Un grupo de científicos de la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos, modelaron un sistema de aire acondicionado basado en la fabricación de paneles de enfriamiento de fluidos, los cuales irradian energía infrarroja del sol directamente hacia la atmósfera.
De acuerdo con el informe, publicado en la revista Nature Energy, el diseño y construcción de estos paneles es “extraordinariamente simple”, pues utilizan paredes de acrílico, cubierta de poliestireno y aislamiento, además de un “intercambiador de calor de placa a través del cual fluye el agua”, explicó Eli Goldstein, director del experimento.
Al reflejar la radiación infrarroja más allá del espacio exterior, el sistema los usa eficazmente como disipadores de calor, ya que aprovechan el fenómeno conocido como “enfriamiento del cielo radiativo”, un proceso que consiste en enfriar los fluidos por debajo de la temperatura del aire circundante sin pérdidas por evaporación, expone Goldstein.
El fenómeno se ha conocido por años, pero el intercambio de energía producido por éste sólo era posible de utilizar en noches claras y secas. Durante el día –cuando la demanda de refrigeración comercial está en su máximo– la combinación necesaria de alta reflexión solar y alta emisión térmica vuelve el mecanismo ineficiente, detalló el científico a la publicación británica.
Con esta nueva tecnología, se podría resolver uno de los mayores problemas asociados a los sistemas HVAC: el calor residual generado por el condensador que calienta el aire inmediatamente adyacente a él, lo que reduce la eficiencia de los equipos.
Fuente: Nature Energy