar nuestro mercado está en la exploración de maneras de incorporar el IoT en los sistemas desde la mesa de diseño. Particularmente, sabemos que en los edificios hay mucha energía desperdiciada, ya que los sistemas son diseñados independientemente, en lugar de interdependientemente. Así, la energía producida para una función, genera también energía residual en forma de exceso de potencia no utilizada.
Como saben los lectores asiduos, mi apuesta profesional es por aprender de los organismos/ecosistemas vivos; éstos nos pueden enseñar a habitar mejor nuestro planeta (Biomimesis/Biomimicry). Viendo nuestros edificios desde esta perspectiva, y analizándolos como si fueran entes vivientes, pues los organismos no pueden darse el lujo de desperdiciar demasiada energía, su supervivencia depende de ser eficientes. Ellos han incorporado sistemas que optimizan el uso de la energía, reduciendo las pérdidas residuales no intencionadas y optimizando el desempeño energético.
Veo en un futuro muy cercano como el IoT y un enfoque de diseño biomimético podrán trabajar en conjunto para lograr soluciones que hagan un ambiente construido más eficiente y mejor adaptado al planeta, con el gran objetivo de optimizar el uso de la energía en los edificios con sus beneficios ambientales y sociales.
[author image=”https://www.mundohvacr.com/wp-content/uploads/2017/06/Mauricio-R.jpg” ]Mauricio Ramírez
Gerente de Sustentabilidad / Bovis PM
Representante de SUMe en la LEED International Roundtable.[/author]