La optimización de los sistemas de aire acondicionado no siempre requiere de grandes inversiones. Identificar las necesidades del inmueble y aprovechar las herramientas actuales facilitan esta tarea
Fotografía superior. Unidades HVAC de la marca Trane instaladas en la azotea del centro comercial Metrópoli Patriotismo, en la Ciudad de México
Carlos García Villarreal
Mantener una buena calidad del aire interior (CAI) en las edificaciones es fundamental para crear un ambiente cómodo para clientes y residentes. Pero ¿cómo lograr una buena CAI, especialmente cuando se lidia con múltiples factores como el clima, los sistemas de construcción y las regulaciones?
A través de un proceso para medir el rendimiento del edificio es posible obtener información valiosa que muestra la eficiencia y cómo se ejecutan los sistemas y subsistemas de aire acondicionado. Al identificar aquellos que trabajan de manera ineficiente y optimizar su tiempo de operación, el personal de servicio puede enfocarse en mejoras que redunden en una adecuada CAI, así como en un mayor ahorro de energía y en la extensión de la vida útil de los equipos.
De entrada, es fundamental que los propietarios de un edificio consideren la instalación de una unidad manejadora de aire. Ésta puede tener un impacto significativo en la calidad del aire interior, la eficiencia energética y la comodidad de los ocupantes.
La utilización de este aparato en espacios interiores puede reducir la tasa de contaminantes, la humedad y el ruido en el inmueble, lo que resulta en una mejora en el ambiente interior. Este tipo de control es especialmente importante en las instalaciones donde el mantenimiento es clave para el desempeño.
Una manejadora de aire debe contar con varios componentes críticos, como sistemas de redundancia, que son vitales para todas las instalaciones; de igual manera, hay modelos que pueden configurarse fácilmente para cada espacio.
Las opciones de reducción de ruido también son clave, ya que desempeñan un papel crucial para regular la forma en la que una unidad afectará el entorno. A menudo, la mejor manera de asegurar que estos equipos se adapten a las necesidades únicas de cada instalación es trabajar con un proveedor experto para desarrollar una solución a la medida.
Hoy en día, existen manejadoras que pueden configurarse para adaptarse a los espacios y requisitos más exigentes, desde operaciones ultrasilenciosas hasta capacidades especializadas de monitoreo de ventilación, o control de humedad crítica.
Algunos equipos son tan innovadores que ayudan a administrar los contaminantes químico-biológicos que recirculan en el edificio y, de este modo, controlar una amplia gama de sustancias nocivas (se estima que cada año mueren cerca de 4.3 millones de personas a consecuencia de la contaminación interior, mientras que la mala calidad ambiental de las urbes es responsable por otros 3.7 millones).
Para aplicaciones en las que los niveles de humedad son críticos, contar con un sistema de deshumidificación puede mejorar los niveles entre un 20 y un 30 por ciento al proporcionar temperaturas de punto de rocío de 5 a 10 °C más bajas que los sistemas tradicionales de serpentines de enfriamiento.
Existen aplicaciones en la web, desarrolladas por los fabricantes HVAC, diseñadas para que el propietario determine qué sistema es mejor para cubrir sus necesidades de climatización. Se trata de una guía que lleva al usuario paso a paso para generar una lista de los productos que cumplen o exceden sus requerimientos.
Determinar una solución para cada instalación no tiene por qué ser un desafío. Cualesquiera que sean las necesidades específicas, es posible cumplir fácilmente cuando se trabaja con un proveedor especializado.
Asimismo, las edificaciones están llenas de datos, mismos que podrían impactar las decisiones comerciales. Sin embargo, es difícil imaginar la optimización de un edificio sin tener que hacer grandes inversiones en nuevos equipos.
Muchos propietarios piensan que deberían postergar la realización de mejoras para ahorrar dinero y evitar la molestia percibida del proceso. No obstante, la optimización de un inmueble no tiene que ser un problema; por el contrario, al postergarla, el propietario está pagando los costos continuos de un edificio ineficiente y un rendimiento reducido.
