La comunidad politécnica de la ESIME Azcapotzalco y Rheem México iniciaron una relación de colaboración y sinergia escuela/industria, para contribuir a que los futuros ingenieros del sector HVACR enfrenten los retos de la Industria 4.0
Danahé San Juan / Fotografía: Rubén Darío Betancourt
La industria HVACR debe estar siempre cerca de la academia, no sólo para formar mejores profesionistas, sino para brindar a los estudiantes del país la oportunidad de fortalecer su praxis por medio de tecnología de vanguardia. La mejor manera de conseguir resultados positivos es a través de alianzas entre fabricantes e instituciones académicas, como la acontecida el mes pasado entre la empresa Rheem México y la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Azcapotzalco, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
José Armando Rodríguez, director de la ESIME Azcapotzalco, explicó que este proyecto forma parte del trabajo presentado al inicio de la actual administración; se determinó como estrategia fundamental un acercamiento a los egresados para “establecer un programa de apoyos a la vida académica de nuestra escuela. Hoy tenemos la oportunidad de trabajar de manera colaborativa con la empresa Rheem, a través de un círculo de capacitación, enfocado a un desarrollo tecnológico que involucrará a profesores y estudiantes de las cuatro unidades de la ESIME”.
Resultado de esta relación, los alumnos podrán realizar prácticas en el nuevo laboratorio que llevará por nombre Academia Rheem-ESIME.
Al respecto, Rolando Quintanilla, director general de Rheem México, comentó a Mundo HVAC&R que el proyecto “surgió con una idea interna en la empresa para poner nuestro grano de arena con los estudiantes; esto con propósito de traer las tecnologías más avanzadas en lo que fabricamos, que es agua caliente, refrigeración y aire acondicionado; y para que ellos comiencen a aprender dentro de su carrera lo que realmente está en el mercado”.
Con esta donación, se tiene la intención de preparar más y mejor a los estudiantes de ingeniería; puesto que el acelerado desarrollo de la tecnología demanda profesionistas más avanzados y capacitados para dirigir el rumbo de la industria HVACR mexicana. Además, con la Academia Rheem-México, también se está beneficiando a la sociedad en general, debido a la creciente demanda de calentadores de agua y aires acondicionados.
Así, el cumplimiento a su misión de “ayudar a las familias a gozar de un nuevo nivel de confort, con soluciones que mantengan el hogar fresco en verano y cálido en invierno, disfrutando de agua caliente todo el año”, llegará y traspasará a diversas generaciones de consumidores.
José Armando Rodríguez, explicó que uno de los retos más apremiantes es el diseño curricular, el cual debe contener propuestas ecológicas y una visión del sector privado, específicamente de las empresas que tienen desarrollo tecnológico en el país. La ESIME Azcapotzalco ya trabaja sobre esta línea. “Como empresa fusionada a esta institución, hemos generado muy buenos conocimientos, buenas bases, definitivamente es una muy buena labor. Este centro de innovación y aprendizaje es el primero que hacemos. La idea es arrancarlo bien, buscamos hacer del Instituto Politécnico un baluarte de la educación en México”, destacó durante su discurso de inauguración Rolando Quintanilla, también presidente de la ANFIR.
Este laboratorio está pensado para que los estudiantes, académicos y Rheem trabajen en conjunto para mejorar la educación y comunicación entre el sector industrial y las instituciones educativas. Gracias a estas acciones, la comunidad de la ESIME podrá trabajar con tecnologías avanzadas en aire acondicionado, refrigeración y agua caliente; tres de las líneas de fabricación que maneja la empresa.
Por su parte, Mario Alberto Rodríguez, director general del IPN, declaró que “el centro de aprendizaje e innovación Rheem es un activo muy importante para intensificar la relación politécnica con la industria y con los demás sectores productivos”. Con esto se busca que la educación transite e impulse la Industria 4.0 (una nueva revolución industrial en la cual se implementa una conexión que va desde el usuario hasta la fabricación de un producto), ya que los procesos que se estudiarán en el laboratorio permitirán que en el futuro se generen soluciones para climatización de espacios habitados, conservación de alimentos, medicamentos, regulación de temperatura en maquinarias y materiales, enfriamiento, etcétera.
La vinculación escuela/industria, explica el director del IPN, favorece y promueve la conjunción de capacidades e intereses, para desarrollar proyectos académicos y científicos de beneficio mutuo. Al mismo tiempo, la entidad educativa contará con un semillero de talento, nutrido por estudiantes y profesores que aplicarán sus conocimientos en la solución de problemas, para el crecimiento económico y social del país.