La industria de la construcción es un indicador clave para medir las condiciones económicas de un país, debido a su interacción con otros sectores, el HVACR entre ellos. Ante esto, los profesionales del ramo deberán cuestionarse sobre los retos y oportunidades que enfrentarán para continuar con la expansión de estos mercados
Jorge Waldemar Sosa
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) concluye que dicho fenómeno es innegable, y que es muy probable que las actividades humanas, especialmente las emisiones de dióxido de carbono, sean la causa principal. Las alteraciones pueden verse en todas las regiones geográficas: la atmósfera y los océanos se están calentando, el alcance, el volumen de la nieve y el hielo están disminuyendo, los niveles del mar están subiendo y los patrones climáticos están cambiando.
Si las emisiones continúan su incremento al ritmo actual, se proyecta que los impactos para finales del siglo incluirán una temperatura media global de 2.6 a 4.8 °C, así como niveles del mar de 0.45 a 0.82 metros, en ambos casos por encima de los actuales.
Para prevenir impactos más severos, las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) acordaron mantener el aumento de la temperatura global 2 °C por debajo de los niveles preindustriales, además de considerar la disminución de esa meta a 1.5 °C en el futuro cercano.
Según una nota de la revista Forbes, “el desarrollo económico y el crecimiento acelerado requieren de un aumento en el empleo, suelo, vivienda y servicios urbanos, que tienen un impacto en la sustentabilidad y calidad de vida por altos niveles de consumo de recursos y contaminación”. Esto implica que para 2050, más del 70 por ciento de la población vivirá en ciudades, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); mientras que el Banco Mundial considera que en ese mismo año la participación económica de la población urbana en los países de ingresos bajos y medianos sea mayor al 50 por ciento.
América Latina
En la actualidad, el principal obstáculo para generar urbes sostenibles es la desigualdad. Esto representa un reto para las entidades gubernamentales y privadas, las cuales deberán aportar de manera prolífica soluciones a corto y mediano plazo que permitan minimizar dicho factor.
De acuerdo con United Nations Human Settlements Programme (ONU-Hábitat), América Latina es la región en desarrollo con mayor urbanización en el mundo, ya que 80 por ciento de los latinoamericanos habita en metrópolis.
México
En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, cuya agenda fue aprobada en septiembre de 2015 en la Asamblea de la ONU y a la que México está suscrito, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) instrumentó estrategias para transformar las urbes en espacios más sostenibles, resilientes y seguros. Lo anterior debido a que:
- El modelo sustentable consolida ciudades compactas, productivas, competitivas, sostenibles e incluyentes, que detonan los beneficios sociales y económicos a favor del desarrollo del país
- El modelo resiliente obliga a que estén cada vez mejor preparadas para atender los riesgos y responder eficazmente a los desastres naturales y las coyunturas económicas
En diciembre de 2016, México refrendó su compromiso de fortalecer una agenda para crear este tipo de metrópolis, en las cuales se impulsen los derechos humanos y la inclusión social, las acciones para mitigar las emisiones de gas de efecto invernadero, manejo adecuado de los residuos sólidos, la movilidad urbana, el rescate de espacios públicos, así como la generación de vivienda que incorpore ecotecnologías. Esto en el marco de su integración a la conferencia mundial sobre el cambio climático de la ONU COP 21, realizada en 2015.
Estas redes son fundamentales para el futuro del país, ya que las metrópolis del mundo deben ofrecer viviendas seguras y asequibles, sistemas de transporte adecuados y una urbanización que sea incluyente y contenga espacios públicos accesibles para todos, según los objetivos de la ONU para el año 2030.
Dentro de los 17 objetivos de las Naciones Unidas, el 11 está enfocado a la mejora de las ciudades y comunidades sustentables, pues se persigue lograr que estos asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. De acuerdo con todo lo anterior, México es particularmente vulnerable al cambio climático, debido a que 15 por ciento del territorio, 68 por ciento de la población y 71 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) están en riesgo.
Para enfrentar y adaptarnos a dicho fenómeno, el país necesitaría invertir entre 1 y 2 por ciento de su PIB, mientras que los costos de la inacción podrían ascender a 12 por ciento del PIB en los próximos 50 años.
¿Cuál es el consumo energético en México?
Los edificios son responsables de 17 al 21 por ciento del consumo total de energía en el país. De este porcentaje, entre 28 y 32 por ciento se refiere al gasto de electricidad.
Como se aprecia en los gráficos, los edificios representan el segundo consumo de electricidad más fuerte del país y el tercero en términos de energía total; por ello, el compromiso del IPCC y el gobierno es realizar estrategias conjuntas para lograr su reducción paulatina, acorde con los requerimientos mundiales.