Antes de tomar la decisión, hay que considerar cuáles son las necesidades específicas de la estructura y tomar la ruta más adecuada para su instalación. Actualmente, los equipos de climatización se están modernizando a la vez que ofrecen más beneficios de acuerdo con el ambiente en el cual se utilicen.
Los edificios son una parte importante de los negocios; entornos complejos y cambiantes que presentan grandes oportunidades para impactar los resultados. Lo más importante es contar con un fabricante que ofrezca una cartera de servicios inteligentes, capaces de optimizar los sistemas para la eficiencia energética, la confiabilidad y la satisfacción de los ocupantes.
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Carlos García Villarreal
Graduado en Ingeniería por el Tecnológico de Monterrey, cuenta, además, con un MBA de Thunderbird. Sus 17 años de sólida trayectoria en Trane México le han dado la posición de director general en esta empresa, en la que es responsable del desempeño operativo y financiero en México.
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Una inversión a largo plazo Redacción, con información de Trane
Con varios siglos de historia a cuestas, la Ciudad de México aún conserva parte de sus edificaciones más viejas, estructuras que a través de los años han sobrevivido a varios desastres naturales, como sismos e inundaciones. Algunos de estos recintos forman parte del patrimonio de la capital mexicana.
Otros edificios han sido renovados y adaptados como oficinas; sin embargo, a medida que envejecen también lo hacen sus equipos de aire acondicionado y calefacción (HVACR), cuya duración va de 15 a 20 años, regularmente. Al final de su vida útil los equipos quedan obsoletos, lo cual representa una encrucijada, y se debe tomar una decisión: reacondicionarlos o reemplazarlos.
Trane, fabricante especializado en soluciones energéticas y de climatización, recomienda considerar cuatro factores técnicos antes de tomar la decisión de sustituir o reacondicionar los equipos de aire acondicionado y calefacción.
1 ROI: actualización vs. sustitución
El retorno de la inversión (ROI) de una actualización o reemplazo del equipo tiene un gran impacto en la toma de decisión. Al sopesar las opciones, este factor ayuda a descubrir posibles pérdidas y ganancias de dinero; para medir el ROI, es necesario calcular el costo total de la propiedad, considerar los costos de instalación y operación, así como los requisitos de servicio.
Si el sistema HVAC consume mucha energía durante su vida útil, habrá que pensar en actualizarlo para disminuir su consumo. Si la actualización no genera ahorros en costos de electricidad, entonces hay que reemplazarlo.
2 Ubicación
Los sistemas instalados en lugares difíciles de alcanzar, como un cuarto de servicio, el sótano o con una ubicación altamente eléctrica y sensible al sonido, pueden representar barreras extremas. El equipo debe ser removido y reemplazado por uno nuevo sin requisitos adicionales de instalación, siempre que sea posible colocarlo de manera sencilla, esté dentro o fuera del inmueble.
3 Vida útil
Con el tiempo, los equipos viejos no podrán seguir el ritmo de la tecnología y el avance en infraestructura. Conocer la fecha de instalación de un equipo ayuda a determinar si está demasiado desactualizado, o bien, si es elegible para una actualización. Si aún puede seguir trabajando, habrá que dejarlo operando hasta que se sustituya por uno de reemplazo conforme a las necesidades de cada espacio. Por otro lado, si es lo suficientemente joven como para tener una actualización, su vida útil podría ampliarse y mejorar el rendimiento.
4 Capacidades de conectividad
Las edificaciones están llenas de información para mejorar las operaciones y generar ahorros. Cuando ésta se analiza puede brindar datos valiosos acerca del inmueble y los equipos que se encuentran dentro. Para comenzar a recopilarla es necesario conectar el edificio, lo que significa que todo funcionará en conjunto para proporcionar un ambiente cómodo y eficiente. Las capacidades de conectividad, no obstante, podrían no ser aplicables con sistemas obsoletos.
Para que el equipo sea conectable, se requiere tecnología y controles inteligentes. Si no es posible una actualización, un reemplazo permite instalar dichas funciones. El socio HVAC adecuado puede ofrecer aplicaciones que conecten al sistema de climatización con el resto de los sistemas del inmueble (iluminación, seguridad y agua) y brinden la capacidad de analizar activamente los datos.