El ingeniero José Luís Frías, representante de la empresa DHIMEX
En abril, la sesión técnica de ASHRAE Capítulo Ciudad de México presentó el tema “Instrumentación para monitoreo de eficiencia de una planta central de agua helada. Lineamiento ASHRAE 22-2008”, dirigida por el ingeniero José Luis Frías, representante de la empresa patrocinadora DHIMEX.
Para comenzar, el ingeniero explicó que ya existe una versión 2012 de este estándar que se tradujo al español bajo la autorización de ASHRAE, tras la firma de un convenio en 2011. Luego de seis años de trabajo, el estándar ya se encuentra listo en español para consulta de los interesados.
Sobre esto, Darío Ibergüengoitia, presidente electo del Capítulo comentó: “Hablando de historia, en agosto de 2011 se autorizó la traducción de las normas relacionadas con TAB (Testing, Adjusting, Balance) y se decidió dividirlas en tres partes. La primera fue la traducción al español, la cual fue realizada por José Luis y su equipo. Una vez que estuvo realizada se procedió a hacer una revisión de la traducción, que estuvo a cargo de un comité; fue un trabajo de 500 horas que, aunque maratónico, disfrutamos mucho. Por último, la parte final, que es la cereza del pastel, es dar la exposición de esta traducción”.
El ingeniero Frías indicó que el propósito de esta normativa es convertirse en un referente para la instrumentación y recolección de información, a fin de optimizar la eficiencia de una planta central de agua helada. Agregó que, si bien puede aplicarse en plantas de agua caliente, es crucial atender la fuente generadora de calor, ya sea mecánica, térmica o de cualquier tipo de equipo que transfiera calor. Ésta es la diferencia más importante, ya que en las plantas de agua helada se utiliza más la compresión, mientras que en las segundas se recurre a la combustión.
El ponente detalló que el estándar no dice cuál es la eficiencia mínima que debe tener una planta, “sino que establece un término para evaluar el comportamiento de las plantas; lo más importante es que el estándar reconoce que esto es un ensayo y error, es decir, que se debe analizar la información y optimizarla, para ser más proactivos que reactivos”.
También habló sobre la necesidad de aplicar una instrumentación y recolección de datos para establecer un histórico de las lecturas de gasto, potencia, temperatura y energía. Esto con la finalidad de establecer tendencias que mejoren la eficiencia de la planta. El especialista resaltó que la única fórmula que se maneja en el estándar es la del Coeficiente de operación o de comportamiento (COP), el cual también se puede medir en kilowatts por tonelada.
Este estándar busca establecer lineamientos enfocados a diseñadores y operadores de plantas, pero principalmente para ser utilizado por contratistas de retrocomisionamiento (RCx) o contrato por resultados, aseguró el ingeniero Frías.
Durante la conferencia se dieron dos anuncios de suma trascendencia. El primero fue sobre la firma de un convenio de colaboración con la Universidad Autónoma de México para instalar un laboratorio completo para prueba, ajuste y balanceo de circuitos hidrónicos, a través de la división de Ingeniería Mecánica Eléctrica Industrial de la Facultad de Ingeniería. El segundo se trató de la puesta a consulta pública de la Norma Mexicana de Ergonomía Térmica, la primera de cinco normas sobre la calidad del ambiente interior, en el Diario Oficial de la Federación.
Danahé San Juan / Fotografía: Sergio Hernández