Horacio Rodríguez Jiménez, representante del CONOCER, habla sobre la importancia de la certificación de los prestadores de servicios de la industria del frío
Danahé San Juan / Fotografía: Rubén Darío Betancourt
Los tiempos de cambios exigen compromisos, valor, visión a futuro y trabajo en equipo para que los resultados sean positivos. En la industria del aire acondicionado y la refrigeración, los cambios suelen ser constantes pues la innovación tecnológica nunca permanece estática. Así, la actualización de quienes ofrecen sus servicios técnicos y de ingeniería debe ser constante y, para eso, se requiere un plan estratégico y bien definido que dé pauta al camino que se ha de seguir para la profesionalización y la certificación.
Mundo HVAC&R conversó con Horacio Rodríguez Jiménez, director de Promoción y Desarrollo en los Sectores Productivos en el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER), para desentrañar el papel de la educación, la capacitación, los estándares de competencias laborales y los beneficios que estos traerían para el país, la industria y los individuos que se desarrollan profesionalmente en ella.
Mundo HVAC&R (MH): ¿Cuál es el papel de la educación en el desarrollo de las industrias?
Horacio Rodríguez Jiménez (HRJ): Es fundamental. No es solamente un tema de la transferencia de conocimientos. La idea es cómo podemos desarrollar las competencias de las personas. En ese sentido, la educación se convierte en una parte toral, porque en la medida en la que vamos desarrollando esas aptitudes, no solamente en las que se van a incorporar al mercado laboral, sino incluso reconvertir las competencias de las personas que ya participan en la industria, en la lógica de las nuevas tendencias y tecnología que se están aplicando, contribuiremos a una mejora en la calidad de los productos y servicios que proporcionan las empresas. Obviamente, esto también contribuye a generar mejores condiciones para la gente.
MH: ¿Cuáles son los objetivos principales del CONOCER en cuanto a la capacitación de la industria HVACR?
HRJ: En primera instancia, buscamos que se generen los estándares de competencia que puedan incidir en cada uno de los eslabones dentro de la cadena de valor de la industria HVACR, para que a partir de esa definición de qué es lo que las personas deben saber, saber hacer y saber ser, se construyan esos estándares de competencia, se publiquen en el Diario Oficial de la Federación y, a partir de eso, las instituciones educativas, centros de formación y las propias empresas, puedan ir capacitando en función a esos referentes que ha definido el sector en su conjunto.
MH: ¿Por qué es importante para los prestadores de servicio que existan estándares de competencias laborales? ¿Cuáles son dichos estándares y cuáles las competencias que se han definido?
HRJ: Porque se convierten en una referencia no sólo a nivel nacional, sino incluso a nivel internacional de las mejores prácticas en una función laboral en lo particular. Los estándares de competencia también se configuran como una base de diálogo común entre empleadores y colaboradores. Ambas partes conocen y reconocen las funciones que aportan más valor en el sector y, en ese sentido, un empleador sabe qué pedir a un trabajador y éste a su vez sabe qué ofrecer al empleador.
De momento, el Comité de Gestión por Competencias de Refrigeración y Climatización ha desarrollado un estándar de competencia denominado “EC0506 Prestación de servicios de instalación y mantenimiento de sistemas de refrigeración de hasta 25 toneladas de refrigeración”.
MH: ¿Cómo se ha trabajado con la industria para el desarrollo de estos estándares de competencia laboral?
HRJ: El primer paso fue la instalación del Comité de Gestión por Competencias de Refrigeración y Climatización en 2010. Posteriormente, se desarrolló el estándar de competencia al que hacía referencia anteriormente y, a finales del 2014, se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
En noviembre del año pasado, se hizo la renovación del Comité de Gestión por Competencias con la participación de la Asociación Nacional de Distribuidores de la Industria de la Refrigeración y el Aire Acondicionado, A.C. (ANDIRA), el Consejo en Excelencia Técnica (CET), la Asociación Nacional de Fabricantes de Refrigeración (ANFIR), la Asociación Nacional de Aparatos Domésticos A.C. (ANFAD), la American Society of Heating, Refrigerating and Air Conditioning Engineers (ASHRAE) Capítulo Ciudad de México, la Asociación Mexicana del Edificio Inteligente y Sustentable (IMEI), Sustentabilidad para México (SUMe) y el CETIS 39 de Xochimilco en la Ciudad de México.
