Único en su tipo en México, este campus universitario fue distinguido por el USGBC con una certificación LEED Platino, debido a su conjunto de estrategias sustentables y de ahorro energético
Ricardo Donato / Fotografías: Mundo HVAC&R
Partamos de la polémica reflexión que el pensador británico George Steiner esgrime acerca de la actual condición de las ciencias sociales y humanidades: vivimos una época contradictoria en la que, por un lado, existe un creciente interés del capital privado y el Estado por la construcción de espacios culturales (museos, bibliotecas, galerías, etcétera); pero, al mismo tiempo, por el otro, un notable desdén hacia las personas que deciden dedicarse a estas ramas del saber, reflejado en los bajos salarios y la escasez de ofertas laborales.
CENTRO, una universidad privada localizada al poniente de Ciudad de México (Constituyentes núm. 455), busca romper con esta idea. Su meta: potenciar y profesionalizar la creatividad de los jóvenes que cursan alguna de las siete licenciaturas que ofrece, a fin de que éstos cuenten con más herramientas y oportunidades para desarrollarse laboralmente.
Las carreras que ofrece son: arquitectura de interiores, cine y televisión, diseño industrial, comunicación visual, interacción y medios digitales, diseño textil y moda, publicidad y mercadotecnia.
Fundada en 2004, la vocación social de esta escuela de educación superior, sumada al incremento de su plantilla de alumnos y al atractivo de sus licenciaturas, obligó a sus dueños a expandir sus horizontes y buscar una nueva sede que estuviera más en sintonía con su visión académica y, claro está, con los postulados de la arquitectura sostenible.
Diseñado por TEN Arquitectos e inaugurado en 2015, el nuevo campus de CENTRO está integrado por tres edificios interconectados (dos paralelos y uno perpendicular) de estructura metálica y formas mínimas revestidas de cristales. El bloque principal alberga la mediateca de tres niveles, la cual sirve como puente con los demás espacios. Es también la puerta de entrada hacia el jardín central y la icónica escalinata del campus, una obra del artista visual Jan Hendricks, hecha de granito negro con incrustaciones en resina blanca y recubierta de imágenes de flores. Y debajo de ésta, un elegante auditorio minimalista para 390 personas, fabricado con madera sustentable.
Gracias a la eficiencia de su diseño arquitectónico y soluciones energéticas, se trata de la primera universidad mexicana que ostenta la certificación LEED Platino, otorgada por el U.S. Green Building Council (USGBC, por sus siglas en inglés). En un recorrido organizado por Sustentabilidad para México (SUMe), Mundo HVAC&R visitó sus instalaciones, para constatar de primera mano las razones detrás de esta distinción.
Un esfuerzo bien recompensado
“En un principio, la universidad sólo buscaba una certificación base ante el USGBC. Con el paso del tiempo, sin embargo, los propietarios vieron la importancia de escalar a otros niveles, no sólo por un tema mercadotécnico, sino por todo los beneficios que ofrece, en términos de ahorro de energía, agua y calidad ambiental”, cuenta el arquitecto Alfredo L. Mariscal, asesor del proyecto y jefe del área de Sustentabilidad AKF México.
El proceso inició en junio de 2013, cuando se registró el proyecto en la plataforma LEED Online. “Primero, conforme a la cantidad de puntos que se tenían, se optó por el nivel Plata, pero cuando se percataron que podían obtener el Oro, los dueños se emocionaron y buscaron dar el brinco a la Platino. Fue a mediados de 2014 cuando decidieron iniciar este último proceso”, agrega el asesor.
La primera tarea fue recopilar la información acerca del diseño y luego sobre la construcción. Debido a ello, prosigue Alfredo L. Mariscal, se trabajó con un equipo de diseñadores para mejorar las características del proyecto.
Una vez recopilada toda la documentación, ésta se envío al Green Business Certification Inc. (GBCI, por sus siglas en inglés) para su revisión. Este organismo tardó 25 días hábiles en examinarla y regresar comentarios; luego, se reenvía nuevamente toda la información ya con ajustes y el GBCI lo revisa otra vez para hacer más comentarios, asegura el arquitecto.
En el caso específico de CENTRO y debido a una premura de los propietarios, se decidió pagar una revisión expedita para reducir el tiempo general del proceso a la mitad.
