La COP25 de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU, realizada en Madrid a inicios de diciembre, dejó en claro el reconocimiento de que “actuar ahora” se ha convertido en un imperativo global para ayudar a proteger nuestro mundo. El planeta está bajo presión, hay una urgente necesidad de negociar planes más ambiciosos para limitar el calentamiento global a 1.5 °C, en línea con el Acuerdo de París. Necesitamos pasar de la conceptualización a la adaptación, la mitigación y los medios de actualización a escala para detener los profundos impactos que ya estamos experimentando en tierra, mar, clima, energía y ecosistemas.
Un enfoque inclusivo de múltiples partes interesadas es vital para unir al Gobierno, las empresas, la tecnología, la academia y la sociedad civil. Las corporaciones también tienen un papel central que desempeñar y esto no puede ser simplemente compensado por hacer daño en un área, haciendo bien en otra. Más bien, debe ser un enfoque holístico que reconozca las fuertes interrelaciones entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y refleje una comprensión de todos los impactos sociales que puede tener una empresa junto con las oportunidades para marcar la diferencia. Esto incluye la optimización de la esfera de influencia de una organización en la cadena de suministro.
La acción climática y un compromiso general con la sostenibilidad deben integrarse en la estrategia corporativa, dar forma a las propuestas de valor y desarrollo, y la aplicación de tecnologías emergentes (y reutilizadas), aprovechando la contabilidad de la huella ecológica como punto de referencia. También se necesita una acción urgente para movilizar, reasignar, redirigir y desbloquear el catalizador transformador de billones de dólares de recursos privados para cumplir con los ODS. El Banco Mundial indica que la cantidad de pobres extremos (aquellos que viven con menos de 1.9 dólares al día) se mantendrá por encima de 550 millones de personas en 2030, lo que dará como resultado una tasa de pobreza extrema global del 6.5 por ciento. Para garantizar que nadie se quede atrás, aquí es donde debemos centrar los esfuerzos, especialmente en los países en desarrollo.
Otras acciones incluyen nuevos instrumentos para apuntar a la inversión vinculada a los ODS y nuevas fuentes de financiación, junto con nuevas instituciones de desarrollo y asociaciones privadas. La divulgación del impacto climático es esencial para respaldar nuevas inversiones y generar confianza: el mundo no llegará a ser carbono neutral si el sector financiero no sabe cómo las empresas están respondiendo al desafío y las partes interesadas deben creer en su legitimidad.
La adopción de objetivos basados en la ciencia (SBT, por sus siglas en inglés) ofrece una nueva “prueba de fuego” cuando se trata de la credibilidad corporativa del carbono y la gestión del riesgo climático. Los SBT proporcionan una base de evidencia para la acción dirigida a reducir las emisiones, permitiendo a las empresas ser más ambiciosas en su liderazgo en sostenibilidad. Ésta es también una propuesta de valor corporativo. Además de ayudar a limitar el calentamiento global a 1.5 °C, las organizaciones que se gestionan activamente logran un ROI superior sobre las compañías que no están comprometidas, incluido el estímulo de la innovación en productos, tecnologías y servicios bajos en carbono.
El consumidor también debe evolucionar, (especialmente, cuando sólo una de cada diez personas informó que planea reducir el consumo de energía y existe una falta de conciencia sobre los impactos cotidianos), ya sea a través de la transmisión de datos o simples búsquedas de información en línea, todo suma. Hacer adaptaciones individuales a nuestras vidas se acumula para hacer una diferencia colectiva. Debemos alejarnos de la percepción de que es el deber de otra persona. Por el contrario, podemos unirnos para crear soluciones colaborativas y cambios de comportamiento que sean buenos para los negocios y esenciales para lograr un impacto sostenible a escala. Este es nuestro único planeta, y el cambio climático es una realidad. Es hora de tratarlo mejor.
Gilles Vermot Desroches
Vicepresidente de Desarrollo Sustentable en Schneider Electric