MH: ¿Cuáles serán los beneficios de contar con personal certificado?
HRJ: Mediante la certificación de sus competencias, los trabajadores de la industria obtienen un reconocimiento por parte de la Secretaría de Educación Pública y el CONOCER. Esto contribuye a mejores salarios, las personas consiguen mejores empleos, hay una mayor movilidad laboral, se reconoce de una mejor forma al trabajo y se generan mecanismos para una mayor superación personal.
Para fabricantes y distribuidores: certificar a su personal, se convierte en una ventaja competitiva para las propias empresas. Esto porque genera eficacia y eficiencia en sus procesos, se alcanzan incrementos en los ingresos y mayor participación en el mercado. También se reducen las situaciones de riesgo en producción o prestación de servicios, se promueve la fidelidad entre los clientes y se logra una mejora continua de sus procesos, productos y servicios, entre otros beneficios.
Para usuarios finales y sociedad en general: fomenta una mayor certidumbre y confiabilidad en torno a los productos que reciben, al haberlos generado expertos en su campo.
MH: ¿Cuáles son los beneficios económicos para el país el desarrollar la competitividad de los prestadores de servicio de la industria HVACR?
HRJ: Desarrollar la competitividad de los prestadores de servicio en la industria HVACR conlleva, naturalmente, beneficios económicos para todos los involucrados. La reducción de los tiempos, la automatización de los procesos, la minimización de los errores y rechazos, el cumplimiento de las especificaciones cada vez más exigentes de los clientes y, en su conjunto, mayor productividad. Todo esto se puede ver reflejado en las disminución de los costos, es decir, en un beneficio tangible. Pero tampoco hay que perder de vista la parte intangible como es el incremento en el valor de la reputación de la marca, en la mayor confianza por parte de los usuarios y la permanencia en el mercado.
MH: ¿Cómo afectará la pandemia por la covid-19 los temas de capacitación y el desarrollo de los estándares?
HRJ: Esa es una muy buena pregunta, porque lo que hemos visto de forma tradicional, es que en momentos de crisis, algunas empresas optan por el camino del corto plazo, es decir, reducir presupuesto en los rubros de capacitación y/o de desarrollar la competencia de las personas con base en estándares. Sin embargo, también la experiencia nos demuestra que invertir en el capital humano siempre será una apuesta ganadora en el mediano y largo plazo para toda empresa u organización, no sólo para adecuarse a las nuevas condiciones de mercado sino para lograr su permanencia en el tiempo.
MH: Desde su punto de vista, ¿qué áreas de oportunidad deberán atenderse a partir de este momento histórico?
HRJ: Tenemos la gran oportunidad de vivir un cambio de época, en donde podemos influir positivamente para transformar nuestra realidad presente y futura. La aparición de este virus nos ha obligado a repensar muchas cosas que ya teníamos consideradas como inamovibles o acabadas. Sin lugar a dudas, los temas del cuidado de la salud, del trabajo a distancia, del uso de la tecnología y de la seguridad de la información se convierten en áreas de oportunidad que atender.
MH: ¿Cuáles serán los siguientes pasos en materia de competitividad del sector HVACR?
HRJ: El CONOCER puede apoyar a la industria HVACR mediante el acompañamiento para el desarrollo de estándares de competencia que sean pertinentes a esta nueva realidad que enfrentamos. Hay muchas asignaturas pendientes dentro de este sector que deben ser cubiertas para definir cuáles son esas mejores prácticas que nos hacen destacar para incrementar nuestra competitividad.
También se debe incrementar y fortalecer las opciones para evaluar y certificar las competencias de los profesionales de la industria, hacerlas no sólo más accesibles en términos económicos sino también en proximidad geográfica.
Finalmente, ampliar espacios de formación y/o capacitación para que la gente que está interesada en incorporarse a este sector, pueda encontrar la oportunidad de desarrollar las competencias requeridas en el mercado laboral. Y a las que ya forman parte de la industria, la oportunidad de reconvertir sus competencias adquiridas a lo largo del tiempo.