Con la integración de esta tecnología en las operaciones de los hoteles, el sector turístico tiene una ventana de oportunidad para aumentar sus ingresos y disminuir sus gastos, a la vez de ofrecer una mejor experiencia a los clientes, a través del manejo eficiente de los recursos y la absoluta personalización del servicio
Horacio Soriano
El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) ha llegado para quedarse y juega un papel clave: conectar todo lo conectable.
En los últimos años, se ha hablado del uso de nuevas tecnologías en el mercado inmobiliario, a fin de ofrecer nuevas soluciones que permitan la optimización de diferentes sistemas y la centralización de su control.
Los hoteles están convirtiéndose en edificios inteligentes, una tendencia que cambiará la forma en la que los arquitectos, desarrolladores y administradores ven el futuro del internet aplicado a la gestión de recursos en la industria.
En consecuencia, es posible mejorar la experiencia del cliente y aumentar la eficiencia operativa, pues transformar datos en valor es la razón de ser de esta revolución tecnológica.
Así, un hotel obtendría hasta 30 por ciento de ahorro en costos energéticos y de explotación con este tipo de adaptaciones, que van desde el control sobre la producción de frío y calor, aire acondicionado, climatizadores, control de fan & coils en habitaciones (con o sin comunicación) y medición de consumos, hasta informes de eficiencia energética.
Por ejemplo, el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) en España inició un proyecto piloto dirigido a establecimientos de tres, cuatro y cinco estrellas en ese país para promover la monitorización de los gastos de energía.
Así, se puso a su disposición a herramienta SmartStruxure Solution, una plataforma de última generación enfocada en proyectos de rehabilitación, mejoras y modernización de un edificio, la cual permite partir de soluciones sencillas de costo reducido y escalar gradualmente en el tiempo completando todas las prestaciones y ventajas que ofrece, de manera que el hotel pueda gestionar la inversión inicial requerida y fraccionarla de acuerdo con sus posibilidades económicas. Según el comportamiento energético reflejado, se estudia su potencial de ahorro y las posibles mejoras a desarrollar.
Cabe señalar que, en la Unión Europea, 40 por ciento del consumo total de energía corresponde a los edificios. Ante esta cifra, las edificaciones verdes representan un elemento clave para la sustentabilidad.
Por ello, todos los esfuerzos están centrados en diseñar nuevas estructuras que logren un alto rendimiento económico y medioambiental, teniendo en cuenta el clima, necesidades culturales, salud, productividad y la seguridad de los ocupantes. Para cumplir con este objetivo a lo largo de su ciclo de vida, se tendrán que gestionar, operar y actualizar los sistemas para que el uso de energía, las emisiones de dióxido de carbono y su impacto ambiental sigan disminuyendo, lo que proporcionará un valor medible para los propietarios de edificios y la sociedad.
[author ]Horacio Soriano
Ingeniero Mecánico Eléctrico con MBA por el ITESM y catedrático en la Facultad de Mecánica y Electricidad de la UNAM. Cuenta con más de 30 años de experiencia en soluciones de eficiencia energética y sustentabilidad, así como en cargos ejecutivos en áreas de desarrollo de negocios, servicios y ventas. Actualmente es director de desarrollo de negocios de la División Partner de Schneider Electric México.[/author]