En la edificación inteligente, el confort climático es un aspecto crucial para cumplir con estándares y certificaciones, y aunque ya existen alianzas entre industrias e instituciones para buscar la calidad, eficiencia y compromiso ambiental, aún queda mucho por hacer
Danahé San Juan / Fotografía: Rubén Darío Betancourt
Las tecnologías del frío han tenido una enorme influencia sobre el desarrollo de las sociedades modernas. Sin embargo, su crecimiento también ha propiciado impactos colaterales como el incremento de la temperatura del planeta causado por la liberación de gases de efecto invernadero (GEI).
Para contrarrestar sus efectos, se establecieron acciones que buscan reducir el cambio climático. Ahora, con el avance de la tecnología y la demanda de confort, las acciones van más allá de cumplir con el Protocolo de Montreal y la Enmienda de Kigali e incrementar la conciencia de la importancia de cuidar el planeta. En opinión de Caroline Verut, presidenta de Sustentabilidad para México, A.C. (SUMe), se trata de fortalecer la capacitación técnica, aspirar a las certificaciones en las edificaciones, normalizar el cumplimiento de estándares, impulsar las colaboraciones entre asociaciones, instituciones y gobierno, identificar las diferencias de género con respecto a confort climático, ser inclusivos y que las mujeres ocupen cada vez más puestos de liderazgo para que a través de su trabajo contribuyan al mejoramiento de cada aspecto en el sector de la edificación sustentable.
“Las mujeres debemos participar más, en parte porque el propio sector debe evolucionar, pero también tenemos que tomar la voz, estar más al frente y no tomar un papel secundario”
Mundo HVAC&R (MH): ¿Cómo observa el tránsito del sector HVAC hacia el cumplimiento de la Enmienda de Kigali?
Caroline Verut (CV): México ha tenido un éxito en la reducción de los gases de efecto invernadero asociados con el aire acondicionado, especialmente los CFC, luego los HCFC y ahora los HFC. Éstos, como tienen un elevado impacto en su potencial de efecto invernadero, se necesitan ir desfasando poco a poco hasta retirarse completamente. El país ha logrado un avance importante, incluso superando los requisitos del Protocolo de Montreal, encaminándose hacia la Enmienda de Kigali.
MH: ¿Qué actividades realizan para promover las mejores prácticas ambientales en la industria HVAC?
CV: Tenemos varios asociados y muchos de ellos están directa o indirectamente ligados al sector HVAC. Por un lado, tenemos fabricantes, consultores para la especificación de equipos eficientes y consultores dedicados a la eficiencia energética. De modos diferentes, nuestros socios se aproximan al tema del aire acondicionado. También apoyamos al Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación [ONNCCE], particularmente, y a la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía [Conuee] en la elaboración o revisión de normas oficiales mexicanas. Además, buscamos que se implementen de una forma más estricta. Trabajamos con la creación de capacidades a través de webinars, desayunos técnicos [antes de la pandemia] y actividades de capacitación, en los que SUMe tiene un papel importante. Y, finalmente, mediante convenios que tenemos con ASHRAE, ANDIRA y AMERIC, para poder generar una fortaleza como sector.
MH: ¿En qué medida han contribuido las certificaciones en edificios en favor de la reducción de la huella de carbono?
CV: Lo que te dan es una metodología con la cual medir la eficiencia energética para un edificio de bajas emisiones. Se lleva a cabo todo un proceso de mejora de la eficiencia y un menor impacto ecológico, uso de energía y gases refrigerantes. Todo esto se verifica por un tercero, incluyendo las normas. Las certificaciones dan un marco de conocimiento y una verificación certera por parte de un tercero. Esto genera un cambio, pues hablamos de proyectos bastante visibles, especialmente una certificación LEED Platino. Los edificios con certificaciones son muy icónicos y comienzan a generar una transformación en el mercado a través de la aspiración de querer cumplir con lo que estos estándares piden.
MH: ¿Qué temas considera importantes para que la unión de la cadena productiva constituya una industria más competitiva?
CV: Uno de los temas importantes es la normatividad. Debemos contar con una línea base contra la cual medirnos, que es lo que decía de las certificaciones, también por norma. En especial en asuntos de cambio climático, tenemos que transitar de la parte voluntaria hacia la obligatoria. Ahí la normatividad juega un papel muy relevante. La Conuee tiene normas de producto, específicamente para la eficiencia energética de aires acondicionados y para el uso de refrigerantes, pero también contamos con toda la certificación voluntaria de los edificios. Estamos trabajando en el rubro educativo, que es fundamental en el sentido de que debemos tener los estándares de competencia para que haya una instalación adecuada y un manejo correcto de los equipos y gases después de su vida útil. Siempre tenemos que pensar en todo el ciclo de vida, desde la extracción, todo el proceso de fabricación de los equipos a través de estas empresas fabricantes que son las que están a la vanguardia en el tema de la Enmienda. Y también debemos cubrir la parte educativa de los instaladores, además de las alianzas que tenemos entre nosotros para hacer una ruta crítica y encaminarnos de una forma certera y con criterios medibles, claros.
MH: ¿Cómo participan las mujeres del sector de la edificación sustentable en la integración de la cadena productiva?
CV: Todavía participamos muy poco. También es cierto que la ingeniería es una de las carreras donde las mujeres han sido minoría. Creo que eso está cambiando y ya en la universidad estamos viendo un balance más equilibrado. Las mujeres debemos participar más, en parte porque el propio sector debe evolucionar, pero también las mujeres tenemos que tomar la voz, estar más al frente y no tomar un papel secundario. Es una responsabilidad de la sociedad en general, pero también de nosotras, el tomar cargos de responsabilidad, generar material de investigación, etcétera. Hay mucha labor que hacer y nosotras tenemos un papel muy importante porque los efectos del cambio climático tienden a afectar más a las mujeres en general. Debemos tener una visión desde lo femenino sobre lo que está pasando, y poder agregarla a la percepción que se tiene actualmente. Espero que las decisiones sean un poco más equilibradas para así poder cuidar nuestro planeta de una forma más eficaz y profunda.
CAROLINE VERUT
Presidenta de Sustentabilidad para México, A.C.