La seguridad es una estrategia de pensamiento que consiste en diseñar tácticas para prevenir y/o reaccionar prontamente ante cualquier incidente, con el fin de garantizar la protección de los bienes materiales y salvaguardar vidas. Esta fue la premisa que Eduardo Santin, director Comercial y de Estrategia de Producto de PROA, desarrolló en la conferencia intitulada “Sistemas de seguridad física. ¿Qué valor aportan al negocio?”, durante el desayuno del IMEI de abril.
En la Terraza B de la Hacienda de los Morales, el especialista destacó que la seguridad y protección son temas que marcan una diferencia entre la vida y la muerte, por lo que deben ser de los aspectos básicos más importantes a desarrollar en cualquier tipo de edificación ya sea corporativa, residencial, comercial, educativa, de entretenimiento, gubernamental, industrial, etcétera.
Como ejemplo de lo fundamental de su aplicación, Eduardo Santín explicó que la mayoría de las fatalidades por incendio suceden porque las personas no pueden salir del edificio. Esto puede ser a causa de un sistema de control de fuego desintegrado o no, interconectado con los elevadores, control de accesos, entre otros; un desacierto que llega a costarle la vida a mucha gente.
Por consiguiente, la seguridad es el diseño de una estrategia de pensamiento que busca adelantarse a cualquier tipo de desastre o daño, ya que va más allá de colocar cámaras, puertas o equipos. La protección se fundamenta en la aplicación de medidas que garanticen la integridad de los recursos materiales y humanos, ante diversas amenazas.
A pesar de la importancia que ambos conceptos tienen en la vida diaria, hay quien cree que es difícil que una catástrofe le suceda; por lo tanto, no implementa medidas para prevenir las fallas o desastres.
Ante situaciones de este tipo, hay que preguntarse, ¿la seguridad y protección deberían verse como una estrategia de negocio? Eduardo Santín afirma que sí y que siempre debe considerar a las personas, la tecnología, equipos que hacen funcionar la edificación, tendencias en seguridad física e informática, sistemas contra incendio, equipos HVAC, control de acceso, interconectividad efectiva, los procesos y su mejora a través de análisis de riesgos, entre otros aspectos. Esto porque cada uno de los aspectos responsables de la buena operación de un inmueble participan en las políticas de seguridad y protección.
De tal manera, cuando se busque establecer un programa que contemple ambos conceptos, lo primero que se debe hacer es acercarse a un experto para que sea éste quien desarrolle el sistema más adecuado a las necesidades específicas del cliente. Asimismo, los análisis de riesgo profesionales también son fundamentales y su aplicación es necesaria para prevenir algún incidente.
Este tipo de soluciones cuando trabajan como un ecosistema contribuyen a aumentar la rentabilidad del espacio en donde se instalen, pues reducen los gastos energéticos y económicos, aumentan la eficiencia y, por ende, el que se convierta en una buena estrategia de negocios depende en gran medida del interés y aprovechamiento de la tecnología para diseñar y establecer una política de seguridad y protección.
Redacción / Fotografías: Ángeles Orduña