El esfuerzo fue bien recompensado: 81 puntos de 110 posibles para lograr la certificación LEED Platino, así como la distinción de New Construction.
Combinación de sistemas
Uno de los aspectos fundamentales que más abonó para lograr estos reconocimientos fue el tema de la climatización. Gran parte de las instalaciones de CENTRO poseen sistemas de ventilación natural, como louvers y ventanas que permiten el paso de aire limpio del exterior hacia dentro del inmueble.
“La verdad es que a los responsables del proyecto les parecía muy extraño que una escuela fomentara en sus aulas el uso de aire acondicionado. Precisamente, una de las premisas fue evitar el uso de climatización mecánica, aunque en algunos espacios no fue posible lograrlo”, subraya Alfredo L. Mariscal.
En otras áreas, en cambio, como el auditorio principal, el foro de cine o las oficinas administrativas, se ideó una solución mecánica a manera de barrido. Por ejemplo, el auditorio cuenta con manejadores en la parte de arriba que se encargan de inyectar aire fresco en el recinto. Asimismo, fueron instalados equipos fan & coils y cassettes de expansión directa, ya que no se maneja nada de agua, informa el asesor de AKF.
En el caso de la fachada principal, “no era conveniente aplicar ventilación natural por la misma contaminación y el ruido que genera la avenida Constituyentes; de igual forma, su aplicación era muy difícil en los edificios de aulas con colindancia, por lo que fue forzoso implementar métodos de extracción mecánicos”.
Por esta combinación de sistemas, el campus logró sin inconvenientes el crédito de Minimum Indoor Environmental Quality, un reconocimiento difícil de lograr para aquellos inmuebles con ventilación natural. “Todo depende de las características climáticas y propuestas arquitectónicas que propician la correcta ventilación y flujo de aire necesario para llevar a cabo las diferentes actividades en cada espacio”, afirma L. Mariscal.
Otro problema estudiado a profundidad fueron los altos niveles de contaminantes de la capital mexicana. “No obstante, dado que tenemos la tercera sección del Bosque de Chapultepec y el Panteón de Dolores en frente, las emisiones de contaminantes no son tan elevadas. El USGBC, además, tampoco es tan exigente con este tema, porque entonces habría lugares donde no podrías contar con ventilación natural, ya que cuando sales fuera del edificio tienes que respirar ese mismo aire contaminado”, asegura el arquitecto.
Adicionalmente, CENTRO reduce el efecto de isla de calor gracias a la abundante vegetación de sus azoteas verdes, los cuales tienen la capacidad de absorber el calor del sol para mantener frío el edificio.
Movilidad
Dada su orientación ecológica, la escuela buscó fomentar entre empleados y alumnos una movilidad que contribuyera a la disminución de emisiones contaminantes –la certificación LEED, de hecho, otorga puntos por este rubro, siempre que las edificaciones reserven un 5 por ciento de la capacidad de su estacionamiento a vehículos eficientes y de bajas emisiones.
En el caso de CENTRO, de los 340 cajones de estacionamiento con los que cuenta, 36 están reservados en áreas cercanas a los accesos principales del inmueble; la mitad de ellos para autos compartidos, el resto para ecológicos (híbridos, eléctricos). Adicionalmente, los diseñadores destinaron una zona para 231 racks de bicicleta, lo que también se tradujo en más créditos, informa Itzel Aguayo, asistente de Administración y Finanzas de dicha institución educativa.
Captación de agua ultraeficiente
Otra característica que destaca a este inmueble son sus estrategias de aprovechamiento hídrico, ya que fue equipado con una planta para la captura y tratamiento del recurso pluvial. “El agua de lluvia y residual es recolectada en todas la azotas y áreas comunes de la planta baja; posteriormente, el agua tratada es reutilizada para el riego, descargas de WCs. Los mingitorios, a su vez, son secos y no requieren este recurso”, comenta Alfredo L. Mariscal.
Sólo por utilizar el prerrequisito de muebles de baño eficientes, el inmueble logró un ahorro de 43 por ciento de agua potable, añade el arquitecto. A esto, se sumó el beneficio de la planta de tratamiento, lo que permitió que el porcentaje anterior se incrementara hasta llegar a un destacado 87 por ciento.