Para citar un ejemplo, la Administración Pública Federal ha establecido un programa de ahorro de energía, cuyas metas anuales se establecen individualmente por inmueble, flota vehicular e instalación industrial conforme a lo siguiente:
Inmuebles
a) Uso de oficina. Los inmuebles de uso de oficina con un Índice de Consumo de Energía Eléctrica (ICEE) igual o mayor al establecido en la Tabla 1, durante 2016, deberán reducir de forma obligatoria al menos 3 por ciento de su gasto eléctrico en 2017, respecto del año pasado
Para el caso de los inmuebles con un ICEE menor al establecido en la Tabla 1, durante 2016, su meta anual fue mantenerlo igual en 2017
b) Inmuebles de otros usos. Para el caso de los inmuebles de otros usos que hayan incrementado su consumo de energía eléctrica en 2016, en comparación con 2015, su meta anual será reducir 3 por ciento su consumo de energía durante 2017
Construcción en grandes urbes
Según el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), México registró un crecimiento de 1.8 por ciento, en 2016, 5 décimas de punto por debajo del crecimiento alcanzado por la economía en general.
En junio pasado, “la Construcción presentó un ligero aumento de (+) 0.1 por ciento en comparación al mismo mes de 2016. Por subsector económico, la edificación (obra privada) registró un incremento de (+) 2.6 por ciento frente al mismo mes del año anterior. Por su parte, el subsector de trabajos especializados disminuyó (-) 0.7 por ciento, mientras que las obras de ingeniería civil (obra pública) continuaron con la caída al registrar en el mes de junio de 2017 una disminución de (-) 8.4 por ciento, todo en relación al mismo mes de 2016”, indica el Reporte sobre la actividad económica de la industria de la construcción publicado por el CEESCO, en agosto.
Cabe resaltar que en el primer bimestre del año, la industria de la construcción fue impulsada por el subsector de trabajos especializados (mantenimiento y albañilería) al registrar un histórico crecimiento de 27.8 por ciento. Por su parte, la edificación privada tuvo un débil desempeño de 1.2 por ciento, durante enero y febrero de 2017.
¿Cómo mejorar el ICEE?
Para lograr una mejora efectiva en el consumo energético de las grandes urbes, hay que apuntar hacia una optimización de los edificios y, sobre todo, enfocar los esfuerzos en aquellos puntos de mayor carga. Esto significa determinar, de manera contundente, el comportamiento típico de cada clase de edificación, para definir estrategias claras que permitan establecer un ahorro consistente y eficaz de los puntos críticos.
Bajo esta metodología, se han obtenido cifras que muestran la distribución energética de consumo, en las que es posible apreciar cuáles son los sistemas clave (ver gráficas 3, 4, 5 y 6).
Como se observa, el componente de aire acondicionado y refrigeración (HVACR), junto con el calentamiento de agua, en todos los casos, representa la mayor área de oportunidad y, por ende, el área ideal para lograr un alto impacto en el ICEE.
Mercado de oportunidades
1 Variedad en soluciones por aplicación, tamaño y personalizadas a los requerimientos de cada empresa o usuario
2 Nuevos refrigerantes amigables con el ambiente
Los fabricantes HVACR están dirigiendo sus esfuerzos hacia el uso de refrigerantes con bajo Potencial de Calentamiento Global (GWP) y Potencial de Agotamiento de la Capa de Ozono (ODP), ya que usualmente los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los clorofluorocarbonos (CFC) que se empleaban eran los principales causantes del calentamiento global y de la ruptura de la capa de ozono.
Estos cambios son el resultado de la Enmienda de Kigali aprobada en octubre de 2016, en la cual todos los firmantes del Protocolo de Montreal acordaron reducir gradualmente el uso de HCFC, CFC y HFC. Los cambios entrarán en vigor paulatinamente con una combinación de productos prohibidos y niveles aceptables de GWP.
En Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) ha prohibido el uso del R-134a y R-410A (dos HFC), a partir de enero de 2024. El gobierno canadiense ha establecido un límite máximo de 700 GWP para enfriadores de aire acondicionado. Para el caso de México, el compromiso es lograr una reducción del 35 por ciento en ODP para 2018, 50 por ciento para 2020 y 67 por ciento para 2022.
El mercado de refrigerantes es sumamente competitivo y cuenta con una red de distribución muy amplia, además de que hay muchos sistemas aún en servicio que utilizan R-22 por lo que la oportunidad es muy alta. Estos cambios traerán consigo dos grandes beneficios: por un lado, la introducción de nuevos productos que impulsará a la industria hacia nuevos sistemas de compresión; y por el otro, se podrá prevenir hasta un incremento de 5 °C en el calentamiento global (según estimaciones del gobierno canadiense)
3 Equipos dotados de “inteligencia”
La industria HVACR continúa invirtiendo en el desarrollo de dispositivos más “inteligentes”, rápidos y pequeños, que posean mayor capacidad de decisión con base en una cantidad superior de variables del entorno y que utilicen estrategias de ahorro de energía que logren una mayor eficiencia. Para lograrlo, los fabricantes han utilizado procesadores más potentes que les permiten manejar el famoso Big Data, conectividad Bluetooth, Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), Wi-Fi, BACnet y más funciones adicionales de análisis de datos, diagnóstico y mantenimiento. Con esto han logrado una “inteligencia distribuida” capaz de administrar grandes redes de dispositivos de manera eficaz
4 Dispositivos IoT-ready
El número de dispositivos con esta tecnología creció 30 por ciento el año pasado y se espera que entre 2016 y 2020 el incremento llegue al 225 por ciento. Este objetivo también se tiene para los dispositivos HVACR.
