Reducir el impacto de la actividad humana en el planeta es una tarea compleja que requiere la participación de diferentes sectores industriales. El de la climatización hace su parte contra el progresivo deterioro de la capa de ozono
Ámbar Herrera, con información de GIZ Proklima
En la actualidad, los acondicionadores de aire de tipo dividido son responsables de la mayor parte del consumo energético, así como de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera alrededor del mundo. Ante esta situación, la industria HVAC ha tenido que comprometerse y adoptar estrategias radicales.
Ejemplo de esto es el desarrollo de nuevas políticas para mejorar la eficiencia energética de los equipos, promover la transición hacia refrigerantes con bajo GWP y la continua observación del comportamiento de los mercados nacionales e internacionales del sector.
En este contexto, la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ Proklima) brindó el seminario web titulado: “Acondicionadores de Aire de tipo Dividido, Evaluación de los Costos, del Consumo energético y del Impacto Climático”. Esto como parte del proyecto Cool Contributions Fighting Climate Change, abreviado como C4.
GIZ Proklima es un organismo consultor con presencia en países de todo el mundo, sobre todo en los campos de asesoramiento político, desarrollo de entrenamientos y la implementación de tecnologías verdes y amigables con la capa de ozono para el sector de la refrigeración y aire acondicionado (RAC).
El C4, a su vez, busca promover la refrigeración verde, así como incluir en la agenda el tema de las contribuciones nacionales determinadas o NDCs. Los países donde está implementado este programa son Vietnam, Filipinas, Irán, Granda, Costa Rica y Cuba.
Para este seminario en línea, se contó con la participación de Nicole Müller, asesora de GIZ Proklima como moderadora. La exposición estuvo a cargo de Sofía Nürnberger, asesora del proyecto C4, Leon Becker, asesor junior del proyecto C4 y Jascha Moie, consultor Región LAC, HEAT GmbH.
El objetivo fue ofrecer un panorama general de la eficiencia energética y los costes, así como el impacto climático de los aires acondicionados tipo dividido en países socios o en los que existen proyectos de GIZ. “Vemos muchas barreras, sobre todo políticas, porque no se ha entendido la importancia del sector y las grandes oportunidades que traería la eficiencia energética, el consumo de energía y los costos de estos equipos a los países”, dijo al respecto Nicole Mueller.
Luego, se abordó la relación entre los diferentes rangos de eficiencia energética de las unidades y sus precios en el mercado, así como la cuota de energía en cuanto a inversor, velocidad fija y refrigerantes.
Se analizaron más de 2 mil 860 minisplits de 67 marcas nacionales e internacionales de nueve países de África, América Latina, Oriente Medio y Asia Sur oriental. Posteriormente, se evaluaron los aspectos y las diferencias de los equipos en gestión.
Aunque la investigación de GIZ Proklima abarca nueve países asociados (Indonesia, Irán, Filipinas, Tailandia, Vietnam, Colombia, Costa Rica, Granada y Ghana), el webinar estuvo dirigido a la región de América Latina y El Caribe, con especial énfasis en los países de Colombia, Costa Rica y Granada.
Metodología
Leon Becker, asesor junior del C4, explicó la metodología de la investigación y los resultados clave del análisis transnacional en la comparación de los países seleccionados.
El procedimiento consistió en la recopilación de datos claves relacionados con los minisplit, como su capacidad de enfriamiento, su precio de venta, el refrigerante que utilizan y su eficiencia energética. Para ello, se visitaron diferentes tiendas de marcas y sitios en línea de cada país.
Con la información recaudada entre diciembre de 2017 y marzo de 2018, se calculó la eficiencia energética media a nivel nacional en relación con los actuales MEPS, el Costo del Ciclo de Vida (LCC, por sus siglas en inglés) y el Total Equivalente del Impacto del Calentamiento (TEWI, por sus siglas en inglés).
Sobre esta base, se llevó a cabo una evaluación acerca del impacto económico y climático de estos equipos. Para el primero, se calculó el LCC, el cual estima el precio de venta e instalación más los gastos operativos, sobre todo de consumo energético. El ensamblaje y eliminación de reciclaje no se incluyó en el cálculo.
En el caso del TEWI, se registraron tanto las emisiones directas (fugas anuales de refrigerante de un sistema/final de la vida útil) como las indirectas (generación de electricidad por combustibles fósiles). Las emisiones por fabricación no se incluyeron porque son difíciles de obtener y sólo representan una disminución del uno por ciento del total.
Para la comparación entre países, se seleccionaron los minisplit con una capacidad de enfriamiento entre 3 y 4 kilowatts (kW), los más utilizados del segmento residencial. Después, se definió una media de eficiencia energética comparada con el límite mínimo en el país considerado.
El primer balance midió la relación del Factor de Eficiencia Energética (EER, por sus siglas en inglés) contra el precio unitario. Se eligió una marca de equipo con el mismo EER y presencia en la mayoría de los países, lo que señaló diferencias notables.
Resultados clave
Claramente, los precios de venta y la eficiencia no guardan correlación, ya que en algunos países como Costa Rica, el ERR es alto y los precios competitivos; en cambio, en otros mercados aislados como el de Granada, los precios son altos y los equipos tienen baja eficiencia.
También se descubrió que, en la mayoría de los países, los estándares mínimos de eficiencia energética (MEPS, por sus siglas en inglés) son demasiado bajos. Eso significa que existe potencial para mejorar las condiciones del país, los clientes y el medioambiente a través de un aumento del MEPS.
El bajo índice de este factor indica que hay un fallo en las actualizaciones y las etiquetas que influyen en el mercado. Muchos países mantienen unidades por debajo de los estándares establecidos; esto plantea cuestiones de normatividad que se deben atender.