Cultura de reciclaje
Contigua a la planta de tratamiento, se encuentra el área de acopio de basura. Los residuos generados por la escuela son divididos en orgánicos e inorgánicos. Debido a las disciplinas artísticas que ofrece, la mayoría de los desperdicios son del segundo tipo, como papel, metal, vidrio, plástico y cartón, etcétera.
De acuerdo con Itzel Aguayo, la escuela produce diariamente un promedio de 1.3 toneladas de basura: “Todos los residuos son llevados a una planta de reciclaje, donde se nos entrega un comprobante que indica cuánto reciclamos de papel, cartón, plástico, etcétera, cuál es nuestra huella de carbono y cuántos árboles evitamos que talaran. Al final, para los alumnos el reciclaje es muy importante y sí logra una mejora”.
Una cultura que, de hecho, forma parte de la misma concepción de CENTRO: el 43 por ciento de los materiales utilizados en su construcción provino de regiones cercanas, a fin de incentivar la economía local y reducir los costos asociados al transporte de materiales, como acero, concreto, vidrio, aluminio, panel de yeso, fibra de vidrio y pinturas, entre otros.
Máximo aprovechamiento solar
Esta institución educativa también representa un modelo en cuanto al uso del recurso solar, tanto para fines de iluminación natural como de generación de energía eléctrica. Muestra de ello es la mediateca, uno de los espacios medulares y visualmente más atractivos de esta escuela, la cual ofrece una postal única de la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec, Constituyentes y Polanco.
Debido a su ubicación, el diseño arquitectónico puso énfasis en el aprovechamiento de la luz natural, sobre todo en la fachada del inmueble. “Los tres niveles de la mediateca cumplen con todos los estándares para iluminación artificial, como el ASHRAE 90.1 2017. Todos las zonas densamente ocupadas tienen su control, mientras que los lugares individuales tienen su task lighting, al igual que todas las áreas administrativas y de oficinas”, informa el especialista de AKF.
Resultado de ello, el campus obtuvo dos importantes créditos: Controllability of Systems – Lighting y Controllability of Systems: Light Pollution Reduction, para iluminación interior y exterior, respectivamente.
Una parte de la energía eléctrica que anima el inmueble procede de la fuente solar. En total, en las azoteas de la universidad, fueron instalados 300 paneles fotovoltaicos de 250 watts de potencia cada uno, que en conjunto general 126 MW al año.
“Con la suma de los paneles solares, el proyecto obtuvo un 24.7 por ciento de ahorro de energía total, pues en la versión IV (de LEED) éstos se manejan de manera independiente, por lo que ya no te permiten incluirlos, a diferencia de la III. Otro aspecto que ayudó mucho fueron las fachadas, pues no todas son de cristal, hay partes de concreto y con protecciones en las colindancias oriente y poniente, lo que ayudó a obtener más puntos en el modelo energético”, concluye Alfredo L. Mariscal.
Con este conjunto de soluciones sostenibles, y al igual que las flores que recubren sus escalinatas, CENTRO se alista para potenciar y cosechar la creatividad de las generaciones del mañana.
Un campus color platino
- La certificación LEED básica se obtiene con 40 créditos, mientras que la Platino con 80; CENTRO universidad acumuló 81 de 110 posibles
- El 12.9 % de la energía total del edificio es generada mediante un sistema de paneles fotovoltaicos
- Ahorro de hasta 24.74 % en el consumo de electricidad, en comparación con un edificio tradicional
- El 94.17 % de los espacios tiene vista al exterior; de éstos un 86.89 % cuenta con iluminación natural
- Captación eficiente del recurso hídrico: 87.48 % de ahorro de agua, en comparación con un edificio tradicional
- Movilidad: 231 racks para bicicletas y 18 cajones de estacionamiento para automóviles eficientes
- Promueve el manejo forestal responsable, ya que en su construcción se utilizó únicamente madera certificada bajo los principios de Forest Stewardship Council (FSC)
- El 42.98 % de los materiales para su construcción provino de áreas cercanas, a fin de incentivar la economía local y reducir los costos asociados al transporte
- 35 % de materiales con contenido reciclado (concreto, vidrio, aluminio, panel de yeso, tablaroca, cartón, papel, unicel, etcétera) para la construcción
- Edificio totalmente libre de humo de tabaco