Durante la AHR Expo (Exposición Internacional de Aire acondicionado, Calefacción y Refrigeración) se presentaron nuevos sistemas en versión IoT-ready; es decir, que se integran perfectamente al sistema de gestión de energía de una empresa existente. Éstos serán monitoreados remotamente desde una tableta, celular o computadora personal, podrán enviar comandos específicos e incluso aprender hábitos. También se podrán realizar diagnósticos, determinar fallas, o bien, en caso de presentarse alguna, ofrecer informes acerca de los daños y las piezas que lo sufrieron. Esto optimizará el mantenimiento de los equipos HVACR y reducirá los tiempos de respuesta.
La necesidad de obtener ahorros consistentes coloca a esta tecnología como una alta prioridad para muchos fabricantes HVACR y administradores de edificios. Esto obedece a que permite ajustar el consumo de energía, basándose en las condiciones ambientales en tiempo real. Lo anterior, al combinarse con las condiciones de ocupación, carga térmica, iluminación, etcétera, del edificio en cuestión, dará como resultado ahorros sustanciales
5 Mayor demanda de Building Management System (BMS)
Los sistemas de automatización de edificios usan microprocesadores que monitorean y transfieren cambios de las variables ambientales a los controladores. Así, un BMS es capaz de efectuar ajustes en la iluminación y calidad del aire interior para ahorrar energía, al tiempo que reduce costos de operación. Muchos sistemas actuales se basan en BACnet, un protocolo internacionalmente reconocido y desarrollado bajo ASHRAE, ANSI e ISO 1684-5, cuyas soluciones para aplicaciones específicas son cada vez más recurrentes.
Los sistemas automatizados, incluyendo el control inalámbrico, las alertas y notificaciones en tiempo real, reemplazarán gradualmente los equipos anticuados tradicionales. Para aquellos que puedan repararse, se instalarán sensores habilitados con IoT y hubs de conexión que darán a los gerentes de instalaciones (Facility Managers) una nueva visión, supervisión y control en productos HVACR remotamente y 24/7, logrando una flexibilidad nunca antes vista
En conclusión, el cambio climático ha provocado que el ambiente se vuelva más extremo y que muchos asentamientos humanos alrededor del mundo tengan que recurrir al uso de sistemas de climatización, refrigeración y ventilación mecánicos para solventar estos fenómenos. Además, la distribución de la población marca una clara tendencia para el crecimiento de las ciudades y de la migración de la gente rural hacia las mismas, lo que implica un incremento en la densidad de las edificaciones y, en consecuencia, de equipos HVACR. Aunado a esto, la creciente perspectiva de sustentabilidad alrededor del planeta ha orillado a que los usuarios busquen mejores propuestas y a los fabricantes a ofrecer más alternativas congruentes con estas nuevas necesidades.
Aunque se tiene un mercado emergente de gran amplitud, también hay uno muy extenso en inmuebles existentes que requieren ser renovados, remodelados o reutilizados. Por lo tanto, al optimizar la producción de la industria y cubrir los requerimientos de sustentabilidad demandados, se generará una mayor productividad, que obliga a concluir que los sistemas de aire acondicionado, calefacción y refrigeración serán un commodity para los siguientes años que, a su vez, intensificará el rubro de componentes, servicio y reparación.
Otra de las tendencias que marcó el 2017 fue el desarrollo de proyectos comerciales en las grandes urbes del país. Este año, se tiene previsto una expansión de alrededor de 2.1 millones de metros cuadrados más en desarrollos de este tipo. Esto significa que cerca de 54 malls o centros comerciales serán inaugurados en Ciudad de México y en lugares turísticos como Mérida y Cancún, además de Monterrey y el Bajío.
Paralelamente, los proyectos mixtos también conformaron un bloque de alto dinamismo en el mercado y seguirán creciendo durante los próximos cinco años. En particular, las grandes metrópolis, donde el precio de los terrenos es elevado, registrarán incrementos constantes, causados por la rentabilidad, sobre todo si se construye verticalmente.
Todo ello, representa una enorme oportunidad de crecimiento para el sector HVACR durante los siguientes años y, por lo tanto, más generación de empleo y una mejor economía.
[author ]Jorge Waldemar Sosa
Líder en productos y servicios para la industria de los edificios inteligentes, con más de 20 años de experiencia en BMS, HVAC, CCTV, F&S. Actualmente es consultor LEED GA, miembro del IMEI y provee asesoría, comisionamiento y supervisión en proyectos de ingeniería.[/author]