Una nueva investigación, dirigida por la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan, demostró, por primera vez, los efectos perjudiciales que las altas temperaturas interiores tienen en el desarrollo cognitivo de los jóvenes. El estudio, publicado recientemente en PLOS Medicine, consistió en la evaluación y comparación del rendimiento intelectual de 44 estudiantes, en relación con el nivel de temperatura de sus habitaciones.
José Guillermo Cedeño-Laurent, investigador del instituto y autor principal del proyecto, mencionó que los efectos del calor extremo sólo han sido estudiados al aire libre en poblaciones vulnerables: “Para abordar este punto ciego, observamos a estudiantes saludables que viven en dormitorios como una intervención natural durante una ola de calor en Boston”.
A lo largo de 12 días, los estudiantes realizaron dos exámenes de cognición en sus celulares justo después de despertarse; las pruebas calificaron la velocidad cognitiva, el control inhibitorio, la memoria de trabajo, entre otros aspectos. Sus cuartos fueron equipados con un dispositivo que permitió medir los niveles de temperatura, dióxido de carbono, humedad, etcétera.
Los resultados mostraron que, durante la ola de calor, los estudiantes sin aire acondicionado experimentaron disminuciones en cinco medidas de función cognitiva, y obtuvieron peores resultados en las pruebas que los estudiantes con aire acondicionado. Bajo este panorama, contar con soluciones para mitigar el creciente aumento de las temperaturas en el planeta se presenta como una cuestión urgente, precisó el estudio.
Fuente: www.hsph.harvard.edu