En teoría, un buen nivel de MEPS puede aumentar el nivel de eficiencia, lo que trae beneficios económicos y ambientales. El ahorro de energía, a su vez, reduce los costos de ciclo de vida de los aparatos. Sin embargo, como expresó Becker, la realidad de los países estudiados es otra.
“En todos ellos se muestra un gran espacio de mejoramiento porque todas las líneas tienen una inclinación negativa; en otras palabras, aumentar los niveles de eficiencia puede ahorrar dinero y beneficia al medioambiente”, recalcó el asesor.
La comparación de los LLC con el precio unitario reveló que, en la mayoría de los países, las unidades de alta eficiencia redujeron los costos del ciclo de vida y presentaron baja inversión inicial.
En naciones donde la electricidad está muy subvencionada como en Irán, los LCC son bajos y los precios iniciales más importantes. De esto, se sigue que los precios bajos de electricidad son un obstáculo para una mayor eficiencia.
En cuanto a las emisiones, Indonesia presentó la huella de carbono más alta por unidad, debido al uso de refrigerantes con alto GWP, entre otros factores. Colombia y Costa Rica, en cambio, tuvieron las emisiones más bajas, derivadas del empleo de energía renovable.
Finalmente, se observó que la mayoría de los países sigue utilizando HCFC como R-22 y HFC como R-410A y R-32, aunque es sabido que serán eliminados progresivamente. En India, la tendencia es el uso del propano (R-290), con GWP de 3.
Sofía Nuernberger explicó que esta es la alternativa más viable y que garantiza equipos de alta eficiencia. Resaltó que la reconversión directa ya no es recomendable porque requiere de mucho cuidado y meticulosidad. “Sabemos que la respuesta realmente sustentable es aumentar el mercado para los split diseñados y fabricados específicamente para R-290”, afirmó.
El estudio concluye que no existe correlación entre los precios unitarios y la eficiencia energética. Al parecer, otros factores son más importantes como el diseño de la marca, características técnicas y el mercado de venta. También se enfatizó la tendencia del mercado hacia los minisplits con tecnología Inverter.
Para finalizar, Jascha Moie, Consultor Región LAC, HEAT GmbH, estuvo a cargo de la exposición del análisis de los minisplits en Colombia, Costa Rica y Granada.
A continuación, se muestran los datos más relevantes:
Colombia. La muestra fue de 177 unidades de diferentes rangos de capacidad de enfriamiento, con un EER de 2.75
- 5 niveles de energía que llegan hasta 3.75
- 70 por ciento de los equipos cuentan con inversor
- El refrigerante más usado en el R-410A
- Precios competitivos y alta eficiencia energética de equipos
- Bajo nivel de MEPS y gran oportunidad de mejora
- Rangos de capacidad frigorífica: 2 a 3 kW y 3 a 4 kW
Los resultados muestran que en las unidades de 2 a 3 kilovatios hay una gran variedad del índice de ERR, altos y bajos. En los equipos de 3 a 4 kilovatios dominan los bajos precios y bajos EER.
Costa Rica. La muestra fue de 159 equipos de aire acondicionado;
- MEPS vigente para los minisplit de 3.7
- 90 por ciento de los equipos cuentan con inversor
- Rangos de capacidad frigorífica: 3 a 7 kW
- Mercado amplio de baja y alta eficiencia; precios variados
- Presencia de muchos equipos debajo del MEPS
- Refrigerante usado: R-410A (progresiva eliminación del R-22)
El impacto ambiental de Costa Rica es muy favorecedor. Esto se debe a que la generación eléctrica costarricense tiene un porcentaje extraordinario de energía renovable, más del 90 por ciento. Por tanto, el consumo energético es relativamente bajo.
Granada. En este caso, la muestra fue de 21 equipos
- No existen estándares mínimos (MEPS)
- Mercado pequeño y limitado
- Mayoría de equipos con inversor en el país
- Rangos de capacidad de 2 a 4 kilovatios y 4 a 6 kilovatios
- Rango limitado de eficiencia energética
- Uso de refrigerante R-410A
- Tienen altos índices de TWEI y LCC
- Sector de energías renovables marginal
La evaluación acerca de las diferencias y aspectos comúnes de los mercados analizados concluye que:
- El nivel de los estándares mínimos de eficiencia energética en todos los países es demasiado bajo, pero podría ser mayor
- Las unidades de alta eficiencia reducirán el LCC total
- La mayoría de las naciones sigue utilizando refrigerantes HCFC o HFC (R-22, R-410A y R-32)
- En los países donde la electricidad está muy subvencionada y los LCC son bajos, los precios iniciales son más elevados
Así, la mejora de la eficiencia energética del mercado global de minisplits depende, en gran medida, de la concientización y apego a las regulaciones oficiales. El estudio de GIZ PROKLIMA busca elevar por lo menos a 3.5 el nivel de MEPS en estos equipos.
También se debe prestar atención a la presencia de minisplits que no cumplen con los estándares mínimos. Jascha Moie explicó que estos equipos aún encuentran la forma de ingresar en los países, lo que indica una falla en los procesos de ingreso y el cumplimiento de los requisitos de las etiquetas.
El consultor gregó que aún quedan algunos mercados importantes por analizar, como los de México, Brasil, China e India. Ya se cuenta con sus datos y se están tomando medidas para continuar con su estudio.
Con los resultados obtenidos se espera lograr una mayor mitigación del cambio climático por parte del sector RAC. De igual modo, se busca que los actores políticos puedan entender mejor la importancia de esta industria.