En un reporte publicado durante la víspera de la trigésima reunión del Protocolo de Montreal en Ecuador, la Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés) hizo un llamado global para prohibir la fabricación de cilindros desechables y no recargables. Esto porque representan los contendedores por excelencia para el contrabando de refrigerantes.
El informe, titulado La punta del iceberg: implicaciones de la producción y uso de ilegal de CFC, cita el caso reciente de comercio ilegal de HFC en Europa, donde se supone que están prohibidos, así como el tráfico continúo de sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) en todo el mundo.
“La gran mayoría de los casos conocidos de contrabando de SAO se ven facilitados por el uso de cilindros desechables (a veces referidos como “contenedores no recargables”), ya que su naturaleza desechable significa que pueden ser comercializados libremente”, señala el estudio.
Desde 2007, la Unión Europea ha prohibido la producción de dichos tanques, mismo que están vedados en Canadá, India y Australia. No obstante, clarifica la EIA, los cilindros desechables “todavía se usan ampliamente en otras partes del mundo y el mercado europeo recientemente se ha inundado con HFC ilegales”.
Además de los problemas adicionales de gestión de desechos que generan, el estudio explica que siempre hay una cantidad residual de refrigerante, o “talón”, el cual se emite a la atmósfera. Por ello, recomienda “que deben cortarse o perforarse antes de ingresar al flujo de desechos”.
Cuando estos tanques no entran en el flujo de residuos adecuado, el talón permanece hasta que el contenedor se degrada y finalmente se libera. Según el documento de la EIA, el vapor residual representa aproximadamente el 3 por ciento de la carga de refrigerante, mientras que el líquido entre el 5 y 8 por ciento.
Fuente: EIA