A medida que las temperaturas globales aumentan como efecto innegable del cambio climático, mayor es la exigencia de confort. Como han advertido diversos reportes, si la demanda global de enfriamiento mantiene su crecimiento al ritmo actual, el número de equipos de refrigeración y aire acondicionado (RAC) pasará de 1.2 billones de unidades a 4.5 billones para 2050, es decir, un aumento 3.7 veces mayor (Resolviendo el desafío global de enfriamiento, Iain Campbell et al., Instituto Rocky Mountain, Nueva York, 2018).
Casi el 70 por ciento del incremento proyectado provendrá de las economías emergentes, sobre todo de los países ubicados en los trópicos y subtrópicos, como India, Brasil, Indonesia, México, entre otros. El aumento en el stock de unidades RAC, de hasta cinco veces más en las naciones en desarrollo, triplicará la demanda de electricidad: de 2 mil 300 TWh a 7.700 TWh para 2050 (el actual consumo energético anual de Estados Unidos, Japón y Alemania combinados).
Para los expertos, sin embargo, es posible reducir sustancialmente el impacto de estas cifras si se aplican tecnologías (refrigerantes, sistemas VRF de última generación, sensores inteligentes, plataformas de gestión y monitoreo, etcétera) que hagan más eficiente el desempeñó de los equipos.
Como escribe el ingeniero Jorge Waldemar Sosa en nuestra Portada de febrero, el control de temperatura es una necesidad de primer orden, no sólo para el funcionamiento de industrias y comercios enteros, sino también para el confort en hogares y edificaciones de todo tipo. Los beneficios del suministro de frío son amplios e impactan de forma directa en la salud, desempeño cognitivo y productividad de las personas. La cuestión, por supuesto, estriba en discernir las estrategias y soluciones más adecuadas para eficientar los procesos de acondicionamiento y, con ello, reducir la huella de carbono de la climatización.
Sobre la urgencia de impulsar más acciones de mitigación en respuesta a la crisis climática, escriben en este número Gilles Vermot Desroches, vicepresidente de Desarrollo Sustentable de Schneider Electric, y Agustín Sánchez, especialista internacional en el Protocolo de Montreal. El primero aborda el impacto benéfico de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para las empresas; el segundo, reflexiona en torno a los desafíos y oportunidades que plantea la Enmienda de Kigali para la reducción de los HFC.
Mención aparte merece la colaboración de Guitze Messina en la sección Negocios de este mes; el autor analiza las ventajas de la distribución de dos etapas (D2E), un sistema que facilita la sinergia entre distribuidores y contratistas HVAC para optimizar la cadena de suministro y hacer marketing.
Por último, en Personalidad, entrevistamos al director general de Condair México, Leandro Olivera, quien ofrece un panorama completo acerca de las tecnologías de enfriamiento evaporativo y el mercado nacional de equipos de humidificación y deshumidificación adiabáticos.
Los editores